Capitulo 50.

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Vladimir Volkova.

—Tenemos a toda la mafia buscándola —informó Topo.

Estoy jodidamente mal y muy cansado, no he dormido en días y noches desde que ella no esta aquí. Lleve a los niños a Colombia donde no creó que los lastimen, en mi último encuentro que tuve con Randall.

Y aunque la desesperación me atormentaba, almenos había podido cortar la mano de Randall Wilson hace dos semanas.

Sin embargo, ya han pasado 7 meses.

Fue muy difícil encontrar el lugar donde posiblemente tenga a Bia, nos tomo contactos, dinero, investigacion. Randall había hecho las cosas muy bien, y Bianca Conté fue muy ingenua.

Acepto que tuviéramos una cita y la muy estúpida. Acepto, ella no era tan inteligente como el.

No podía negar los nervios que tensaban cada parte de mi cuerpo, Bia tenía que estar a salvo desde que desapareció todas las fuentes de comunicación han dicho que Bia está muerta, la están haciendo pasar por muerta.

Pero no ha sido lo peor, casi matan a golpes a Abigail, le dieron exilió a Pambele y Mía. Ambos están de mi lado, me han ayudado mucho.

Ignora mis pensamientos y observó a las personas que están juntó a mi. Estamos más que listos para este día.

—Estamos acercándonos —informó Pambelé.

Todos preparamos nuestras armas acercándonos a las afueras de Texas. Estábamos en medio del bosque, cuando encontramos a ló lejos una casa de metal. Y todos sacan sus armas y avanzamos el lugar, mis hombres bajan y vigilan el perímetro. Bajo del auto y me acercó a la casa y cuando habren la puerta camino.

A continuación, abro cada puerta hasta llegar a una que indica un sótano esa no habré y entre todos la habrimos a la fuerza, bajo cada escalón con el corazón en la mano, al llegar a la última escalera observó el cuerpo de Bia.

Oh, Dios. Mi corazón.

Esta amarrado con cadenas, esta de pie con su cabello en todo el rostro y un vestido rojo desgastado. Podía ver los hematomas viejos y nuevos en todo su cuerpo, sus manos tenían vendas en los dedos y sangre seca.

Tragó saliva y observo los aparatos que habían en todos lados; látigos, cables y mi corazón se contrae y después de tantos años. Lloró, me acercó a su cuerpo y le tomo el pulso; gracias a Dios tiene signos vitales.

—Todo estará bien, amor.

***

Quince días, antes del rescate.

Bia.

Pasé por cada etapa; los gritos, atacar a Randall cada vez que pude, llorar hasta que mis ojos se hincharon tanto que apenas podía ver. Nada obtuvo una reacción de parte de el, porque yo no le importaba en lo absoluto.

Sin importar que compartimos la misma sangre, mis muslos ardían y mi cabeza pesaba.

—Querida hija, tengo buenas noticias.

Levanto la cabeza, esta posición era muy incomoda.

—Tengo al FMM bajo mis pies y a la mafia —mencionó trunfiante—. En menos de lo que imagines, tu esposo será hombre muerto y sere el Rey de las mafias, lo que tanto he deseado.

—Eso jamás, primero muerto.

—Bueno, ahora la mala noticia.

Observo con desagrado como me muestra una de sus manos, le han amputado el brazo izquierdo. Y las ganas de vomitar me invadieron. Sin embargó, el quita las cadenas y con mi poca fuerza caigo al suelo.

La coronel y el capo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora