A Hikari le gustaba leer.
Es por eso que en un costado de su habitación habia un gran librero repleto de libros, comic, e incluso fotocopias de la escuela. Normalmente se encontraban acomodados ahi, otras reposando sobre su escritorio, y justo como ahora, ella tenia uno entre sus manos.
Solía concentrarse demasiado en las lecturas que a veces obviaba su alrededor de manera casi indiscriminada. Tal vez por eso no sintio como algo se movía a un par de pasos de su habitación. Porque su figura continuo leyendo en comic que tenia entre sus manos mientras se removía cómodamente entre las sabanas de su muy suave cama.
—Oi!-
Eso fue hasta que una voz masculina grito esas palabras, tomando el libro para así quitarlo de sus manos con fuerza. En el momento que las paginas se fueron de sus ojos revelando a una nueva persona, un pequeño grito salió de su boca casi con un poco de terror.
Una acción que fue cortada cuando se dio cuenta que se trataba de sus amigos que buscaban molestarla. Eso la hizo rodar los ojos e intentar regular su respiración al mismo tiempo que enviaba una mirada amenazante en su dirección. Y Yamaguchi y Tsukishima solo la ignoraron, riéndose ante su reacción como si nada pasara.
—Déjenme-
Sakurada se quejo como niña ante eso, finalmente poniéndose de pie para poder ir a su salida. Se suponía que debía encontrarse con ellos esa tarde, pero se paso esa hora leyendo y ahora debía afrontar las consecuencias.
Y por consecuencias se refería a Kei. El mismo muchacho que la puso de pie casi de golpe, le lanzo una campera rosa a la cara, e incluso la empujo por su casa hasta la entrada. Ella debia agradecer que ya estaba cambiada, porque de otra manera ese loco la hubiera sacado a patadas con esas pintas.
—Incivilizados-
Tadashi -claramente mas civilizado- murmuro con diversión mientras caminaba por detrás de ellos. Fue él quien tomo el bolso de su amiga a la pasada y dejo un saludo a Yuta, que se divertía demasiado con las quejas de su hermana.
—¡Diviértanse!-
Al mayor de los hermanos por un lado le gustaba que su hermanita personas con ella que la integraran. Era difícil para ella hacer amigos con esa personalidad que tenia. Por supuesto que no la juzgaba, porque él era igual. Pero a veces necesitaba gente que viera mas allá de esa arrogancia que se mezclaba con timidez.
Pero por el otro le parecia divertido la dinámica de esos tres. Porque si existía alguien a quien Hikari no podía vencer, era Tsukishima. Ese rubio lograba que todas sus contestaciones se desvanecieran en segundos dejando insultos en su mente. Así como era quien la empujaba a que hiciera las cosas de una vez, era el mismo que era capaz de mandarla a Hyiogo de una sola patada por molestarlo.
—¿A donde vamos hoy?-
Sakurada pregunto mientras acomodaba bien su abrigo y colgaba a un lado la cartera a juego que Yamaguchi le entrego. De esa manera pudo caminar junto a ellos por las calles de Miyagi, intentando llegar al centro sin perderse.
Su hogar estaba relativamente cerca de las mas grandes tiendas, por lo que no fue ninguna sorpresa que su pregunta fuera contestada con un lugar. Un pequeño café no tan concurrido que visitaban en cada tarde libre que tenían. Para ese punto era como una adicción comer los pasteles de ese lugar.
—No puede ser...—Hikari miro a su amigo con rareza —Todavía no entiendo como a alguien tan acido pueden gustarle tanto las tartas de frutilla-
La chica recibió un golpe en su brazo -uno que casi se lo saca- por parte de Tsukishima ante tal frase. Pero ella lo ignoro completamente, riendo leve y clavando su tenedor en el pedazo de pastel de frutilla, antes de comer como si fuera suyo.
Y el hecho de que el rubio no parecia molesto, la hizo tomarlo como una buena señal. Despues de todo, si no le hubiera gustado lo que hizo, ya la hubiera hecho volar fuera de ese café. Por esa razon se giro hacia el frente para poder conversar con Yamaguchi, incluyéndolo de vez en cuando.
