A Love Song© (Love & Music #2)

46. El miedo

Cap (2/5)

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Taylor Swift ft. Gary Lightbody— the last time.

Apretó la mandíbula mientras se paraba frente a esa puerta. Esta vez no tenía ninguna escusa, porque no estaba ebrio. Podría decirse que estaba en sus cinco sentidos, excepto porque no se sentía de esa manera. Y por sobre todo, era tarde. La una treinta de la madrugada. Esas no eran horas de estar molestando a los demás con impulsos que ni el mismo se podía explicar.

Había dejado el Averno un par de horas atrás, aceptando irse con aquel hombre que había estado observándolo desde la barra. Él fue agradable, coquetearon de ida y vuelta y para que iba a  negarlo, la atracción estuvo ahí desde el principio. Por eso se fue con él, negándose a rechazar un poco de sexo. Al final se sucedió lo mismo que con aquel hombre en California, al principio lo disfrutó, pero una vez acabó, quería salir corriendo.

Mintió diciendo que debía levantarse muy temprano al día siguiente y luego salió prácticamente corriendo de su apartamento tratando de no sentirse tan mal por lo sucedido. La idea era volver a casa y ducharse antes de ir a dormir. En su lugar estaba plantado frente a la puerta de Luke con su estómago hecho un nudo apretado. Ni siquiera recordaba cuanto tiempo llevana ahí parado, tratando de convencerse de que lo mejor era dar la vuelta e ir a casa o cualquier otro lugar.

«Esto no es justo y lo sabes» se dijo. No era justo ni para Luke, ni para él. Sabía que su presencia ahí podía significar un gran malentendido, haciéndole creer a Luke cosas que no eran. Dios...¿entonces por qué no podía largarse de una buena vez y dejar de parecer un loco acosador parado ahí sin moverse?

Se mordió el labio inferior, rastrillando con sus dientes hasta que la piel bajo el labio, ardió. Pero ni siquiera esa pequeña cantidad de dolor fue suficiente para hacerlo recapacitar. Sus pies seguían sin moverse y su corazón latia desbocado. En el peor de los casos, alguien de los alrededores lo vería y llamaría a la polcía al darse cuenta de que solo estaba ahí siendo raro e irracional.

Después de otro rato debatiendo y sintiéndose terrible, sacó su teléfono y envió un texto.

Wes: Estoy afuera de tu casa. Por favor no respondas. O mejor aún... pideme que me vaya.

Cerró los ojos. Su estómago se apretó aun más haciendo que se encogiera un poco, soltando una risa temblorosa. ¿Qué demonios estaba mal con él? Hace solo una semanas despotricaba en contra de Luke, empujándolo lejos y siendo este prospecto de imbécil...y ahora lo buscaba activamente aún sabiendo que aquello podía ser un error. No podía entenderse a si mismo y estaba tan jodidamente asustado por eso.

El miedo era casi insoportable. Era uma cosa desagradable que le dejaba un sabor amargo en la boca.

Observó de nuevo su teléfono. Habían pasado varios minutos y no obtuvo una respuesta. Eso desató una oleada de alivio, a la vez que su corazón se desplomó a causa de la decepción. Y esa contradicción no hacia más que agobiarlo y hacerlo querer gritar a causa de la desesperación y la confusión que junto al miedo, eran suficientes para hacerlo querer correr hasta que todo dejara de importar.

Pero estaba bien, el que Luke no hubiera respondido sin duda era lo correcto, así que necesitaba juntar su mierda, retroceder e ir a casa antes de que pudiera volver las cosas más complicadas. Ese era un buen plan y aún si le tomara toda su fuerza de voluntad, iba a alejarse; dio un paso atrás, luego otro, estaba por girarse cuando la luz del porche se entendió y el seguro de la puerta traqueteo.