||LA NUEVA GUARDIA||
DIEZ
Nunca publiques nada en internet. Esta es la regla número uno.
Por supuesto, todos la hemos infringido alguna que otra vez, y, como resultado, algún mogo ha acabado pillándonos. Porque, en ocasiones, la desesperación es más fuerte que nuestro deseo de no cometer estupideces. Sucede.
Eviten las críticas.
Pero, la verdad, es una tontería publicar cosas en Internet. El vídeo, grabado obviamente con un teléfono móvil, comienza con la imagen de un torrente de agua atronador. Veo aparecer en la pantalla una cascada impresionante que identifico enseguida: son las cataratas del Niágara. La persona que está filmando se encuentra en un montículo cubierto de hierba situado al mismo nivel que el salto de agua.
- Uy, ¡se oye muy fuerte!
La cámara se agita cuando la persona que está sosteniendo el teléfono se aleja de la cascada. Durante estos pocos segundos de movimiento incontrolado, me fijo en algunos detalles: una chica rubia que parece que se haya bebido un pack de seis latas de cerveza está de pie cerca del borde del precipicio, junto a una roca protuberante y dentada de un azul sobrenatural.
Loralita.
Una nueva formación, tal como dijo la Entidad. Antes de que pueda ver la piedra con detalle, la cámara se estabiliza y enfoca directamente la cara picada de viruelas de un adolescente mugriento. Está muy delgado. Lleva una cresta teñida de rubio, casi blanca, y una barba incipiente que le crece a clapas. Va vestido con un chaleco tejano desgarrado lleno de parches, una camiseta sin mangas andrajosa y, aunque no puedo verle los pies, estoy convencida de que calza botas militares. Por supuesto, lo reconozco de la sesión telepática a la que Legado nos sometió. Es uno de los chicos que parecía más impaciente por responder a la llamada de John y mía, y entrar en acción. A pesar de que se ha apartado del borde de la cascada, todavía tiene que gritar para que el ruido del agua no ahogue sus palabras.
- ¡Hola, Alysa White, John Smith y superamigos! ¿Están ahí? Les habla Nigel Rally. Nos conocimos en..., bueno..., esa cosa. He encontrado sus dichosas piedras, y, bueno, ha sido muy guay saltar así de un lugar a otro del mundo, pero ¿cuándo vendrán a recogernos?
No me sorprende en absoluto que estos miembros de la Guardia internacionales estén perdidos y confundidos. Mi hermano y yo les dijimos que vinieran a ayudarnos, y Legados les explicó que podían usar las piedras loralitas para teletransportarse por todo el planeta con solo imaginarse una ubicación. Pero Setrákus Ra interrumpió nuestro encuentro antes de que tuviéramos tiempo de darles una idea concreta de cómo localizarnos, una tarea más bien ardua ahora que estamos escondidos.
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SOY EL NÚMERO DIEZ °Legados de Lorien x Teen Wolf°
FanfictionVinimos diez a la Tierra. Tenemos el mismo aspecto que ustedes. Hablamos igual que ustedes. Vivimos entre ustedes. Pero no somos como ustedes. Podemos hacer cosas que solo puedes imaginar. Tenemos poderes con los que solo pueden soñar. Somos más fue...