vuelen

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—¡La tengo!- 

Shimizu dejo las cajas que revolvía para poder acercarse a donde Hikari estaba. La encontró en medio del deposito batallando con un pedazo de tela negra, tirando de un extremo para poder sacarla de una caja. Eso logro que la manager soltara una pequeña risa ante la irritación en el rostro de su amiga, antes de tomar el otro lado y ayudarla a sacar la bandera de donde se atoro. 

Cuando Sakurada entro al gimnasio esa mañana, Kiyoko la aparto para tener una charla fuera de los ojos y oídos de los demas. Kageyama, Nishinoya y Tanaka intentaron espiar, pero todo lo que recibieron fue un golpe de la menor. Hikari los mando de una sola patada al interior de ese gimnasio de nuevo, escuchando con atención lo que su querida senpai tenia para decirle. 

Antiguamente existía una bandera de color negro con las inscripciones en blanco formando la palabra "Vuelen". Era esa que cuando su hermano era parte del equipo, se solía colgar en las gradas del gimnasio para no solo motivar a los jugadores sino también demostrarle al resto del mundo quienes eran. 

La misma que ahora iban a restaurar y pintar. 

—¿Por que esta aquí?—Hikari pregunto.

—Luego de las derrotas que el equipo sufrió ya no tenia sentido tenerla— la mayor quito el polvo de la tela con tristeza —Pero ahora creo que podemos recuperar el honor que perdimos- 

—Esa es la frase mas larga que alguna vez te escuche decir- 

Sakurada junto sus manos emocionada de saber que fue con ella. La mayor parte del tiempo era ella quien hacia casi toda la conversación, con Kiyoko interviniendo de vez en cuando. Pero a la chica no le molestaba, porque sabia que era realmente tímida. Y ahora, que le haya pedido ayuda, se sentía como estar en el cielo. 

—Gracias por ayudarme con esto— la mayor solo soltó una risa mientras hablaba —Ven, vamos a casa y acomodemos esto- 

Hikari hizo una pose de militar antes de guardar la tela en una bolsa para que nadie supiera de que se trataba. Camino con su amiga hacia el gimnasio una vez mas, tomando sus pertenencias antes la mirada atenta de todos. Pero ella solo movio su mano como si fueran moscas para que se concentraran en sus asuntos. 

En el momento que no lo logro, dio un par de pasos hacia atras aferrandose a la bolsa entre sus manos. Acto seguido, tomo la mano de la ya lista Shimizu, antes de obligarla a correr lejos. Ella no se quejo ante el repentino gesto, es mas, incluso siguió sus locuras hasta la entrada de uno de los edificios principales. 

—¡Espera!— una voz las freno —¿No volverás conmigo hoy?- 

Sakurada se dio vuelta para ver a Kageyama parada a metros de ella. Eso hizo que dejara esa bandera con su manager, antes de correr hacia donde el se encontraba. Quedo parada justo al frente de él, logrando que el chico bajara su vista para verla fijamente. La chica se quedo en un silencio tranquilo, sacudiendo su rostro cuando se dio cuenta, y volviendo a la realidad para al menos dar una respuesta. 

—Lo siento, Tobio—  ella sonrió con pena —Pero Shimizu senpai necesita mi ayuda. 

Cuando el azabache asintió, ella entendió que todo estaría bien. Así que tomo su brazo para que se agache aun mas, y deposito un beso en su mejilla. Y antes de recibir preguntas sobre el hecho que lo hizo muy cerca de sus labios, casi rozando la comisura, Hikari simplemente dio media vuelta y voló de ahi a donde Kiyoko la esperaba con una sonrisa. 

La menor intento obviar la mirada que su amiga le dio, finalmente sucumbiendo a todas sus insistentes ganas de saber que sucedía. Así fue como conto todo, a la vez que caminaban en dirección a su hogar. Le dijo que se conocían de hacia demasiado tiempo, la cercana relacion que tenían, como la vergüenza rara vez estaba presente entre ellos, y claramente cuanto quería a ese muchacho. 

—Creo...—Kiyoko dijo suave —Creo que es mas que simple quererlo-

—Yo también lo creo— Hikari susurro de vuelta —Es solo que no puedo evitarlo. Me trata como una reina y..-

—Y eso es excelente Hikari—Shimizu acaricio su cabello para calmarla —No debes conformarte con menos— eso era cierto —Y aunque Kageyama parece no tener sentimientos por nadie, eso cambia cuando te ve. 

—¿De verdad lo crees?-

—Lo se— la mayor afirmo convencida —Jamás vi a ese chico sonreírle a alguien de la manera que lo hace contigo— eso también la hizo sonreír a ella —Además de que sus ojos brillan cada vez que te ve y te demuestra cariño en todo momento. Eres la única persona en todo el mundo que puede acercarse a él de esa manera- 

—Mis esperanzas aumentaron demasiado- 

Sakurada no podía evitar algo como eso.

—Como debe ser— Kiyoko saco las llaves de su casa —Cuando los veo es como... como si supiera que están destinados el uno al otro

Hikari sonrió levemente, casi largándose a llorar en los brazos de su amiga. Era como si todas esas inseguridades que tenia sobre la relacion desaparecieran. Porque al fin y al cabo, como podía si quiera pensar que Tobio no le correspondía cuando se trataban como se trataban. El Kageyama que todos conocían no era el mismo que ella frecuentaba. 

Y eso todo el mundo lo sabia.

—¿Shimizu eres tu?-

Sakurada volvió a la realidad cuando una voz femenina sonó desde el interior de la gran casa. Dejando sus zapatos a un lado, la menor hizo una reverencia cuando la madre de su amiga se hizo presente frente a ellas. Era como ver a la doble de Kiyoko solo que un poco mas grande y con un par de mechones blancos.  

—Oh—la mujer se sorprendió —¿Y quien es esta señorita?-

—Mi amiga, Hikari- 

Los ojos de la mayor parecieron iluminarse ante la mención de su hija teniendo una amiga. Y Hikari se extraño. No entraba en su cabeza como una muchacha tan amigable y bonita como Shimizu no tuviera tantos amigos. Pero cuando la mujer le empezó a explicar que su hija era realmente tímida, todo parecia encajar. Así fue como Sakurada se prometió estar para Kiyoko en cualquier momento que la necesitara. 

—Vamos niñas, pasen- 

Shimizu acompaño a su amiga hasta la mesa del living indicándole que dejara sus pertenencias a un lado mientras ella iba por las cosas de pintura. Cuando regreso una sonrisa se instalo en su rostro al notar a Sakurada junto a su madre, ambas charlando como si se conocieran de toda la vida mientras la menor comía los onigiris que la noche anterior prepararon. 

Kiyoko supo que acababan de adoptar a Hikari. 



Royalty - HaikyuuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora