—Whoa, me comienzas a caer un poco mejor, eh.
—¿No te caía bien?
—Cállate, regrese a los días de cuando te odiaba a muerte.
—No me odiabas, Sky.
—Si te odiaba—gruñí—ahora enséñame a tocar esto, hay muchos acordes y... Es complicado.
———————————
Salimos del estudio sobre las cinco de la tarde, nos detuvimos a comer en un restaurante antes de volver a casa.
Una vez allí descubrimos que efectivamente Aiden tenía en pie su plan de pasarse las vacaciones de invierno viendo Netflix en su habitación.
—¿Y si sales un poquito afuera?—sugerí al entrar a la habitación de Aiden.
—¿Ya follaron?
—¿Nosotros? Qué va—negué—¿Sales?
—No.
—Jayden y Chase ya están afuera.
—¿Y a mi que?—cuestiona comiendo una cucharada de Nutella—necesito terminar la película.
—Eso es un documental, Aiden.
—Pues el documental—se encogió de hombros.
Entonces cerré la puerta y caminé hacia él, me senté a su lado y fijé mi mirada en su perfil.
—¿Qué pasó?
—Nada.
—Aiden, estuvimos ausentes por cuatro horas, Jayden y Chase por dos horas. Estuviste dos horas solo, ¿qué pasó?
—¿Eres mi madre?
—No.
—¿Mi padre?
—¿No?
—¿Entonces porque te preocupas por mí?
—Porque eres mi cuñado—me encogí de hombros—me preocupas.
—Besé a Maya—admitió desviando la mirada de la pantalla para centrarla en mi.
—¿Y que pasa con eso?
—Pasa que no me gusta—murmuró—y parece que estoy jugando con ella y odio eso, Evelyn.
—No estás jugando con nadie, Aiden—le tomé de los hombros para que me mirase a los ojos—solo fue un beso, nada más.
—¡Era broma!—exclamó soltando una carcajada—¡No! ¡Con el libro no, Evelyn!
Le seguí escaleras abajo y le lancé un vaso de agua encima.
—Última vez que seré tu psicóloga, te lo juro.
—Además, ¿cómo caíste? Si Maya ni siquiera está aquí.
—¡Yo que se, Aiden!—amenacé con lanzarle otro vaso lleno de agua.
—Evelyn, me voy a resfriar.
—Y lo tendrías bien merecido—una mano detuvo mi movimiento justo cuando iba a lanzar el agua sobre Aiden, de nuevo.
—Eres mi salvación, Chase—con aquello Aiden subió de nuevo a su habitación.
Me giré lentamente hacia Chase y alcé las cejas.
—¿Qué pasa?
—Thomas está afuera.
—¿¡Qué!?
—Necesito que distraigas a Jayden.
—Jayden está allá afuera—indiqué con obviedad.
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Un Beso Letal
Roman d'amourDos personas. Un pueblo. Un secreto. Un sentimiento. Y no es exactamente el amor, es el odio. Una vida llena de luces y energía mientras que la otra está llena de oscuridad y secretos. ¿Un golpe puede juntar a dos personas que principalmente se odia...