||PRUEBA DE PRESIÓN||
Volvemos a casa alrededor de las tres de la madrugada, Marcus nos esperaba en uno de los sillones de la sala preocupado de nuestra tardanza, pero, luego de explicarle lo sucedido con la loba que apareció en la casa de Scott y decirle que no pudimos irnos hasta que Melissa trató sus heridas y nos aseguramos de que no hubiera más problemas es que pudimos regresar, pareció comprender, y se fue directamente a dormir a su habitación. Entiendo perfectamente todo su cansancio, todos pensábamos que la guerra había acabado, y que nadie sería tan idiota como para empezar una nueva luego de lo sucedido. Claramente eso pensaba hasta que conocí a los mayores idiotas que la humanidad ha tenido: Tamora Monroe y Gerard Argent.
Mi hermana duerme sobre mi pecho, y yo me aseguro de que nadie interrumpa ese sueño, necesita dormir todo lo que pueda por si cosas peores suceden en estos días (cosa que seguramente pasará conociendo nuestra racha) además de recuperarse de sus desveladas continuas de los últimos días. Creo que es la primera vez que dormimos juntos luego de varios meses, y eso ha sido porque al estar preocupado por sus pesadillas decidí vigilarla de cerca. Cuando ella estaba a punto de irse a dormir, con Beagle como siempre a su lado, me colé a su habitación poniendo como excusa que me gustaría pasar tiempo de calidad en familia. Platicamos un rato: ella preguntándome más que nada sobre cómo me sentía, sobre todo por lo de Sarah y lo de Henri, preocupada por mi salud mental luego de la guerra mogadoriana. Al cabo de un rato, se quedó dormida junto a mí, y yo me he quedado mirando el techo durante horas intentando conciliar el sueño.
No sé qué pensar.
El hecho de que se presenten nuevamente problemas de alguna forma me está ayudando a no tener que lidiar con mi mente, por no decir que me siento feliz, por así decir; me ayuda a alejar pensamientos deprimentes y a evadir verdades que aún me cuestan aún asimilar. No había podido dormir con tantos pensamientos albergados en mi cabeza desde que terminó la guerra, y las pocas horas que lo he hecho han sido en los últimos días, cuando mi mente se ocupaba de pensar sobre la nueva guerra que se desata entre humanos y lo sobrenatural en vez de mis propios problemas. Y luego de la charla que he tenido con mi hermana, mi mente se ha puesto a meditar sus palabras con severidad.
Me estoy matando a mí mismo de esta forma.
Sé que estoy mal, y como me ha dado a entender mi hermana, tampoco estoy haciendo nada por mejorar. Me conformo, y eso es peor. He sido como un robot los últimos meses: como, duermo, respiro, y sigo, solo porque sé que tengo que hacerlo. Pero fuera de eso, estoy sin vida. Tengo que cambiar. Lo sé. Pero lo frustrante de todo esto es... que no sé cómo hacerlo. No sé ni por donde, o cómo, empezar. Solo sé que tengo que aprender a vivir con mi pena, y a su vez, a volver a ser feliz.
Por Sarah y por Henri.
Sin darme cuenta, me dan las dos de la madrugada. Y justo al mismo tiempo, siento como mi hermana empieza a temblar bajo mis brazos. Alertándome que el tiempo de paz ha acabado. Sus labios empiezan a moverse con palabras que no logro entender ni escuchar, hasta que pongo mi oído en ello:
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SOY EL NÚMERO DIEZ °Legados de Lorien x Teen Wolf°
FanfictionVinimos diez a la Tierra. Tenemos el mismo aspecto que ustedes. Hablamos igual que ustedes. Vivimos entre ustedes. Pero no somos como ustedes. Podemos hacer cosas que solo puedes imaginar. Tenemos poderes con los que solo pueden soñar. Somos más fue...