La coronel y el capo.

Capitulo 38.

Bia .

Estaba yendo a la oficina del Ministro, me acercó poco a poco, cuando entró lo veo sentado mirando unos papeles y cuando me observa, me fulmina con la mirada y se levanta.

—¿Qué quieres? —pregunta caminando hacia mi.

—Vengo a informarte que mañana tendremos una cena familiar —digo mirándolo fijamente—, incluyendo ha Vladimir, espero vayas, tenemos una noticia importante qué dar.

Una sonora risa, se escucha en toda la sala. Y me observa con desaprobación y asco, sin embargo, no me contesta nada aún, solo se acerca a su escritorio y llena un vaso de whisky.

—No iré —bufó—, cada día me decepciónas más.

—¿Entonces que se necesita para complacerte? —le preguntó indignada.

—¡Seguir las reglas! —grita apuntándome—. ¡Las jodida reglas!

—Si rompes las reglas te condenas y si las sigues también —contestó enojada—. No importa si eres un mostruo o si eres un héroe, si así no te puedo complacer dime cual es el punto.

Mi padre se acerca a mí con enojó, y me da un sonoro bofetón, el cual me hace retroceder.

—Soy la Coronel Bia Wilson Jones De Volkova, soy la esposa del rey de las mafias Vladimir Volkova Dasgatti —informó—. Y llevo a sus hijos en mi vientre, la próxima vez que me levantes la mano, será la última vez que tengas manos.

Sus ojos se abren de par en par y me observa con el ceño fruncido, no espero que me conteste algo, porque ya he salido de la oficina, llena de ira.

Juro que él peor sentimiento del mundo es saber que hiciste lo mejor que pudiste y que aun así no era suficiente.

—Coronel —habla Mia detrás de mí.

—Te escuchó.

—La Teniente Valentina ha estado llorando todo el dia —se queja frustrada—. No se que le pasa, sin embargo, pasa algo grave.

—Gracias por decirme, hablaré con ella —digo—. Mia, gracias por proteger con tu vida esta organización.

—No hay de qué, sabes que eres como una hermana para mi —dice sonriendo—. Ademas tu me haz ayudado mucho.

—No es para tanto, Mimi.

—¿Cómo que no? —cuestiono—. Casi muero en mi parto y nunca me dejaste sola.

—Oh, Dios. Te amo.

—Y yo a tí, pero no le digas a nadie.

—Tu igual.

Camino a la torre donde se encuentra Valentina y entro a su habitación. La observó llorando desconsoladamente, mientras come helado. Y tomó asiento a su lado, abrazándola y dándole apoyo.

—Aquí me tendrás siempre, la verdad no quiero que llegue el día que tenga que terminar esta hermosa amistad —sonrio—. Aquí quiero estar y estaré siempre para ti, apoyándote, escuchándote, alegrando y queriéndote.

—¿Te acuerdas de la vez que nos conocímos? —me pregunta llorando.

—Sí, te trate muy mal —agregó mientras sonrío.

—Admito que desde ese entonces supe que serias mi mejor amiga —sonrie—. Llegaste hacer un gran impacto a mi vida y agradezco por tu amistad.

Antes de que pueda responder, entra a la habitación Julieth con dos litros de helado y muchos dulces.

—No estas sola, Vale —susurra—. Aquí estamos la amargada y yo.

—Oh, gracias Jull.

—¿Amargada? —cuestiono.

—Si, eres amargada —bromeó Julieth.

—No se, como pueden ser tan fuertes —dice Valentina decaída.

—Si un hombre no tiene a una mujer fuerte a su lado, ese hombre no tendrá el poder que necesita.

—Tranquila, encargate de ti y de pasar esto tan duro —sonrie Julieth—, además no estas sola, tú bebé tendrá dos tías millonarias.

—Porque la lealtad, es más importante incluso que el amor.

Después de ver juntas muchas películas tristes, y escuchar The heart wants what it wants y Lose you to love me de Selena Gomez y llorar todas juntas mientras cantábamos como locas. Pienso que realmente necesitabamos esto, un momento de chicas un momento para nosotras.

—Gracias, por ser mis amigas —comenta Julieth.

—Nunca estés con un hombre qué no soporte tu poder —digo mirando a Valentina—. Gracias a ustedes.

—De verdad no entendía el significado de amistad hasta que las conoci —dice Valentina.

—Pues yo siempre caigo mal, pero después soy una excelente persona —admito sonriendo.

—¡Excelente persona y me hiciste correr siendo perseguida por un toro! —Grita Julieth.

—Ah, cositas que pasan.

—¿Como sigues después de la muerte de ellos? —Pregunta Valentina.

—Dicen que exiten cinco etapas del dolor, negación, ira, negociación, depresión y aceptación yo le agrege una.

—¿Y cual es esa? —Pregunta Julieth.

—La venganza.

Después de despedirme de las chicas estoy aquí en el cementerio sentada frente al ataúd de Cooper y Cleo. Hace mucho tiempo que no vengo a visitarlos y me duele enormemente, hoy quiero hablar con ellos sé que muy en el fondo me están escuchando.

No muere quien está ya muerto, muere quien es olvidado.

—Por qué tuvieron que morir. Teníamos muchísimo más de que hablar, siempré pensé que la muerte era un destino mejor que la vida —sollozo—, pues te reunirías con los que amas, pero los odio por dejarnos, me duele que se hayan ido.

—Bia, aquí esta Luz las dejare solas —dice mi madre.

Siento a Luz en mis piernas y sollozo. —Mimi, no llores.

—Mi luz, saluda a Mami y papi, ellos te cuidan desde el cielo.

—Hola papás —saluda alegre la lápida.

—Chicos, Luz esta muy grande es una niña muy hermosa y amorosa —digo acariciando el ataud—. Quería que los saludara, pronto cumplirá dos años, también estoy feliz de contarles que estoy embarazada.

—Los amo papis —tartamudea Luz.

—Espero que algún día podamos reencontrarnos, prometo cuidar a su pedacito de Luz.