¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Están destruidos-
La voz de Daichi Sawamura sonó con total suavidad en dirección a sus compañeros de tercero sin poder evitarlo. Los cuatro se encontraban observando como los revoltosos del grupo ya no tenían energía para absolutamente nada luego de todo lo que dieron. Y cuanto mas los analizaban, mas se daban cuenta lo raro que seria no estar con ellos cada tarde, escuchando sus peleas y emocionándose por cualquier cosa que vean. Se les hizo mas claro que nunca, que extrañarían un montón al equipo del Karasuno una vez que se graduaran.
—En algún momento debia pasar—Asahi sonrió.
Sus compañeros asintieron, viendo como Nishinoya estaba dormido en un banco en el lobby del hotel. Tambien a Tanaka queriendo mantenerse despierto con una cajita de jugo entre sus labios. E incluso a Yamaguchi intentando que Kei y Hikari no se cayeran hacia atras y terminaran durmiendo en el suelo. Estaban destruidos para ser sinceros, y cada vez se notaba aun mas.
—¡Hikari!-
Tadashi grito con susto cuando no llego a tomar su brazo, antes de soltar un suspiro de alivio cuando vio a Kageyama ayudarlo. El azabache logro tomar la cintura de su novia sin problema alguno, evitando tocar el moretón como pudo. Era claro que era quien mas acostumbrado estaba, porque incluso giro a Hikari para que lo mirara de frente sin problema alguno.
Y ella se lo permitió, pasando sus brazos por la cintura de su novio, antes de esconder el rosto en su pecho. Eso fue suficiente para que él curvara sus labios con diversión, y enredara sus dedos entre los suaves mechones. Corrió algunos fuera de su rostro para poder verla mejor, notando que ella no estaba con los ojos cerrados sino que mas bien lo estaba analizando a él con una paz nunca antes de vista.
—Bésame-
Hikari no dudo en pedirle algo así.
—Lo que tu ordenes, muñeca-
Tobio dijo sin mucho problema, sonriendo con diversión antes de juntar sus labios contra los de ella. La mayoría estaba muy desconcentrado como para prestarles un poco de atención, dejando que se enfrascaran en sus mundos sin problema. Eso les sirvio al final, porque solo fue cuestión de tiempo antes de que él apretara su cintura para pegarla a su pecho aun mas que antes. Y si no eso no fue suficiente, en cuanto la chica paso ambos brazos por su cuello, él tuvo un par de problemas conteniendo sus ganas de hacer -o decir- lo que queria realmente.
—Deberias besarme de esa manera mas seguido-
Ella con falsa inocencia al separarse por fin, logrando una risa ronca de su novio. Y eso fue suficiente para que su respiración se cortara por unos segundos, llevándola a dejar su rostro contra su pecho. De esa manera escondió el rosado que subía lentamente en su cuello. Algo inútil al final, porque él claramente lo noto despues de todo.
