Bia.
Acababa de llegar a la central y un escándalo me recibió desde la sala de entrenamiento, mis vacaciones terminaron. Estos niñatos me volarán la cabeza, continuó caminando hacia la sala de entrenamiento y observo a una mujer rubia, demasiado alta con unos ojos azules perfectos y vestida completamente de negro.
Camina hacia mí, junto a mi hermano y me olvidé de ella por un segundo mientras observando a Eros. El primogénito de los Wilson. «Que hacia aquí» no me informó en ningún momento que vendría.
Sin embargo dejó de mirarlo y veo a la rubia, parece tímida, no obstante, cuando conversa con mi hermano sus ojos brillan.
«Jodidamente extraño» pensé.
—Capitán Eros Wilson Jones —nombre arqueando una ceja—. ¿Qué hace aquí?—cuestiono cruzando mis brazos.
Eros mantuvo el gesto serio y sacudió la cabeza divertido mientras se acercaba más a mi.
—Hermanita, también me alegra verte —contestó bromista.
—Coronel —aclaró pellizcando el puente de mi nariz.
A continuación observó a la rubia, quien inmediatamente hace un impecable saludo militar. Y me mira a los ojos, tiene mucha seguridad de sí misma y eso me gusta.
—Mi Coronel soy la Capitána Julieth Ivanov —informó eufórica—, vengo de intercambio de Rusia, espero que me pueda poner al tanto de todo.
Me acercó un poco a ella y observo cada parte de su cuerpo y rostro, buscando un poco de miedo en ella y no la encuentro. La sorpresa me invadió al ver que era una mujer segura de sí misma.
—Así está la situación; si a la misión qué vayas conmigo fracasa, tú te mueres —afirmó acercándome un paso a ella—. Si descubrimos que tú información es falsa o la que des, tú mueres y si comes con la maldita boca abierta mueres.
El miedo cruzó su rostro y cada músculo de su cuerpo estaba en tensión. La verdad golpeó su rostro sin embargo suspiró y asintió mirándome fijamente.
—Entendido, mi Coronel.
—Te quiero en mi tropa —informó y ella sonríe—. Necesito qué saquen a Camila primero y ingresen a la rubia.
—Como ordene, Coronel —respondió mi hermano.
Una sonrisa se impregnó en mi rostro y me acerco a mi hermano mayor. Rodeando mis brazos a su alrededor y haciendo que los suyos me envuelvan en un abrazo fraternal, sin embargo, me apartó al instante aclarando mi garganta y mi hermano desaparece de mi vista burlándose.
En cuánto Eros desaparece de mi vista, comienzo a caminar con la rubia persiguiendome por detrás.
—¿Por qué te transfirieron? —indagó.
—Quería conocerla —responde—. ¿Cómo puedo ser igual a tí? —preguntó sonriente.
Al instante me detengo y giro con una ceja arqueada y mis brazos cruzados. Inmediatamente ella reconoce qué no debió preguntar eso, sin embargo, ya lo había hecho.
—Para resumir nadie es como yo; Si quieres llegar hacer un poco igual a mi tendrás qué estudiar psicología, hacker en computación, criminalística e idiomas —informó—, pasar por muchas torturas por parte de tú padre. Saber utilizar más de cincuenta armas, volar aviones, helicópteros y manejar cualquier tipo de automóvil.
—Coronel...
—Y lo peor de todo, estar encerrada un año completo en un ático —digo acercándome—, siendo torturada, abusada sexualmente y seguir adelante con la cabeza en alto y sola.
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La coronel y el capo.
RandomMi nombre es Bia Wilson y yo no perdonó, ciertas situaciones involucradas con mi trabajo en el FBI me llevan a conocerlo, al Capo de la mafia rusa italiana, al hombre que roba mi corazón. Vladimir Volkova, lo cual me lleva a tomar la decisión de dej...