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Hikari estaba siendo arrastrada.
Su cuerpo paso de sentado junto a su manager, hablando de a donde saldrian en cuanto el campamento terminara. Y solo segundos despues, fue elevado como si no pesara nada, dejándola en el aire mientras saludaba de lejos a Kiyoko. Solo lo dejo pasar porque sabia que eso podia llegar a beneficiarla luego. De otra manera hubiera protestado en contra del irritante gato que no la dejo decir ni adios.
—¿A dónde me llevas?— ella cuestiono con curiosidad —¿Estás secuestrándome? Mira que soltaré a Tanaka y Nishinoya, que te harán desaparecer del planeta en segundos-
Kuroo rodó los ojos divertido ante esa respuesta, pero no respondió como se debia en un principio. En su lugar la adentro a la cancha numero cinco, depositándola en el suelo, justo delante de dos muchachos. Uno que reconoció como Bokuto, que la saludo con un choque de palmas. Y seguido de él, un alumno de Fukurodani, quien se veia mas tranquilo en comparación de su rematador, con ojos fríos y cero ganas de vivir.
Ya le agradaba.
—Hola— por eso se acerco a él —Me llamo Sakurada Hikari-
—Akaashi Keiji— él le sonrió —Es un placer conocerte-
Eso logro que la chica devolviera el gesto mientras hacia una pequeña reverencia en su dirección. Porque aun cuando no sabia por cuanto, era consiente de que el muchacho era mayor que ella. Y termino por sorprenderse cuando el devolvió el gesto con el mismo respeto a pesar de eso.
—Entonces...—ella se giro al resto —¿Que estamos haciendo aqui?-
Su pregunta quedo en el olvido cuando paso sus ojos alrededor de toda la cancha y sus dieron con un muy cansado Lev. El pobre muchacho estaba tirado contra esa cancha, transpirado a mas no poder, y en busca de agua. Y eso la hizo arrepentirse de querer entrenar con ellos.
—¿¡Pero que le paso!? — ella los miro —¿Esta muerto o algo?-
—Estoy entrenándolo—Kuroo sonrio.
—Comienzo a arrepentirme de esto— la chica se asusto un poco ante la gran determinación en sus ojos —Y probablemente no me dejes olvidar eso jamás pero... quiero que me ayudes también.
Sakurada sabia que el capitán del Nekoma saltaba realmente alto, así como vio que ningún balón se le escapaba. Y si no podía conseguir ese tipo de ayuda con gente de su grupo, tal vez podría encontrarla en otro lado.
Claro que, todo fue sin saber que quien verdaderamente la ayudaría, no lo habia conocido todavía. Ella siempre recopilaba información de cada equipo a que los enfrentaba, y esa no seria la excepción. Pero incluso de esa manera, con quien se acoplaría de manera aun mejor que con Tobio o Tsukishima, todavía no estaba en su vida.