—¿Escuchaste que abrirán una tienda de tarot?—ella le dijo a su amigo —¡Vamos a leer nuestras cartas!-
—¡Estamos a unas cuadras!—el peliverde se emociono tambien —Salió en la tele que harían un dos por uno por ser los primeros días-
—¿Ya esta abierta?— la rematadora copio su expresión —Tal vez si le pedimos nos haga un combo por los tres-
—Ni lo sueñen— Kei corto su burbuja —Esas cosas no son reales-
Tsukishima se arrepintió de decir eso toda la tarde. Puesto que el par ni siquiera lo dejo terminar su torta como se debia, que ya lo estaban arrastrando por el partido de Miyagi en contra de su voluntad. Su cuerpo parecia volar por la emoción que el dúo usaba para llevarlo, obligándolo a entrar a una tienda de tarot al que no daba buen augurio.
—Esperen aquí-
Hikari los señalo una vez dentro, antes de dirigirse al mostrador. Y el par la vio con algo de curiosidad, notando que claramente habia hecho un trato con esa persona para que los tres pudieran tener su lectura de cartas. Ella fue la primera en hacerlo, sentándose frente a la tarotista mientras sus amigos esperaban a un lado.
—Oh querida, veo un futuro brillante—la mujer la hizo sonreír con esas palabras —Una carrera exitosa, una pareja estable, y al parecer estabilidad económica—hasta el momento todo parecía bueno —Aunque yo tendría cuidado con ciertas cosas de tu cotidianeidad.
—¿Cómo que?-
Eso no le gusto tanto.
—No esta muy claro...—la tarotista la hizo dudar de su supuesto poder —Puedo ver los ojos verdes de un zorro, bastante brillantes de hecho. También un soldado derrotado y a su lado, una corona-
Por supuesto que, todo eso era una metáfora. El zorro no era un zorro. El soldado a mitad de la derrota la hizo pensar que tal vez perdería un partido. Y la corona hacia referencia a su titulo como reina de la cancha. Un sin fin de cosas que no podría ser capaz de descubrir hasta mucho mas adelante, cuando se enfrente a varios grupos y entienda que no todo era de color rosa.
—Que especifico...—ella murmuro mientras se ponía de pie —Pero lo tendré en cuenta para mas adelante-
La mujer le sonrió, riendo un poco divertida cuando entre ella y el de cabello verde se las arreglaron para sentar al rubio frente a ella. Casi lo ataron para que le tire las cartas, y cuando tuvo su devolución, creyeron que no fue una buena idea.
Yamaguchi termino por recibir buenas noticas, además de una advertencia sobre como su confianza lo afectaría. Tanto él como Sakurada tuvieron finales felices en lo que cabe. Pero Tsukishima, quien era el mas arisco, recibio todas malas noticias en cuanto a su futuro.
Por supuesto que se rio en la cara de la loca mujer, antes de ponerse de pie y dejar que sus amigos se asustaran por lo que le dijeron. Una supuesta tragedia estaba en su camino, y no iba a poder evitarla. Y al parecer, ese terrible escena seria dada por un auto.
Un vehículo que paso a toda velocidad por delante de ellos a penas puso un pie en el exterior, empapándolo de pies a cabeza. En un principio, Hikari y Tadashi dieron una mueca de sorpresa ante la precisión de la tarotista. Pero luego soltaron una de las carcajada mas grande de su vida, casi siendo abandonados en el medio de Miyagi cuando Tsukishima los amenazo.
—Anímate Tsukki— ella se burlo sin poder evitarlo —Al menos el auto no te atropello-
Si hubiese podido, Kei la empujaba fuera del tren.
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Royalty - Haikyuu
FanfictionEn donde Kageyama Tobio y Sakurada Hikari se sienten los reyes del mundo. · · · · ❚ Haikyuu (Anime / Manga) ❚Kageyama Tobio x OC ❚ bluearii