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—Vamos, vamos-
Hikari se apresuro para llegar a ver como ese partido entre Dateko y el Seijoh se desenvolvía. Quería jugar en contra de sus ex compañeros de nuevo. Pero en esa ocasión, ganaría. No habia manera que no lo hiciera despues de todo el durísimo entrenamiento que tuvieron.
Claro que, no podía negar que le preocupaba un poco que Daichi no estuviera la mayor parte de ese juego. Luego del golpe entre el capitán y Tanaka en uno de los partidos, el de tercero tuvo que sentarse y dejar que ella junto a Ennoshita se hicieran cargo.
El problema era que ahora no solo tenía una marca en su mejilla, sino también un dolor de cabeza impresionante que no lo dejaba estar en todas. Y ella tomaría su lugar desde el principio en el partido siguiente. Fuera contra quien fuera, Hikari se encargaría de eso. Y estaba segura que seria contra el Aoba luego de ver esas altas colocaciones del Date.
Eran buenas pero no servían demasiado.
—Aun esta aprendiendo-
Sakurada rio por lo bajo cuando se acerco junto a Hinata y Kageyama al borde de las gradas, escuchando por arriba como un muchacho les explicaba todo sobre el nuevo armador, Koganegawa. No era tan buen armador, pero su altura les venía como anillo al dedo para formar parte de la muralla de acero.
Claro que, su sonrisa se fue cuando vio como Hajime remato el ultimo pase para su equipo, ganando el partido sin mucho esfuerzo. Por un lado, eso le pareció genial a su mente, puesto que eran buenos movimientos que adaptar. Pero por el otro, algo de terror le causo saber que irían en contra de él de esa forma.
—¡Iwaizumi senpai eso fue genial!-
El Karasuno se quedó de piedra ante el grito de su rematadora.
-Lo siento, me salió del alma-
Hikari hizo el amago de disculparse, saludando al número cuatro de Aoba Johsai cuando este soltó una risa en su dirección. Aunque Hajime no estaba seguro si lo estaba alabando por su saque o solamente porque solo quería jugar contra ellos en el próximo partido.
Tal vez ambos.
—¡No lo alientes a él!-
Oikawa no parecía muy feliz, y se lo demostró cuando todos bajaron a la cancha para prepararse. Por eso Sakurada intento esconderse detrás de Asahi, antes de lamentarse por no elegir a Nishinoya. Porque el rematador de su equipo no era bueno con las confrontaciones y ahora ella fue lanzada contra el armador de Seijoh.
—¡La traición Asahi senpai!-
—Lo siento Sakurada— él no la miro —Pero ese chico me asusta-
—¡Saku chan! ¡Ven aquí mocosa!— Tooru la señalo enojado mientras se acercaba a ella —¡Se supone que tienes que gritar por mi y mis asombrosas colocaciones! ¡Pensé que era tu senpai favorito!-
—Iwaizumi es mi favorito-
Oikawa la tomó de la remera antes de soltar un grito y mandarla a volar por segunda vez en ese año. Hikari, por el contrario a lo que él pensó, aterrizo con elegancia a un lado de su manager y le hizo burla. Era esa misma mueca que él le hacia cuando se enojaba con ella y sus remates que parecían a punto de arrancarle el brazo en los entrenamientos de Kitagawa. Sacando la lengua y posicionando un dedo debajo de su ojo, solo movió su mano derecha en busca de molestarlo.
—A veces me asusta el parecido— Hajime no pudo evitar decirlo —Ya déjala en paz. Hikari si tiene buen gusto-
—¡Pero Iwa-chan!.
Hikari dejo de lado las ganas de seguir peleando cuando su capitán apareció a su lado echando fuego por los ojos. Cada uno tuvo su merecido golpe en la nuca por pelear con los rivales antes de ser empujados a la cancha y empezar la práctica. Y la verdad es que no sabían quien de los dos golpeaba mas fuerte, puesto que esos manotazos nunca eran nada sutiles.
—¿Quién es ese?—Hinata pregunto.
Sakurada se desconcentro cuando diviso a un jugador al otro lado de la cancha, quien los miraba con una expresion de molestia clara. Eso hizo que elevara una ceja con intención de burlarse, sintiendo como Shoyo y Tobio se posicionaban a cada lado suyo.
Era un muchacho claramente nuevo con pinta de que te arrancaría la cabeza si lo mirabas mal. Y para la mala suerte de sus compañeros ella lo hizo. Kindaichi, que intentaba que su compañero no salte la red para pelear, pensó que ese momento era en donde le decían adiós a la ex jugadora del Kitagawa.
Pero Hikari solo soltó una risa.
Claramente eso no le intimidaba.
—Ari...-
El trabajo de Tobio era procurar que la chica no vaya en contra de nadie al otro lado de la cancha. Es por eso que llamo su nombre, repitiendo los pasos de su partido anterior, y abrazándola por la cintura. Eso logro que Sakurada dejara de lado sus ojos llenos de fuego, girándose para verlo con la mirada mas tranquila que jamás tuvo. Era un interruptor que la pasaba de la ambiciosa Reina de la cancha, a la pacifica chica que él conocía.
—Nunca me dejan intimidar a nuestros oponentes-
Ella se quejo mientras apoyaba el mentón contra su pecho, logrando que él baje su vista para verla de frente. El entrenamiento para ese partido quedo en la nada ante sus brillantes ojos. Pero fue aun peor, cuando lo abrazo por su estomago en busca de contención. Para ser sinceros, ambos necesitarían algo como eso para llevar ese partido adelante.
Y si venia de ellos eran mucho mejor.
—¡Kageyama, suelta a tu novia y concéntrate!—el grito del entrenador los hizo asustar —¡Sakurada, vuelva a tu puesto tambien!-
