||CADA VEZ MÁS UNIDOS||
DIEZ
Un leve susurro llega hasta mí. Es una voz fría. Escucho con atención, aunque no soy capaz de moverme. Ya no estoy dormida, pero tampoco despierta. Estoy paralizada, y a medida que se intensifican los murmullos, mi vista viaja a través de la impenetrable oscuridad de mi habitación de motel. La electricidad que siento mientras la visión se despliega sobre mi cabeza me recuerda al momento en que el lumen, me encendió las palmas de las manos en Beacon Hills, California. Entro completamente en la visión que flota sobre mí, rompiendo la oscuridad con mis manos encendidas, pero el resplandor termina engullido por las sombras.
Y entonces me detengo en seco.
Todo se queda en silencio.
Levanto las manos frente a mí pero no llego a alcanzar nada. Mis pies no tocan el suelo, como si estuviera suspendido sobre un gran vacío. Oigo más susurros en un idioma que no reconozco; y sin embargo, lo comprendo sin saber cómo. Las palabras manan impulsadas por un sentimiento de ansiedad. La oscuridad se disipa, y el mundo en el que me encuentro adopta un tono grisáceo antes de iluminarse con una luz tan blanca que tengo que entornar los ojos para mirar. La bruma que flota delante de mí se hace jirones y revela tras de sí una espaciosa sala con velas colocadas a lo largo de las paredes.
- No... no sé qué ha podido salir mal -dice una voz, claramente trastornada
La sala es larga y amplia, del tamaño de un campo de fútbol. Un agrio olor a azufre me quema los agujeros de la nariz y me humedece los ojos. El aire es caliente y denso. Y es entonces cuando las veo, en el extremo más alejado de la sala: dos figuras envueltas en sombras, una mucho más grande que la otra, y amenazadora incluso vista desde lejos.
- Se han escapado. No sé cómo, pero se han escapado
Me acerco un poco más. Siento el tipo de calma que a veces tienes en sueños, cuando sabes que estás dormido y que nada puede dañarte en realidad. Las sombras aumentan a medida que me aproximo paso a paso.
- Todos muertos. Los han matado a todos, junto con tres piken y dos kraul -dice la figura más menuda de las dos, hablando con manos nerviosas al lado de la sombra más corpulenta- Ya los teníamos. Estábamos a punto de... -prosigue la figura, pero la otra le interrumpe y otea el aire para ver lo que ha presentido ya
Me detengo, dejo de moverme y contengo la respiración. Y entonces me encuentra. Un escalofrío me recorre la columna.
- John. Alysa -dice alguien, y su voz es como un eco lejano
No entiendo porque nos habla a John y a mí cuando él no está aquí. La sombra de mayor tamaño se acerca a mí. Es una figura imponente, de seis metros, musculosa, con una mandíbula de contornos afilados. No lleva el pelo largo como los demás, sino corto. Tiene la piel morena. Nos sostenemos la mirada mientras se acerca lentamente. Quince metros nos separan, y después diez. Se detiene a cinco metros de distancia. El colgante que llevo en el cuello se hace cada vez más pesado, y la cadena se me clava en la nuca. En torno a su garganta, como si fuera un collar, veo una cicatriz grotesca, de tonos morados.
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SOY EL NÚMERO DIEZ °Legados de Lorien x Teen Wolf°
Fiksi PenggemarVinimos diez a la Tierra. Tenemos el mismo aspecto que ustedes. Hablamos igual que ustedes. Vivimos entre ustedes. Pero no somos como ustedes. Podemos hacer cosas que solo puedes imaginar. Tenemos poderes con los que solo pueden soñar. Somos más fue...