||¿DÓNDE ESTÁ "CINCO"?||
CUATRO
Hacia mediodía ya estamos cruzando el río Misuri, a pocas horas de Arkansas. Nos ha costado más de lo que esperábamos salir de Chicago: al fin y al cabo, el vehículo de Nueve no tiene uno de esos dispositivos especiales de coche de super espía que nos permita volatilizar el tráfico. Al principio estoy un poco nervioso: Sarah está detrás del volante, zigzaguea de un carril al otro y se pega al vehículo de delante cada vez que tiene oportunidad. Pero luego me doy cuenta de que los demás conductores hacen exactamente lo mismo. Supongo que es el modo como se conduce en las grandes ciudades.
Después de dejar Chicago a nuestras espaldas, la autopista se abre ante nosotros. No hay más que terrenos de cultivo a ambos lados de la carretera. Adelantamos varias camionetas mientras sus motores retumban a nuestro paso; ahora hacemos un buen tiempo, sin recurrir no obstante al sistema de óxido nitroso que instaló Sandor. Lo último que necesitamos es que nos detengan. Estoy convencido de que aún aparezco en rojo en la mayoría de las bases de datos del Gobierno, y ninguno de nosotros tiene siquiera permiso de conducir, lo cual es otro problema potencial. Cuando volvamos a Chicago, veré si Marcus puede hacernos unas documentaciones falsas. Necesitamos nuevos carnés de identidad falsificados.
- ¿Han tratado alguna vez de hacer invisible un coche entero? -les pregunta Sarah a Seis y a Alysa, que prácticamente no han abierto la boca desde que salimos. Seis se acomoda en el asiento trasero con Bernie Kosar en el regazo- Me refiero a que lo estás tocando
- Yo no -dice Seis- No lo he intentado
- Esto... -responde Alysa quien está a mi lado acariciando la cabeza de Beagle en su forma de un hurón blanco- Nunca lo he intentado
- Pues no lo intenten -les digo, tal vez con demasiada aspereza- Alguien podría chocar contra nosotros
- Gracias, John -dice Seis secamente- Si no hubieras dicho nada, probablemente nos habría vuelto invisibles a todos aquí mismo, delante de todo el mundo, yendo a unos ciento veinte kilómetros por hora. Menos mal que estás aquí para controlarnos a tu hermana y a mí, y controlar también que Sarah no conduzca demasiado rápido
Abro la boca, dispuesto a soltarle una respuesta ingeniosa, algo acerca de que es una atolondrada y que nunca se sabe qué locura puede llegar a hacer (como invitar a mi novia a que nos acompañe en una misión peligrosa), pero me lo pienso mejor cuando veo que Sarah me está mirando. Tiene una ceja levantada, como si el tono de Seis la hubiera desconcertado. Probablemente se ha percatado de las malas vibraciones que hay entre ella y yo desde que salimos de Chicago. Es algo que no me apetece explicarle, así que me limito a encogerme de hombros y trato de pasar por alto toda la historia. Seis tiene razón: he estado controlando nuestra velocidad de forma obsesiva. Cada vez que Sarah pisa el acelerador, le doy un golpecito en la pierna. Ella desacelera y me dedica una mirada de disculpa, como si no hubiera sido culpa suya, como si el coche le rogara que fuera deprisa. Tal vez no debería ser tan obsesivo y tendría que dejar que corriera un poco más, sin importarme las consecuencias. Probablemente es lo que harían Seis o Nueve. Tal vez hasta Alysa. Me asalta todo el tiempo el temor de sentir arder en el interior de mi pierna una nueva cicatriz. ¿Y si los mogadorianos encuentran a Cinco antes que nosotros, solo porque no he dejado que Sarah pisara el acelerador a fondo? Este es el tipo de pensamientos que me ha hecho perder el sueño estas últimas noches... Me refiero no tanto a pensamientos acerca de Cinco, sino sobre cómo dirigir nuestro grupo. No hay modo de planear todas las eventualidades, por mucho que te rompas la cabeza. Todo sería mucho más fácil si tuviera una actitud como la de Nueve, si pudiera simplemente salir y enfrentarme a las cosas tal como vienen. Y, encima, aparece de nuevo este drama con Seis. Y todo por un dichoso beso. Ahora mismo no hay ni un solo aspecto de mi vida que no me supere.
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SOY EL NÚMERO DIEZ °Legados de Lorien x Teen Wolf°
FanfictionVinimos diez a la Tierra. Tenemos el mismo aspecto que ustedes. Hablamos igual que ustedes. Vivimos entre ustedes. Pero no somos como ustedes. Podemos hacer cosas que solo puedes imaginar. Tenemos poderes con los que solo pueden soñar. Somos más fue...