—Ay, que te den puta—gruñí colocándole bien la almohada y la sábana.
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Al principio simplemente ignoré la primera llamada y colgué, pero siguió llamando, al final me rendí y contesté.
—¿Hola?
—Necesito tu ayuda.
—¿Quién eres?
—Carter.
—¿Cómo mierda encontraste mi número? ¿Y porqué yo?—casi suelto un sollozo con aquello último.
—Owen no me responde.
—¿Y sólo tienes de amigo a Owen?—me senté en la cama, frustrada.
—Necesito tu ayuda—volvió a repetir.
—¿Para que? ¿Por qué? ¿¡En qué!?
—Porq…—antes de terminar la frase colgó la llamada.
¿Este chico está loco? ¿Cuántas neuronas tiene? Si se cree que me voy a preocupar por una llamada así debe estar muy tonto.
Dejé el móvil cargando y me tumbé otra vez en la cama tratando de dormir de una vez por todas. El insomnio siempre fue uno de mis peores enemigos.
Terminé poniendo música y apagando todas las luces disponibles y fue entonces cuando dormí, pero mi plan no funcionó por mucho tiempo.
El móvil volvió a sonar está vez sí despertándome, con los ojos aún entrecerrados lo cogí, era otra llamada entrante, abrí los ojos del todo y la luz de la pantalla casi me deja ciega, primero revisé la hora: las 02:30 de la madrugada.
¿¡Quién en su sano juicio llamaría a estas horas!? Sin perder un segundo más haciéndome preguntas sin respuestas respondí a la llamada, molesta.
—¿Hola?—dije con la voz aún adormecida.
—Evelyn, por fin contestas—era la voz de Owen, sonaba realmente agradecido que ya haya contestado, y me di cuenta que esa era la décima llamada, ya había llamado nueve veces anteriormente.
Me volví a llevar el móvil al oído y observé el techo.
—¿Qué pasa, Owen?—cuestioné en un susurro porque mi voz aún estaba más dormida que yo.
—Siento despertarte a estas horas, pero necesito tu ayuda.
—¿En qué?—fruncí el ceño.
—Hirieron a Carter—con eso me incorporé de golpe en la cama.
—¿Qué tengo que hacer?—pregunté poniéndome de pie rápidamente.
—Er… por ahora abrirnos la puerta.
—¿Están a la puerta de mi casa?
¿Que mierda…?
—No quisimos llamar al timbre para no despertar a tu compañera de habitación.
—Voy—me puse de pie dejando el móvil sobre la cama y aún descalza fui a abrir la puerta, el aire fresco de la noche golpeó mi rostro nada más abrí la puerta.
—Hola—musitó Owen ayudando a Carter a ponerse de pie.
—¿Porqué aquí?—masculló Carter apoyándose en su mejor amigo.
—Entren—indiqué abriendo la puerta del todo—. ¿Qué pasó?
—Ahora mismo te explico.
—No—habló nuevamente Carter—ni se te ocurra...

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Un Beso Letal
RomanceDos personas. Un pueblo. Un secreto. Un sentimiento. Y no es exactamente el amor, es el odio. Una vida llena de luces y energía mientras que la otra está llena de oscuridad y secretos. ¿Un golpe puede juntar a dos personas que principalmente se odia...