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—¿Por que esta él aquí?-
Tan pronto como Hikari hizo esa pregunta, su capitan le dio un golpe en su nuca para que fuera mas respetuosa con los invitados. Pero por primera vez, ella no le hizo tanto caso, continuando con sus ojos en la figura de Futakuchi Keenji, que la miraba de la misma forma irritada. Ninguno de los dos habia soltado la forma que se batieron a duelo en el ultimo partido, molesto por las jugadas que el otro hizo.
—Futakuchi-—ella murmuro.
—Sakurada-
En cuanto el nombrado dijo eso de forma amenazante, tanto la escuela Tecnica Datecomo el Karasuno, observaron el aura oscura alrededor de ambos. Y Hikari sabia que el bloqueo que mas la irritaba hasta ahora, era el de Kuroo. Pero el de ese muchacho también era un oponente peligroso. Y a pesar que no la enojaba tanto como el del Neko, algo de irritación le daba. Aunque no sabia si era por sus jugadas exactamente, o porque él tambien tenia una afilada y venenosa lengua que competía con la suya. .
—Mejor empecemos con el juego-
Incluso Daichi tuvo miedo de intervenir, pero fue el único que se animo a hacerlo por fin. Los rayos negros que aparecieron la primera vez que se conocieron no eran nada a comparación de esos. En esta ocasión, muchos de los presentes temían que ambos empezaran una guerra de palabras que claramente no iban a frenar. Una en la que saldrían llorando todos.
Todos menos Hikari y Kenji.
—Te estaré vigilando niña-
El muchacho la señalo con intención de presionarla, viendo como ella le sacaba la lengua y corría fuera de ahi antes que pudiera decir algo. No le molesto como uno pensaría, sino que lo incentivo a dar lo mejor en el partido. De esa manera ambos se metieron al partido de lleno y con todas sus energías.
—Vaya, vaya, vaya..—él se burlo cuando freno su ataque —Veo que no mejoraste tus remates-
—Y tu que empeorar en las recepciones-
Sakurada le dijo como respuesta, logrando que sea solo la red lo que los frene de ir contra él otro. En su lugar, fue Aone fue quien los separo al enviar a su amigo hacia atras, y a la chica al otro costado. Esa tela frente a ellos no servía de nada cuando los dos parecían dispuestos a treparla con tal de seguir peleando.
Pero tenían un partido que seguir, asique aceptaron su fría mirada para volver al juego de nuevo. La verdad es que Hikari debia admitir lo peor de todo eso. Todos en el Karasuno la estaban pasando mal ante la horrible manera que perdían. Y lo peor de todo, es que el verdadero problema todavía no estaba ahi.
—Nos están presionando mucho-
Ella murmuro para si misma cuando viro sus ojos a Kageyama, notando lo mal que se encontraba. La mueca de irritación era clara para ella, y sabia que debia sacarlo de eso cuanto antes, o entonces todo iba a irse al diablo. Tal vez por eso intento ir con su mejor estrategia, dándole un asentimiento para que la próxima armara para ella.
