Esto se consideraría depresión.
En serio, es jodidamente horrible ver cómo a tu alrededor solo hay parejas felices y tú allí en la esquina, con una sudadera negra con la capucha puesta en pleno mes de marzo navegando en redes sociales porque aparte de aburrida también estaba sola.
Jayden y Andrew desaparecieron como cinco veces en la habitación de uno de ambos, Chase y Maya llevaban como media hora en la cocina horneando quien sabe que mientras que Alice y Aiden seguían juntitos en el sofá de al lado, Alice posiblemente trabajando pero al mismo tiempo dándole mimos a Aiden quien tenía la cabeza apoyada en el regazo de la castaña y los ojos cerrados.
—Evelyn, no es por nada pero llevo como media hora percibiendo tu estado depresivo—murmuró Aiden aún con los ojos cerrados.
—Pues ignóralo—contesté metiéndome en el perfil de Harry Styles para ver sus publicaciones por quinta vez en el día.
—Venga ya, no me seas dramática—el pelinegro abrió los ojos fijando su mirada en mi—¿Qué haces, enferma de mierda?
—¿Qué?—adquirí llevándome una palomita a la boca.
—¿Qué cojones haces allí en la esquina como si se te hubiera muerto el perro?
—¡No juegues con la vida de Edom!—le miré mal acariciando el suave pelaje del husky que seguía dormido a mi lado en el sofá.
—¿Y porque parece que acabas de salir de un terremoto?
—Todos aquí sois parejas y yo me quedé solita—gruñí saliendo del perfil de Harry Styles para entrar en el de Louis Tomlinson—¿Sabes? Mi vida es tan trágica como el hecho de que Harry y Louis no puedan estar juntos.
Aiden resopló cerrando nuevamente los ojos.
—Dramática de mierda—bufó entrelazando sus manos sobre su abdomen.
—¿Dramática yo? Si, es fácil decirlo cuando tu estás ahí feliz con el amor de tu vida a tu lado—Alice sonrió al escucharme pero no apartó la mirada de su portátil—en mi caso, el amor de mi vida se cree que no existo.
—¿Eh?—Aiden frunció los labios mirándome nuevamente—¿Quién te dijo que no recuerda nada sobre ti?
—¡Hace menos de veinticuatro horas ni se sabía mi nombre!
—Y te tomaba por drogadicta—Alice asintió sin alzar la mirada.
—Gracias, te odio con mi vida, Alice.
—De nada, mis padres me crearon para eso mismo.
Bufé con frustración regresando la mirada hacia mi tablet.
—Si llega Carter avísenme o también podéis tirarle del balcón si regresa diciendo que no recuerda a ninguno de nosotros—me puse de pie alejándome hacia mi habitación.
Carter Cavalier.
Nueva York.—¿Una reunión urgente para ti es preguntarme si mi hermano sigue con vida o no?—Reeth me observó con el ceño fruncido.
—¿Acaso interrumpí algún momento íntimo con Isaac?—alcé las cejas.
—Que va—negó—eso fue anoche.
Yo me atragante con el café que estaba bebiendo.
—Ya me contarás todo más tarde, ¿Riley está aquí en Nueva York?
—Tenía entendido que desde que dejó la banda, el grupo y todo vino aquí.
—Dios mío, Reeth no sabes ni en donde esta tu hermano.
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Un Beso Letal
RomanceDos personas. Un pueblo. Un secreto. Un sentimiento. Y no es exactamente el amor, es el odio. Una vida llena de luces y energía mientras que la otra está llena de oscuridad y secretos. ¿Un golpe puede juntar a dos personas que principalmente se odia...