||REGRESANDO A PARADISE||
Durante el resto del viaje, John y yo hacemos unos cuantos intentos por recuperar la señal de las esferas, pero, cada vez que pongo en marcha el sistema solar, se limita a dar vueltas de forma normal. Ya es casi medianoche cuando decido rebuscar entre los demás objetos y piedras del Cofre, pero en ese momento veo las luces dispersas de un pueblo en el horizonte. Veo pasar un cartel a mi derecha, como aquella vez, hace meses, cuando era Marcus quien conducía dirigiéndonos a rescatar a mi hermano:
BIENVENIDOS A PARADISE, OHIO
5, 243 HABITANTES- Bienvenidos a casa -susurra Sam
Pego la frente a la ventanilla y reconozco un cobertizo desvencijado, un viejo cartel anunciando manzanas y una camioneta verde que sigue en venta. Bernie Kosar se sube de un salto al asiento contiguo al mío para estar con John y empieza a menear la cola a un ritmo endiablado. Mete el hocico por la pequeña rendija de la ventanilla de mi hermano y olfatea con fuerza el aire que parece que tan bien conoce. Beagle por otro lado, se ha transformado en un hurón blanco para meterse a mi abrigo. Tras tomar la primera salida a la izquierda y girar en un par de cruces más, dando un par de rodeos aquí y allá para asegurarnos de que no nos sigan, y mientras buscamos el lugar más adecuado y menos llamativo para dejar el todoterreno, repasamos el plan una vez más.
- Cuando hayamos encontrado el transmisor, volveremos directamente al coche y nos vamos de Paradise sin perder más tiempo -dice Seis- ¿De acuerdo?
- De acuerdo -respondo
- No nos ponemos en contacto con nadie más; nos largamos y punto -dice mirando más que nada a mi hermano- Carretera y manta
Se que lo dice por la novia de mi hermano. Sarah.
» ¿De acuerdo, John? ¿Nos vamos inmediatamente?
- Ya vale. Capté la indirecta -dice él
- Perdón
Sam aparca el todoterreno debajo de un arce en una calle oscura, a tres kilómetros de su casa. Mis pies tocan el asfalto, mis pulmones absorben la primera bocanada de aire de Paradise. John sale un poco antes que yo, y lo veo disfrutar su entorno con añoranza y nostalgia de su vida aquí. Debió haber sido una gran vida. Como no queremos arriesgarnos a perder su Cofre por dejarlo en un coche sin vigilar, Seis abre la puerta de atrás y se lo carga al hombro. Cuando ve que puede llevarlo con comodidad, se vuelve invisible. Seguido de ella, lo hago yo.
- Esperen -dice John- Primero quiero sacar una cosa. ¿Seis?
Cuando ella reaparece, abre el Cofre, toma la daga lórica y se la mete en el bolsillo de atrás de los vaqueros.
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SOY EL NÚMERO DIEZ °Legados de Lorien x Teen Wolf°
FanfictionVinimos diez a la Tierra. Tenemos el mismo aspecto que ustedes. Hablamos igual que ustedes. Vivimos entre ustedes. Pero no somos como ustedes. Podemos hacer cosas que solo puedes imaginar. Tenemos poderes con los que solo pueden soñar. Somos más fue...