El hijo de dos grandes heroes

73.- Koro y Hitomi

Llegue al lugar de donde provenian los gritos, aterrizando así sobre un mar de escombros, me puse a mirar por todas partes sin éxito, así que supuse lo único lógico en ese momento.

- El chico está bajo los escombros - supuse.

Así que con mis plumas hice un camino apartándo escombros, y usando otras plumas para hacer de pilar para que no se derrumbará aún más y baje como si de tobogan se tratase hasta llegar a un garaje lleno de polvo y con algún que otro escombro.

- ¿Como alguien ha podido llegar hasta aquí? - me pregunte.

Al ver que costaba un poco respirar, me vende la parte de abajo de la cara para filtrar el aire, y me puse a buscar al chaval. Al ser un sitio cerrado, los gritos de auxilio resonaban por todas partes, pero tras poco tiempo, pude encontrar a un chaval de unos tres años más con las manos sangradas dándole puñetazos a la ventanilla de un coche, el cual tenía a una nina pequeña llorando encerrada.

- Hey, ¿¡Estáis bien!?

Chico: ¡No, mi pobre Hitomi está encerrada! - gritaba entre sollozos y provocando los de la otra.

Hitomi: ¡Koro-nisan! - le gritaba entre llantos también.

Me acerqué a la ventanilla para ver como podría abrirla, pero a causa de que el miedo de uno aumentaba el miedo de otro, y de que los ruidos que hacían hacia que mi cabeza me doliera, decidí que hacer.

De forma disimulada, le hice la zancadilla al chaval, para que se cayera.

Koro: ¡Ahhh! - grito del susto.

Hitomi: ¡Qué le ha pasado a mí hermano! - grito entre lloros.

- Espera, vale - le sonreí - ahora mismo te saco.

Me agache para que de la nada Koro empezará a tambalearme de los hombros.

- ¿¡Por qué mierdas has hecho esto!?¿¡Por qué aún no has salvado a mi hermanita!?¿¡Tu no eras un Hero!? - me reprochaba entre lágrimas.

Mis nervios no paraban de intensificarse, tenia que hacer que Koro se tranquilizara, y sin llegar a pensar lo más mínimo, le propine una bofetada para que se callara para después taparle la boca.

- Ahora te vas a tranquilizar, ¿Vale? Te vendare las manos, y sacaré a tu hermana, pero necesito que te tranquilices - traté de calmarle - Al fin y al cabo tu eres su hermano mayor y yo solo soy un desconocido, no me tiene confianza, pero a ti si - le sonreí - así que trata de ser positivo, por qué ella está triste por qué tú estás triste,¿Vale?

Koro: ¿Enserio? - pregunto secándose las lágrimas

- Pues claro, para cuando esto termine ambos estaréis felices junto al resto de héroes - le sonreí.

-¡Vale! - grito con una sonrisa.

Le puse alcohol en los nudillos para desinfectarlos y le vende los nudillos y la parte de abajo de la cara.

Me levanté de un brinco y le cogí la mano para levantarlo.

Koro: Gracias.

- No es nada - le respondí - al fin y al cabo soy un héroe.

Nos encaramos ambos hacia la ventanilla con una Hitomi algo más relajada.

Koro puso las manos sobre la ventanilla y le hablo.

Koro: Hey, canija, no pasa nada, haz caso a este héroe y ambos saldremos sanos y salvos, ¿Vale?

Hitomi tan solo sonrió y asintió.

- Vale, hola pequeña - dije acercándome a la ventanilla - Por favor, ¿Puedes irte a la fila de delante? Por favor - le sonreí.

Hitomi: ¡Pues claro! - grito con una sonrisa mientras se ponia en la fila de delante.

- Perfecto.

Koro: ¿Como piensas sacarla?

- Ya verás - sonreí determinado.

Cubrí mis brazo con una cuarta parte de mis plumas (unas 125 por cada brazo)

- ¡Aero punch! - grité al reventar la ventanilla del coche de un puñetazo.

Tras reventar la ventanilla, saque a la Hitomi, la cual estaba completamente bien, y tras sacarlos del garaje, me los lleve a la zona de sanidad, les quite las vendas de la cara a cada uno.

Hitomi: ¿¡Pero que te ha pasado en la cara!? - le grito al ver que tenía una huella de mano en la cara.

- ¡Hay, lo siento mucho, me he pasado! - me disculpe en forma de referencia recibiendo un leve golpe en la nuca haciéndome alzar la vista.

Hitomi: Así estamos en paz - declaró

Koro acarició el pelo de Hitomi y siguió hablando.

Koro: Je, no pasa nada, lo siento mucho, es que es nuestra primera vez, así que estaba muy asustado por si en realidad si que pasaba algo - se disculpó avergonzado haciéndome caer en la cuenta de algo.

- Oye... ¿No sois muy jóvenes cómo para trabajar?

- Si, bueno...

Hitomi: Trabajamos para poder comprar comida - dijo con una sonrisa.

- Ah, así que es por tema salarial.

Koro: Si, es que... - le tapo los oídos a Hitomi- Nuestros padres están difuntos y bueno... Tengo que hacer algo con lo que vivir, ¿No? - dijo con una sonrisa avergonzada.

- ¡Lo-lo siento mucho! - grité.

Koro: Hey, no pasa nada, esta vida no está tan mal, al fin y al cabo, al parecer mayor de edad pude conseguir trabajo.

- Espera,¿Cuantos años tienes?

Koro: 14, y Hitomi 10, por eso trabajamos de esto, no necesito ningún "conocimiento académico" para trabajar de esto.

- Oye, ¿Pues por qué no te haces un héroe?

Koro: Un... ¿Héroe?

- ¡Si! - le respondí - salvo en algunas academias, tampoco piden notas muy altas para entrar, y es una buena forma de ganarse la vida, y desde el punto de vista económico... - me acerqué a su oído - Suelen pagar muy bien - le susurré .

Hitomi: ¡Si! Se un héroe, Koro-nisan - le ánimo

Koro: Ufff... No se, la verdad - sonrió avergonzado.

- Hey, no pasa nada, al fin y al cabo es tu vida.

Koro: Gracias.

Hitomi:¡Si, muchas gracias! - grito sonriente.

- Bueno, yo me voy, que os vaya bien.

Se despidieron de mi y volví a tratar de acentrarme, pero de la nada una gran explosión se escuchó.

El caos se adueñó del terreno. Un enorme grupo de enmascarados liderados por Gang Orca, los cuales se hacían pasar por villanos, salió del agujero creado en el muro.

De la nada todo empezó a descontrolarse y sin previo aviso, al ver que empezaban a dirigirse a la zona de sanidad, me dirigí volando a encarar el ejército.

- ¡Esta prueba es la hostia! - grité ilusionado.