—Levy, estoy segura que conocí a Percy.
—Pues no lo sé—admitió—yo los únicos camareros que conozco son Logan y Aída.
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Seguí preguntando a más gente, y todos afirmaban que nunca vieron ni conocieron a alguien llamado Percy.
Carter me miraba desde la cama con el ceño fruncido como si supiera exactamente qué estoy pensando.
—Deja de darle vueltas, Evelyn.
Yo me giré en el asiento dejando a un lado el rímel y él apartó su celular para verme a mí.
—Que es completamente imposible que no haya existido Percy—gruñí—estoy segura de que le conocí, tu también, Verónica, Aiden... Todos.
—Sigo sin saber quién es—admitió Carter.
—¡Pero que si existió!—reclamé.
Él me miró unos segundos y suspiró.
—Evelyn.
—¿Qué?—pregunté dejando a un lado el pequeño espejo que estaba usando para hacerme bien el delineado.
—¿Recuerdas al profesor de historia?
—Hay profesora no profesor—fruncí el ceño.
—¿El profesor Harris?
—¿Ese quién es?
—Nadie—niega con la cabeza y después me mira entrecerrando los ojos—¿Sabías que ya contraté un payaso?
—Exagerado—pongo los ojos en blanco dejando la paleta de colores mate—no es mucho.
—Pero te ves como una diosa sin maquillaje.
Parpadeé confusa sin poder creerme que estaba recibiendo cumplidos de parte de Carter Cavalier el rey del hielo y sarcasmo...
—¿En serio?
Carter simplemente se encogió de hombros acercándose a mi.
—¿Te puedo poner el pintalabios?
—¿Seguro de que no andas drogado?
—Seguro—se puso de cuclillas frente a mi y alcanza una barra de pintalabios de color rojo fuego—¿Me permite, señorita?
—Por supuesto—asentí nerviosa por su cercanía.
Desde que se disculpó conmigo no volvimos a pelearnos, y se que debería acostumbrarme ya a su contacto físico pero me es medianamente imposible porque cada día remueve algo nuevo en mi interior. Algo cada día más agradable...
—Veamos...—frunce los labios mirando la barra de pintalabios que tiene y vuelve a mirar mis labios.
—Hazlo ya Carter, no es difícil—gruñí.
—Mhm—gruñó algo de mala gana y se inclinó más cerca de mi.
Yo intenté mantener mi mirada en sus ojos pero inevitablemente siempre bajaba a sus labios o las venas marcadas de sus brazos y cuello.
—Ya está—volvió a depositar la barra de pintalabios en el tocador y me miró con cierto brillo en los ojos—¿Puedo elegir tu vestido?
Íbamos a asistir al cumpleaños de Reese y como faltan aún unas dos horas por ir Carter me pidió que me preparara tres horas antes para que no lleguemos tarde.
Es la primera vez que le veo tan feliz por lo tanto no pude negarme.
—Pero no pienso ir vestida de negro. Es un cumpleaños no un funeral—advertí poniéndome de pie.
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Un Beso Letal
RomanceDos personas. Un pueblo. Un secreto. Un sentimiento. Y no es exactamente el amor, es el odio. Una vida llena de luces y energía mientras que la otra está llena de oscuridad y secretos. ¿Un golpe puede juntar a dos personas que principalmente se odia...