Vinimos diez a la Tierra.
Tenemos el mismo aspecto que ustedes. Hablamos igual que ustedes. Vivimos entre ustedes.
Pero no somos como ustedes.
Podemos hacer cosas que solo puedes imaginar. Tenemos poderes con los que solo pueden soñar. Somos más fue...
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En cuanto ha terminado la escuela, Lydia ha pasado por mí para que fuéramos al centro comercial. Como siempre, a comprar ropa y zapatos. Luego recogimos a Malia en su casa, y nos dirigimos a casa de Lydia. La chica coyote se había estado preparando para hacer un viaje a Francia. No pudo ingresar a una universidad por sus bajas notas, y para empezar, ni siquiera sabía que quería estudiar, así que no aplicó para ninguna universidad. Pero tenía ganas de viajar, conocer el mundo, de saber más del exterior. Comprensible luego de haber pasado casi ocho años como un coyote en el bosque. No es que solo quisiera viajar, ella necesitaba salir de su entorno familiar. Acoplarse al mundo para saber que quería realmente en la vida, sobre todo luego de la imagen de la guerra en la que estuvo en primera fila. Me alegro por ella, al menos sabe que quiere ser libre de recorrer el mundo, y así empezar a formar su identidad.
Yo no sé lo que quiero hacer en la vida para empezar, tengo mi personalidad y todo, pero... fuera de la guerra por la que me preparé toda mi vida, no conozco otra cosa que pueda hacer. Fui entrenada para luchar, pero nunca pensé en lo que tendría que hacer luego de ella. Cuando lo hacía, solo era una fantasía que deseaba, una donde estuviera con Stiles, pero jamás me visualicé haciendo algo en concreto, una profesión para dedicarme toda la vida. Siempre creí que era absurdo pensar en ello cuando cabía la posibilidad que terminara muerta en la batalla final contra Setrákus Ra. Sentía que pensar en ese 5% de posibilidad era tonto. Ahora, veo que me he equivocado en grande. Tengo solo seis meses para saber lo que quiero hacer el resto de mi vida; ni siquiera un año pues las solicitudes a las universidades junto al examen se harán en seis meses. Tanto John como yo solo sabemos una cosa. Queremos estar juntos.
- ¿Lobos u hombres lobos? -pregunta Malia
Está acostada junto a mí sobre la cama de Lydia. Ella leyendo un libro sobre Francia mientras Lydia termina de empacar sus cosas para el MIT. Su curso inicia en una semana, pero tiene que terminar de empacar todo para irse más tardar pasado mañana. Yo le ayudo con el uso de mi telequinesia. Mientras ella guarda sus cosas perfectamente en la maleta, yo me encargo de sacarlas de su ropero o de las tantas bolsas de compras que hemos hecho hoy, las doblo y se las entrego mediante mi telequinesia. Así todo es más fácil. Sé que dije que dejaría de usar mis poderes para cualquier cosa, pero... es difícil dejar de hacerlo cuando tienes esa facilidad a la mano.
- Dijeron que lobos -responde Lydia cerrando su segunda maleta de equipaje
Le he contado a Lydia lo que me han contado los chicos sobre lo sucedido ayer en el entrenamiento, pues Liam y ellos me han pedido el favor de pedirle a Malia que les ayude con este caso. Es raro, mi relación con Malia ha cambiado completamente, no sé si le agrado como amiga, pero al menos ya no me odia como lo hacía antes.
- No me interesa, vayan ustedes -responde Malia desinteresada, mientras rueda sobre la cama para cambiar de posición, ahora estando boca-arriba
- Liam pidió ayuda de la mujer coyote -le digo- No de la Banshee o una Lórica
