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—¿Ari?-
Solo una persona la llamaba así.
—Estoy bien—ella asintio Tobio —Ya estoy mejor... gracias por esta ahi-
—Siempre lo estaré-
El muchacho solo quito su brazo de la cintura de Hikari cuando ella le aseguro por quinta vez que estaba bien luego de ese derrumbe mental. Ambos parecían estar igual de derrotados en cuanto a las jugadas de ese partido. Recordaban su pasado, lo mucho que les costaba trabajar en equipo con alguien que no fueran ellos mismos, y cuando odiaban perder. Y ahora que iban contra sus ex compañeros, todo parecia sentirse el doble. Porque sus mentes dudaban de todo aquello que tenían a su alrededor, al punto de que debieron tomar un descanso de todo.
La primera en salir fue ella.
Sakurada vio todo lo que quedaba de ese tiempo desde el costado sentada a un lado de Kiyoko, quien envió un par de miradas preocupadas en su dirección. Su mano termino por apoyarse en la espalda de la menor, quien apoyo ambos codos contra sus rodillas sin querer ver a nadie. Sus ojos estaban fijos en el suelo debajo de ella mientras intentaba regular su respiración, y repetía las palabras de Kageyama en su mente. Ni siquiera sabia porque todo le afectaba tanto, pero se veia incapaz de dejar de lado el pasado.
—Toma...—su manager le entrego una botella —Esto bajara tus niveles de ansiedad.
Shimizu se anoto mentalmente comprar algo mas dulce. Porque tal vez el agua logro darle un poco mas animo y que al menos se sentara correctamente. Pero ella sabia que necesitaba una bebida mucho mas potente que esa para hacer cambios.
—¡Empújalo Kageyama!-
Los hermanos Sakurada hicieron una mueca de molestia en el momento que Tobio perdió ante Oikawa de una manera terrible. En el momento que los Reyes se desestabilizaron, todo el resto del equipo parecía hacerlo con ellos gracias a sus jugadas. Y Yuta, que solo miraba desde afuera, logro entender que su pasado estaba poniendo su mente al limite. El chico necesita calmarse tal y como su hermana menor lo hizo, porque de otra forma perderían ese partido.
—Deja que Suga san entre-
Hikari dejo a todos en silencio con eso.
Ella era la que mejor sabia como todo ese partido se sentía, y aunque no le gustaba ser sacada de la cancha, ese momento de soledad le dio su tiempo para poder pensar. Esa fue la razon por la que dijo esas palabras en contra de Ukai, quien se quedo de piedra por unos segundos antes de darse cuenta que era necesario. Por eso entrego el pase numero 9 para que al fin cambiaran lugares, y dejo que ella fuera quien hablara con su armador estrella.
—Kageyama Tobio— el chico se asusto ante su tono —¡Deja de hacer eso! Tu mismo dijiste que necesitábamos calmarnos.
El muchacho recibió un par de golpes antes de que Hikari lo obligara a sentarse a su lado en ese banco de madera. Tobio estaba asustado y necesitaba un respiro urgentemente, y quedarse con ella se lo estaba dando de alguna forma. Por esa razón se acomodo a su lado, tarándose hacia atrás mientras posaba un brazo por detrás del cuerpo de la chica.
