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El mejor momento para Mikoto fue durante una noche, sin nada especial y una fecha del año que no resaltaba en lo absoluto. Quizás entre las once y doce.

Un dia antes de graduarse.

Y la recuerda porque besó a Minato, se quedó en su casa y se acomodo en la suave cama de su chico, con el frío quemandole en un principio pero el calor del menor lo arrullan y el dilicado aroma emanando por debajo del collar que siempre lleva es fácil de disfrutar y desear lo que no podía tomar, es por eso que le presta más atención a cada detalle de la habitación o mirando por la ventana, en ese momento aún no tomaba valor del todo.

Ahora, describir como trabaja su mente es complicado; aveces no lo hace y otras veces Si, pero esto ocurre alateoramente en su vida.

Si una oportunidad le aparece a Mikoto justo enfrente él la tomará o la rechazara en un arranque inconciente, pero hay veces en las que planea las cosas y algo lo limita antes de que ocurran, y después de debatirlo con su conciencia decide ejecutar sus pensamientos, es lo que está pasando en ese momento.

Tomó una decisión casi al azar y ahora no sabe cómo llevar a cabo sus intenciones.

Abraza a Minato con la excusa del frío, o por simple comodidad, si le preguntara él respondería con un simple; Te quiero.

Pero en realidad lo abraza porque no sabe como comenzar. Las primeras veces que tuvieron algo de intimidad no las planeo o siquiera las pensó, solo paso, paso y decidió que no podía avanzar. Pero ahora que tiene intención siente que algo saldrá mal.

- ¿Cuándo irás a casa? - Le pregunta su pareja mientras ambos están recostados. Mikoto sonríe.

"¿No lo harás?"

- No quiero interrumpir la fiesta.

- ¿Por tu graduación?"

Mikoto no responde, besa a su lindo chico tan lento que se vuelve narcótico, y aunque no es la primera vez que Minato lo acepta Mikoto lo siente como tal.

Acaricia su rostro y sonríe al reconocer sus facciones, memoriza cada parte de él y se anima a entrometerse un poco más en el espacio ajeno. Con ojos cerrados aventura sus labios descendiendo con pena por el cuello y hombro su omega.

Mikoto no esta completamente convencido de lo que hace hasta que tiene la completa autorización de Minato para pasar sus manos por debajo de la ropa.

Toca su piel con lentitud reconociendo que el frio los ha abandonado. Reconociendo la tersa piel que extrañaba acariciar.

Su mente empieza a trabajar cuando no debe, lo hace entrar en razón y salir de aquel trance en el que se había inmiscuido.

El bochorno se hace presente y Mikoto por fin puede ver a Minato, ese lindo chico se encuentra debajo suyo, jadeando y aceptado cada caricia dada a su cuerpo. Mikoto busca apagar su mente de nuevo para no sentir la culpa atacando su conciencia, de repente se siente dudoso de continuar.

Cuando titubea Minato es quien toma el control, le deja en claro que no quiere detenerse y prueba de ello es cuando por primera ves su lindo chico decide quitarse el collar enfrente suyo.

En ese último momento con su cabeza funcionando toma otra decisión, una egoísta que ni dira en voz alta. Se hunde en Minato y susurra dos conocidas palabras una u otra ves mientras entrega mimos y caricias sabiendo lo que vendrá después.

Sus pensamientos son un desastre, querer tenerlo por completo, marcarlo, hacerlo suyo, solo un paso y estaría echo. La voz dentro suyo gritaba "Mío" tantas veces que en toda esa travesía que lo hacían dudar de su objetivo.

El mejor momento para Mikoto fue durante la noche, cuando escuchaba la voz de quien ama soltar dulces suspiros y tenues gemidos que intentan formar su nombre pero terminan fallando.

Su mejor momento es cuando toma la castidad de Minato, se asoma y descubre los colmillos dispuesto a formar un lazo con el que ahora reconoce es su su pareja destinada, el unico y especial entregado por la diosa luna, para que ambos se pertenecieran eternamente, eso hace que quiera olvidarlo, Mikoto quiere olvidar su mejor momento, fingir que nunca ocurrió por qué no merece tener a Minato, y podría dar mil y un excusas de ello.

Y así, sintiéndose culpable pero no arrepentido se fue a America.

Su despedida fue en silencio, cuando Minato dormía, y quizás él jamás la escuchó, pero esta bien, porque ese era el deseo de Mikoto.

Todos los rumores que decían sobre él, todo lo que los demás creían;

Eran ciertos.

Lifelong Love  [MikoMina]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora