{CHAPTER ONE} Fall Of New York

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||CAIDA DE NUEVA YORK||

||CAIDA DE NUEVA YORK||

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CUATRO

Pasamos corriendo junto al ala rota de un reactor caza que debe de haber estallado en mil pedazos; el fragmento de metal dentado yace en medio de la calle, como la aleta de un tiburón. ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que oímos rugir los cazas en el cielo, rumbo al norte de Manhattan, donde se cierne el Anubis? A mí me parecen días, pero creo que solo han sido unas horas. Algunas de las personas con las que estamos (los supervivientes) han soltado gritos de alegría cuando han visto los cazas. ¡Como si las cosas fueran a cambiar! Yo sabía que no iba a ser así y he preferido no abrir la boca. Al cabo de unos minutos, ya hemos oído las explosiones: el Anubis ha borrado todos los jets del cielo y ha llenado Manhattan con los fragmentos del equipamiento militar más sofisticado de la Tierra. Ya no han vuelto a mandar más cazas. ¿Cuántas muertes habrá habido? Cientos. Miles. Puede que más. Y todo por mi culpa. Porque no pude matar a Setrákus Ra cuando tuve la oportunidad.

- ¡A la izquierda! -grita una voz detrás de mí

En lo que tardo en volver la cabeza, formo una bola de fuego sin siquiera pensarlo y se la arrojo a un soldado mogo en cuanto asoma por la esquina. Sam, Malia, Stiles (quien carga a Alysa con ayuda de su amiga mujer coyote) la docena de supervivientes que hemos ido recogiendo por el camino y yo apenas aminoramos el paso. Ahora estamos en la parte sur de Manhattan. Hemos llegado hasta aquí corriendo, sin parar de luchar durante todo el camino. Edificio tras edificio. La idea era alejarnos todo lo posible del centro de Manhattan, donde la concentración de mogos es mayor y donde hemos visto el Anubis por última vez. Estoy agotado. Trastabillo. Ni siquiera me siento los pies: están entumecidos del cansancio. Creo que voy a desmayarme como lo ha hecho Alysa. Un brazo me rodea los hombros y me sujeta.

- ¿John? -me pregunta Sam preocupado

Me sostiene. Es como si su voz me llegara desde el otro lado de un túnel. Trato de responderle, pero no soy capaz de articular palabra. Sam vuelve la cabeza hacia su primo, y este al ver su expresión se vuelve hacia los supervivientes:

- Tenemos que apartarnos de la calle durante un rato: necesita descansar

Lo siguiente que recuerdo es que me apoyo contra la pared del vestíbulo de un bloque de pisos. Debo de haber perdido el conocimiento durante un minuto. Trato de hacer tripas corazón, de recomponerme; hay que seguir luchando. Pero no puedo; mi cuerpo se niega a soportar más castigos. Dejo que mi espalda se deslice por la pared hasta que me quedo sentado en el suelo. La moqueta está cubierta de polvo y cristales rotos, probablemente procedentes de alguna explosión ocurrida en el exterior. Hay veinticinco personas apiñadas. No podíamos salvar a más. Estamos sucios y manchados de sangre; algunos, heridos, y todos, extenuados. ¿Cuántas heridas habré curado hoy? Al principio ha sido fácil, pero, después de muchas, mi Legado sanador me ha dejado sin energía. Y sin ayuda de Alysa... debo de haber llegado al límite.

SOY EL NÚMERO DIEZ °Legados de Lorien x Teen Wolf°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora