—¿Le creerán a un bastardo, por encima mí? —cuestiono el Ministro.
Saco mi arma y le apunto. —Yo le creó.
El Ministro me observa con desagrado y uno de sus hombres le extiende un portafolio, con disgusto y mal presentimiento. Lo observo, tomar una hoja elegante y mostrarla al público. Sin embargó, su mirada nunca deja la mía.
—Coronel Bia Wilson Jones, se le ha dado baja militar —informó mirándome fijamente—. Entregue su arma y placa ahora mismo.
Todos en la sala quedan en completo silencio, no cuestionan su decisión, todos están de su lado. Todos le creen, sin embargo, cuando observo a Pambelé, el me esta mirando y sabe muy bien que algo está mal.
Con valor y orgullo tomo mi arma y placa tirándolas en el suelo.
—Te deje un regalo, Vladimir —dice mi padre sonriendo.
—No quiero tus regalos, hijo de puta —contestó Vladimir.
—¿Como le puedes dar de baja? —cuestiono mi madre—. Es la mejor en su trabajo, estas loco.
—Fue una decisión aceptada por la Élite Militar.
—Randall, esta decisión es absurda —protesta mi madre—. Eres su padre, interfiere.
—Despedire a todos los del equipo de Bia —Advierte y niego—. No quiero que nadie me cuestione.
—¡No! —grito—. Puedes despedirme a mí, pero no lo hagas con ellos. No tienen nada que ver, no lo merecen.
—Bien, puede irse de los establecimientos —informa el Ministro—. Bia Wilson Jones.
Las inmensas ganas de llorar me invaden. A pesar de todo, observo a mi mejor amiga levantarse y así mismo su placa.
—Renuncio —informó Valentina—. Pido bajá militar.
La miró con desaprobación y ella me sonríe en cambio. —No, lo hagas Valentina.
—Renuncio, pido baja—informa Julieth, levantando su placa.
Niego mirándolas con incredulidad y ellas solo me sonríen.
—A dónde quiera que vayas, Bia —menciono Valentina—. Yo te perseguire.
—Esto no es trabajo sin ti —comentó Julieth.
Pambelé me mira con preocupación y me acerco, el no debía renunciar. Su deber era sacar información, así que lo envuelvo en un abrazo y acercó mi boca a su oído.
—No renuncies y cuentale todo a Mia —susurro—. Qué no salga la información de aquí, y mantenme informada. No seré parte del FMM, pero si de la mafia, sea como se lo haré pagar.
—Como ordene.
Miro a Fernanda. —Vuelvela la mejor.
Tomo la mano de Vladimir y junto a las chicas salimos de la central, todos estábamos en el auto y nadie habia dicho una palabra hasta ahora.
—¡Son unas estúpidas! —Grito.
—Bia, en las buenas y malas —sonrió Julieth.
—Somos mejores amigas y quien iba a soportar a Randall sin ti —mencionó Valentina.
—Gracias, aunque son unas estúpidas. También son mis mejores amigas —informó—. ¿Julieth como veras a Eros y Valentina a Fernanda?
—Eros estará de acuerdo, además tengo que pasar mas tiempo con la familia Ivanov.
—Fernanda y yo comenzamos a salir —informó Valentina—. Nos mantendremos en contacto, ojalá Pambelé no le haga un infierno.
Miramos a Vladimir quien ríe con nuestras palabras, después llegamos a la mansión y nuestra atención va aún cuerpo en el suelo con un enorme moño.
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La coronel y el capo.
RandomMi nombre es Bia Wilson y yo no perdonó, ciertas situaciones involucradas con mi trabajo en el FBI me llevan a conocerlo, al Capo de la mafia rusa italiana, al hombre que roba mi corazón. Vladimir Volkova, lo cual me lleva a tomar la decisión de dej...