76. Amenazas

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Cap (2/5)

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Bruno Mars— Locked out of heaven

Técnicamente no tendría por qué estar ahí. Hizo lo que se supone que debería, ya no era su asunto como terminran las cosas. Pero maldita sea, de todos modos terminó por rendirse ante la tentación de ir y tener una última charla con aquel hombre.

Quizá era su manía de quedarse siempre con la última palabra. O tal vez era el hecho de que todo lo que hizo el hombre al que iba a ver, lo tenía de un humor extraño. Fuera lo que fuera, necesitaba aquella confrontación.

Las últimas semanas alternó entre estar demasiado irritado y no estar del todo concentrado. Prueba de ello fue unas noches atrás cuando estuvo en el Averno en compañía de Rick. El plan había sido lograr que el rubio se despejara un poco en lugar de quedarse metido en su habitación por tantas horas. Eso no era saludable. Bueno, pues la noche adquirió un rumbo extraño cuando decidió acercarse a Luke y a Porter que también estaban en el bar esa noche.

Molestar a Porter era lo usual. Que no cayera en sus juegos fue parte del problema. Y luego estaba ese tipo, el chico asiático que intentó pasarse de listo. Por alguna razón logró meterse bajo su piel sin mayor esfuerzo. Y Jude culpaba a su humor extraño por eso. Porque joder, estuvo cerca de perder su mierda frente a ese chico y su sonrisa de listillo.

No sabía su nombre, tampoco le importaba. Le bastaba con no volver a verlo porque solo pensar en él lo hacía enfadarse consigo mismo. Jude Hollander siempre se quedaba con la última palabra. El que aquel chico de ojos rasgados haya sido la excepción a esa regla se sentía como si el orden natural en el mundo de Jude se hubiera desequilibrado. Necesitaba algo para compensarlo.

Destripar emocionalmente a un viejo estúpido era justo la manera de mejorar su humor. Con eso en mente se enderezó en su lugar, sonriendo ante la idea de lo que estaba por suceder.

En teoría no debieron dejarlo entrar a quel lugar, porque no era un familiar directo o un conocido del hombre al que había ido a ver. Tampoco era un representante legal. Para poder hacer una visita, debió haber realizado una serie de trámites tediosos. Pero como alguna vez le dijo a Luke, el dinero era capaz de lograr muchas cosas. Incluso cosas innecesarias como aquella que estaba a punto de hacer.

—Veinte minutos — le dijo el guardia mientras se acercaba para abrir la puerta de la pequeña habitación.

—Tomaré el tiempo que sea necesario— respondió con una sonrisa fría. El guardía le dio una mala mirada pero no replicó.

Le estaba soltando a él y al director de aquella prisión una buena cantidad. Por lo tanto haría lo que le diera la gana. Siempre lo hacía de todos modos.

Se recostó contra el respaldo de su silla cruzando las piernas de esa manera elegante que parecía salirle natural. Nadie sabía lo mucho que en su momento le costó proyectar ese aire de elegancia e indiferencia. Fue difícil, como algunas otras cosas, pero había sacrificios que valían la pena. No importaba si eran frivolidades.

En aquella habitación no había nada más que dos silla (una de las cuales estaba ocupando) y una mesa de metal. Cada una de esas cosas atornilladas al suelo por seguridad. Era en aquella habitación en dónde se llevaban a los privados de libertad que se considerabam demasiado peligrosos. Jude no temía por su seguridad, al contrario. Pero eligió ese lugar para su visita porque era discreto. No le apetecía tener una conversación con aquel imbécil en el lugar regular en dónde se llevaban a cabo las visitas a los o privados de libertad.

A Love Song© (Love & Music #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora