boke

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—¡Tobio!- 

Hikari grito entrando de golpe al aula 1-3 sobresaltando a mas de uno ahi dentro. Cada persona delante de ellos se giro a la entrada para encontrarse con la emocionada muchacha abriendo la puerta de par en par. La tan llamada reina de la cancha se encontraba sonriendo como si no los hubiera asustado de esa manera mientras se adentraba al salón. 

—Debes dejar de aparecer así- 

Kageyama le dijo con un poco de diversión, enmascarando el susto de muerte que le dio un par de segundos atrás. Claro que, eso solo era porque estaba durmiendo. Porque de haber estado con todas sus luces, ese arrebato no lo hubiera sorprendido en lo mas mínimo. Después de todo, Sakurada era así en su vida cotidiana cuando se trataba de él. 

—Creo que esa es la primera vez que lo escucho hablar- 

Un muchacho no muy lejos de ella susurro esas palabras para su compañero, logrando que ella soltara una risa. El desconocido se sonrojo levemente al saber que alguien lo escucho, bajando su rostro para que no se notara. Eso por un lado, porque por el otro tenia un par de razones mas para esconderse. 

La primera, era el gruñido que Kageyama soltó ante su frase. El segundo, la mirada que el chico también enviaba en su dirección por el color rojo en sus mejillas. Todos ahi dentro habían visto al par junto al menos una vez en lo que iba del año. Algunos incluso sabían sobre su historia en el Kitagawa, y por consecuencia, sus famosos apodos. 

Pero verlos en persona era diferente. 

A pesar de que Sakurada se veía sumamente amigable, su altura y aura intimidaba un poco. Y si le sumaban al azabache que normalmente estaba a su lado, todo era peor. Las expresiones que demostraban inexpresividad en el caso de él o superioridad en el de ella. Como se movían entre los pasillos con sus brazos enganchados. El hecho de que Kageyama casi siempre tenia un brazo en los hombros de la chica. O incluso que la manera en la que se acoplaban en la cancha. 

Eran un poco aterradores. 

No habia forma de negarlo. 

—Me dormí- 

Kageyama dijo cuenta ella estuvo delante suyo con una sonrisa divertida en sus labios. Hikari no le dio demasiada importancia a su mirada somnolienta, depositando una bolsa de papel con las golosinas que acaba de comprar en la maquina del patio. Era obvio que cuando no lo encontró a las afueras de su salón como en cada receso, supo que algo habia pasado. 

En este caso, solo se quedo dormido. 

—Si...—ella dijo divertida —Eso puedo verlo- 

Sakurada paso una mano por entre los cabellos azabaches para acomodarlos correctamente, y se sentó sobre el banco. Kageyama intento no terminar igual de rojo que su compañero antes y en su lugar enderezo su cuerpo para prestarle atención. Se dio cuenta que habia comprado una bolsa de gomitas, un paquete de chocolate, y dos cajas de leche. Una común y otra sabor frutilla para ella misma. 

—Lo siento—él refregó sus ojos —Y gracias por esto- 

—Me sorprende que sepas decir gracias- 

La voz de Hinata se escucho a sus costados, sobresaltando a la chica y enojando al chico. El de cabello naranja se estaba burlando de su compañero mientras pasaba por sus costados. Y solo fueron cuestión de dos minutos para que Kageyama lo mirara irritado, estirando la mano para tomar uno de sus mechones y darle un fuerte tirón. 

El pobre Shoyo dejo salir un grito ante ese gesto inesperado, sobando su nuca cuando estuvo libre. Sabia que no podía quedarse ahi e interrumpir su tiempo con Hikari, por lo que solo fue rápido y tomo un pedazo de chocolate antes de volar lejos de Tobio. Porque un minuto mas y habría terminado en el patio de una patada. 

—No voy a mentir...—ella lo miro divertida —Hinata tiene un poco de razón- 

Tobio rodo los ojos ante eso, dándole un suave golpe en su brazo. Pero Hikari solo se rio y se cruzo de piernas sobre su mesa, tomando una de las gomitas de frutilla del paquete. Eso fue todo lo que él necesito para distraerse sobre la situación de esa mandarina y fijar sus ojos en ella. 

La manera en la que se movía, que hablaba, que acariciaba sus cabellos sin que él lo pidiera. Era como si hasta el mas mínimo gesto de Hikari lograba que su mente entrara en una nebulosa. Un espacio donde solo encontraba memorias con ella y de ella. 

—¿Estas bien?—Sakurada puso una mano en su frente —Te vez un poco colorado. ¿Tienes fiebre? ¿O es que estas viendo a este preciosura llamada Hikari?- 

—¡Ari boke!- 

La nombrada dejo que una carcajada escapara de sus labios mientras movía todo su torso con la idea de escapar del agarre de Kageyama. Pero estar sentada, y justo frente de él, no facilitaba su trabajo demasiado. Por lo que no fue ninguna sorpresa que las manos de Tobio se engancharan en su cintura al instante, propinándole un empujón que la dejo en una rara posición. 

Sobre él. 

—Boke- 

Kageyama susurro cerca de su oído, dejando que ella recostara su rostro contra su hombro y él pasara sus brazos por su cintura en busca de acomodarla en su regazo. Como si lo que estaban haciendo fuera completamente normal y cotidiano. La verdad es que ninguno de los dos estaba muy seguro si era algo de todo los días. 

Tal vez si. 

Ambos solían compartir un montón de momentos fuera de la cancha. Abrazos sin necesidad de pedir permiso. Hikari tomando su mano mientras caminan. Él pasando alguno de los brazos por sus hombros. La manera en la que no tenían vergüenza en jugar con los mechones del otro. O el mas grande de todos, cuando dormían juntos mas de una vez a la semana en esas pijamadas. 

Y cuanto mas lo pensaban, peor era. Porque últimamente los dos no podían evitar dar vueltas a todas esas interacciones dentro de sus mentes. Ya no era como años atrás, donde sabían que se trataba de situaciones amistosas. Ahora se veía y sentía como algo mucho mas que eso. Porque ese tipo de gestos no eran hechos como si nada. 

Y a pesar de sus dudas, a ninguno pareció molestarle.

—Esto es nuevo—Hikari se recostó contra él —¿Esta bien para ti? Porque puedo moverme si...-

—No—Tobio le susurro al segundo —No me desagrada en lo absoluto, Ari-

Y a ella mucho menos. 

Royalty - HaikyuuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora