1. Alone

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Todo el mundo nos suele decir que los años de universidad son de los mejores, que tendremos tiempo para fiestas, conocer personas, hacer amigos y la mayoría suelen conocer al amor de su vida en esos años.

Pero después estoy yo, Evelyn Lodge, que no tengo tiempo ni para escuchar música, estoy todo el maldito día pensando en porque terminé en una casa compartida con mi peor enemiga, a este nivel no tengo ganas ni de respirar, al principio el plan era que me tocara con mi mejor amiga, pero la muy puta la aceptaron en otra universidad lejos (más bien bastante de la mía) y por ese simple motivo ya no la puedo ver aquí.

Llevo menos de dos horas en el campus, hace media hora que dejé mi maleta en mi casa y fue entonces cuando mis ánimos visitaron el suelo, en cuanto supe que, la hipócrita, narcisista y además gilipollas de Kylier iba a ser mi compañera de habitación, la conozco desde que éramos pequeñas, cuando aún íbamos a infantil, fuimos "mejores amigas" en primaria, de allí llegamos a secundaria y cada una se fue por su camino; ella se fue con su novio y yo con mi portátil, auriculares y música.

Ahora, volver a verla estando en la universidad me provoca cierta ira incontrolable.

—Hey—escuché una voz muy cerca de mí, una voz que no reconocí en lo absoluto, solo puedo asegurar que se trata de una voz femenina.

Levanté la mirada de mi laptop y me quité un auricular, era una chica alta, de cabello negro azabache y ojos verdes.

—¿Hola?—saludé más en modo de interrogación que de saludo.

—Verónica—se presentó estrechando mi mano la cual no sé ni en qué momento alcé.

—Evelyn—respondí aturdida—¿Te equivocaste de persona? ¿Buscabas a alguien más?

—No, solo quería socializar—se encogió de hombros mientras se sentaba, en el proceso se quitó la chaqueta de cuero que portaba—. Hace calor.

—Sí, ya vi—murmuré finalmente quitándome el otro auricular, no debía ser mal educada—. ¿También eres nueva?

—Algo así—asintió con una sonrisa de lado con la mirada fija en los chicos que jugaban fútbol, especialmente en uno de ellos, su nombre era Owen, uno de los chicos más populares del lugar, y vaya que si es popular, porque tan solo llegué hace dos horas y ya me sé casi todo sobre él, es el típico popular guapo, de ojos azules y castaño que es capaz de liarse con cualquiera y después de un "me corrí" se va y se olvida de ti y de tu existencia.

—Se llama Owen—indiqué guardando para mí el resto de información.

—Es lindo—comentó para después girarse hacia mí—. Decidí que me caes bastante bien, ya somos mejores amigas.

—Ou—musité finalmente—acepto.

—Ibas a hacerlo después de todo.

—¿Qué carrera estudias?—cuestioné cambiando un poco del tema, si está chica (la cual es muy linda) iba a ser mi mejor amiga, prefiero saber casi todo sobre ella (o más bien lo necesario) para no terminar confiando en no sé, ¿una traficante de drogas?

—Periodismo—respondió después de meditar su respuesta—¿Y tú?

—Psicología—respondí finalmente.

—Encantada, futura psicóloga.

—Encantada, futura periodista.

—En realidad quería ser agente de FBI, pero no se pudo—suspiró apenada.

—¿Por?—esto se está haciendo interesante.

—Piden unas notas muy altas y mis notas siempre fueron de siete. Créeme hasta me sorprendí al ver que casi todo era un siete.

Un Beso LetalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora