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—¡Ya empezaron!-
Sakurada fue la primera en protestar cuando entraron a la cancha donde el Neko ya estaba a mitad de su juego. Por eso se sentó entre los primeros asientos con el resto de su equipo, todos comienzo el almuerzo que se les pidió llevar. Y mientras le daba un mordisco a su onigiri, se dio cuenta que el equipo de rojo claramente iba a ganar sin mucho esfuerzo. Despues de todo, estaban mas que capacitados para todo eso.
—¡Un toque!-
—Wow—ella se quejo ante eso —Kuroo realmente es bueno bloqueando-
Kageyama creyó escucho admiración mezclado con celos en su voz. Y la verdad es que no podía culparla por eso, porque incluso él debia admitir que era bueno a la hora de moverse por la cancha. Por eso simplemente asintio ante eso, pasando su brazo por detrás de ella con tranquilidad.
Algo muy diferente a Tsukishima, quien la miro con irritación desde el asiento a su otro lado. Claro que él tambien pensaba que era cierto, pero tendria que estar bajo algún raro efecto para admitir algo así. Por eso golpeo a su amiga en el hombro con intención de que dejara de ser tan ruidosa, y prosiguió a cerrar sus ojos para dormir un rato.
—¡Maldita sea Tsukki!—ella se quejo molesta —¡Eso dolió mas que la anterior!-
Daichi la tomo por los hombros cuando ella se puso de pie y ambos comenzaron a pelear. Por lo que su mejor opción fue empujarla con suavidad hacia la salida, con intención de que se uniera a Yamaguchi y Hinata para comprar algo algo de todos esos puestos en la entrada.
Y mientras la veia caminar por el pasillo quejandose de lo que paso, Kageyama paso por su lado para asegurarse que no se peleara con nadie. Incluso la abrazo contra él una vez mas, sonriendo cuando su novia se resguardo contra su pecho como siempre, y ambos continuaron caminando en un cómodo silencio hasta los puestos de ropa.
También necesitaban nuevas remeras para entrenar.
—¡Mira esa!—ella señalo emocionada —¡Quiero la roja y negra!-
—¡Ari!-
Su novio tuvo que correr para alcanzarla, viendo que señalaba una prenda de color escarlata con inscripciones en el centro que hablaban sobre ser la mejor dentro de la cancha. Ni siquiera lo dejo llegar para frenar sus compras impulsivas, que ella ya tenia dos bolsas en su mano con prendas diferentes.
—¡Tobio!—ella se emociono al verlo —¡Compremos dos iguales de esas! ¡Una para cada uno!-
El azabache leyó diviso una remera blanca con el dibujo de una pelota de voleyball en forma de inscripción. Y como le gusto, acepto ante las peticiones de Hikari antes de comprar una para cada uno en diferente talle. Aun cuando sabia que ella usaría la suya al momento de dormir tambien. Pero la sonrisa que le dio fue suficiente en su interior para saber que hizo la opción correcta.
