son tan obvios

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—¡Ten cuidado!- 

Hikari intento advertirle a Hinata del balón que se acercaba a él con una velocidad mas que impresionante. Pero todo lo que logro fue que su amigo mandarina se girara a verla y no le prestara mucha atención a sus alrededores. Porque de haberlo hecho podría haber obviado la pelota que impacto directo en su rostro. 

La chica juro que lo vio volar varios metros hacia tras gracias al golpe, antes de dejarlo tirado en el patio de su casa. Shoyo termino desparramado en el césped con su cuerpo en forma de estrella, y una mancha color carmín en su frente. Eso la llevo a correr hacia él preocupada, y agacharse a su lado junto al resto de su grupo. 

Yamaguchi y ella parecían a punto de desmayarse, mientras que Kageyama con Tsukishima solo lo miraban con asco. Estaba claro que el saque del azabache no dio donde quería. O tal vez si lo hizo, porque conociendo a Tobio, todo podía ser posible. Especialmente cuando la miro con ojos brillando en maldad, dando a entender que ciertamente fue apropósito. 

—¡Hinata!—ella lo llamo —¿Estas vivo?-

—Me sorprende pero... —Kei no pudo evitarlo mas —Pero por desgracia todavía respira- 

—¡Tsukki!- 

Sakurada lo reprendió, dándole un golpe en el hombro antes de ir en dirección a Tadashi. Entre los dos pusieron de pie a Shoyo, quien para su sorpresa, parecía en un pieza. Probablemente se debía a que no era la primera vez que algo como eso le sucedía en lo que iba de la semana. Que estuviera bien era un alivio aun así. No solo porque no lo querían ver lastimado. Sino porque el grupo sentiría la furia de Daichi si el de cabello naranja los acusaba.

—¡Boke Hinata boke!- 

Kageyama le grito desde un costado mientras ella soltaba a Shoyo. No pudo evitar soltar una risa por lo bajo al notar que comenzaron a pelear como niños ante eso. Y estaba en medio de una discusión, entonces ambos se encontraban bien. Por eso los dejo continuar con el partido mientras ingresaba a su propia casa. 

Los cinco estaban -algunos como Kei a la fuerza- pasando el fin de semana todos juntos. Yuta no tenia problema que usaran su hogar como lugar de reunión puesto que no se encontraba mayormente ahi. Y de todas maneras, el muchacho sabia que Tobio estaba ahi con ella. En el momento que alguno intentara algo raro, sentirían la furia del azabache. 

Todo estaba controlado. 

—¡Ni siquiera fue mi culpa!— Hinata grito molesto —¡De hecho fue tuya!-

Hikari asintió mientras los veía desde la ventana de la cocina, entendiendo que su suposición era correcta. Pero no le recrimino nada buscando un par de cosas en la heladera para empezar con la comida. Alguno tenia que hacer algo por la vida. Y Hinata no podía freír ni un huevo, su armador no era muy dado con esas cosas, y Tsukishima no lo haría ni aunque le paguen. Solo quedaban ella y Yamaguchi.

—¿Te ayudo?-

El mismo que hizo esa pregunta. 

—Por favor- 

Hikari le rogo a Tadashi, quien puso manos a la obra a su lado. Ella no era muy mala cuando se trataba de preparar platillos. El problema era que nunca sabrías realmente si funcionaria o no. O al menos no hasta que todos estuvieran sentados en la mesa a punto de degustar la comida.

Tenia dos opciones: O sabia perfecto o deberían pedir una pizza. Y la cantidad de veces que Kageyama tuvo llamar al delivery era impresionante. Su billetera lloraba a veces. Pero debía admitir que eso era mejor que comer cosas sin sabor todas las noches de viernes. 

—Por supuesto que la reina no iba a saber cocinar— Kei los sobresalto al decir eso en sus espaldas —No es ninguna sorpresa. 

—¡Cállate Tsukki!- 

—¡Deja de llamarme así!- 

El rubio respondió frustrado mientras escuchaba las risas de la chica. Pero decidido a que no le afecte, simplemente tomo asiento contra la mesada de la cocina. Sus ojos fueron a parar al par delante suyo, viendo como movían platos de un lado a otro, charlaban en el medio, además de probar los fideos puestos en la olla mas grande. 

No esperaba que cocinaran algo mas que ramen y rollitos primavera. No podía pedir mucho con esos dos al mando. Tanto Tadashi como Hikari eran un dúo que no todo el mundo lo vio venir. Ni siquiera él si era sincero. Pero ahora que los veía juntos, no podía evitar pensar que congeniaban extrañamente bien. Y cuanto mas indagaba, mas se daba cuenta que la unión no era nada raro. 

Después de todo, Hikari era la copia mujer de Kei. 

Tal vez con un poco mas de amabilidad en ella. 

—¡El ultimo en lavarse las manos levanta los platos!- 

Sakurada grito por la ventana frente a la canilla, dándose cuenta de su grave error muy tarde. Especialmente cuando noto que tanto Tobio como Shoyo corrían a toda velocidad hacia ella, casi matándose en el medio por quien entraba primero. 

Su cuero ni siquiera tuvo tiempo de reaccionar, sintiendo como Kageyama se posicionaba casi pegado a ella luego de ganar. Quien tampoco pudo reaccionar fue Hinata, que termino una vez mas tirado en el suelo. Solo que esa vez fue de su cocina. Aunque le dolió verlo, la alivio que su camino se ralentizó y ninguno la chocara. 

—Gane-

Tobio se paro detrás de ella, abriendo la canilla como si Hikari no estuviera estorbándole en lo mas minuto, lavando sus manos, dejando un beso en su frente y secando las gotas de agua. La pobre chica quedo paralizada en su lugar preocupando un poco a Yamaguchi, que creyó ver el alma de su amiga salir de su cuerpo por unos minutos. 

Eran tan obvios que dolía.


Royalty - HaikyuuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora