IV

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Mikoto nunca puede soportar estar un fin de semana sin Minato, siempre está de mal humor y no quiere jugar con sus amigos, así que se le cae el mundo cuando sus padres le dan la noticia que pasaran las vacaciones con la abuela, con la viejita y arrugada señora que siempre le apretaba demasiado fuerte las mejillas y olía a medicina.

Ellos ni siquiera lo escuchan quejarse, solo le piden que haga sus maletas con ayuda de las mucamas, pero Mikoto está molesto, está molesto porque toda la emoción que tenía se había esfumado. Su plan de pasar las vacaciones estando todos los días con su pequeño se habían esfumado.

Mikoto hace sus maletas y sale de la casa esa tarde, sabe que va a encontrar a Minato en la calle sucio y con todos sus amigos detrás, ya no es algo que le moleste, es mejor tenerlo afuera donde se divierte que adentro donde siempre escucha el silencio de las paredes. Cuando llega a ese lugar todos los niños lo observan y le gritan a Minato para avisarle que ha llegado, eso le alegra a Mikoto, por que todos saben que solo se encuentra ahí para ver a un solo niño.

Minato lo saluda y Mikoto lo toma de la mano, siempre que caminan juntos tiene que ser tomados de las manos a petición del mayor.

-Minato- canturrea el mayor. -No podremos vernos en vacaciones, me iré a casa de la abuela... pero te dejare un montón de dulces para que me recuerdes siempre que los comas.

Mikoto esta apenado de tener que dejar a Minato, pero ciertamente el menor se ve contento por la cantidad de dulces que recibirá, Mikoto no se queja de ello, con tal de verlo feliz es suficiente para las vacaciones.

Cuando están a punto de despedirse Mikoto alza la mejilla para recibir el beso de Minato, cuando esta lo suficiente cerca se gira para recibirlo en los labios pero falla, Minato ha reaccionado más rápido y lo ha empujado con fuerza. Mikoto no se molesta, solo ríe y se siente mal por haber perdido un beso del menor porque sabe que no le dará otro.

Quizás es porque no se verán en mucho tiempo o por el agradecimiento de pensar en él, que Minato le da otro beso, uno rápido esperando a que sus amigos no se den cuenta de que besa la mejilla de otro niño.

Esa misma noche Mikoto deja su linda casa de niños buenos para ir hasta el viejo hogar de abuelas que aprietan mejillas muy fuertes.

Suspira y piensa que son las primeras vacaciones en las que desea que terminen rápido.

Lifelong Love  [MikoMina]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora