Un Beso Letal

11. Stitches

Carter salió de la habitación tenso, cosa que logró preocuparme por completo.

¿Le había sucedido algo a Aiden?

—¿Que ha pasado?—pregunté acercándome a él.

—Nada, todo en orden—me dedicó una triste sonrisa y después me abrazó—. Me tengo que ir, ¿vale? Tengo que ocuparme de un asunto.

—No te metas en líos, por favor.

—Tranquila, todo está en orden—indicó y después puso unas llaves en la palma de mi mano—uno de mis coches está fuera, cuando vayas a casa ve en él.

—¿Y tú?—fruncí el ceño.

Cómo respuesta sacó otras llaves de sus bolsillos y se encogió de hombros.

—Iré en el otro—respondió con simpleza.

—Esta bien—asentí guardándome las llaves en mi bolso—. ¿Seguro que estás bien?

—Sí, no te preocupes—asintió abrazándome.

El abrazo duró bastante, y cuando se separó dejo un pequeño beso sobre mis labios y se alejó.

Noté a Tyler seguir cada uno de sus movimientos con la mirada.

—¿Que le pasa?—preguntó acercándose a mí.

—Ni idea, dijo que tenía que resolver algun asunto—respondí encogiéndome de hombros.

—Iré con él por si acaso—mencionó.

—Se lo explicaré a Aiden—asentí.

—Esta bien, gracias—asintió dándome un leve apretón en el hombro para después alejarse.

Yo volví a tomar asiento al lado de Alice, la pobre casi no podía mantenerse quieta, estaba muy nerviosa, y es algo normal, a todos nos preocupa aquel pelinegro hiperactivo.

—Se encuentra bien, no te preocupes.

Ella apoyó la cabeza en mi hombro en silencio.

—No me puedo quitar de la cabeza el momento en el que lo encontré bañado de sangre en el suelo—susurró—. Fue la peor sensación de mi vida, Eve.

—Tranquila—la abracé—él está bien ahora, tomará tiempo sanar sus heridas internas pero lo conseguirá, ¿vale? Él es muy fuerte.

Ella simplemente asintió en silencio.

—Ve a verle—la animé—. Estoy segura de que querrá verte.

—Pero...

—Ve—repetí separándola de mi cuerpo.

—Esta bien—murmuró poniéndose de pie.

Observé cómo entraba a la habitación y cerraba la puerta detrás de ella.

Empezaba a odiar aquel pasillo incoloro, aquella puerta, aquel aroma a químicos...

Definitivamente odio los hospitales, e irónicamente es el lugar más visitado por todos nosotros.

—¿Que tal te encuentras?—cuestioné tomando asiento al lado de Chase.

Se le notaba bastante nervioso, movía su pierna izquierda de manera constante y tenía la mirada fija en el suelo, parecía pensativo y preocupado a niveles igualitarios.

—Fue horrible encontrarle en ese estado, Eve...—susurró pasándose una mano por el rostro—estoy cansado de todo esto, estoy cansado de estos hospitales, de ver a gente que quiero sufrir...

—Solo es una fase—murmuré pasando mi brazo por sus hombros—pronto todo mejorará, esto solo es un bache en nuestro camino, ¿vale?

—Pero siento que se me están agotando las fuerzas—musitó frotándose los ojos.