El portal estaba intacto, Eddie lo miraba curioso y por todos sus ángulos. Steve estaba sentado en una roca, sin perder de vista a Munson y con el walkie talkie en la mano. Todavía no habia respuesta.
- Si siguen así tendré que ir a buscarlos al colegio de mierda y a sus putas casas. - Susurró Steve claramente enojado.
- ¿Todavía no hay señales? - Preguntó el otro en tono alto. Steve suspiró y caminó hacia él.
- Nada, ni Robin. ¡Ella nunca tiene algo que hacer!
- ¿Trabajar?
- Nos despidieron, no creo que haya encontrado un trabajo en menos de dos horas.
Eddie estiró sus brazos.
- Quién sabe, es Robin.
Los nervios y el estrés se estaban apoderando de Steve y éste los hacia denotar al mover la pierna sin control. Soltaba suspiros a cada segundo y no soltaba el walkie talkie.
- Quizá debamos ir a buscarlos... - Comenzó Eddie, sólo queriendo hablar.
- ¿Y tú qué? ¿Se te olvida que te busca la jodida policia? - Respondió tosco.
- Amigo deberias calmarte, me vas a poner de los nervios. - Eddie frunció el entrecejo.
El ambiente era tenso, Eddie caminaba alrededor del portal y Steve seguía intentando comunicarse.
Pero con la piel de flor al pensar en una caída del otro.
- ¿Steve? - ¡Robin!
- ¡Acá estoy! Hola, hola. - Munson se acercó corriendo y se sentó al lado del chico. - ¿Me escuchas?
- Sí, si te escucho.
- ¡Por Dios! ¿Dónde han estado todo este rato?
- Yo estaba durmiendo, los demás no sé.
Harrington apretó los puños. El pelilargo rió a lo bajo.
- Escucha, ve y busca a los demás, vengan al lago pero tomando el atajo, ¿lo conocen? Bueno, Nancy debe conocerlo. Vengan lo más antes posible, dile a Henderson que es un código rojo.
- Como digas, jefe. - Se despidió Robin, ahora sólo quedaba esperar a que lleguen.
- Código rojo... - Susurró Eddie mirando a Steve.
- Es urgente.
- Dime, Harrington... - Munson apoyó su cabeza sobre la palma de su mano, que ésta, a su vez, estaba apoyada en su pierna. - ¿Qué haremos si viene alguien?
- Decirles que el camino está clausurado.
- Muy buen plan, ¿y si insisten?
- Los golpeamos.
Eddie sonrió.
- Me gusta mucho ese plan, ¿no puede ser el principal? Se asoman y los golpeamos.
- Me lo pensaré si te portas bien. - La respuesta resonó en la cabeza del pelilargo. - Ahora queda esperar.
- Pensé que me habia librado de ti.
- Yo también.
- Pero aquí estamos. - Alargó la "a" mientras comenzaba a caminar, nuevamente hacia el portal. - Es muy extraño.
- Se parece a ti.
- No, mas bien - Eddie inclinaba la cabeza a ambos lados, tratando de buscar forma. - Parece una vagina.
El mayor estalló en una carcajada, contagiando de risa al otro. Al parar de reír, Harrington se puso al lado de Eddie.
- Me impresiona que sepas cómo se ve una vagina.
Munson alzó las cejas.
- Ataque directo. - Rodeó a Steve a pasos lentos. - Pero tú no sabes nada sobre mi vida sexual, Harrington. - Puso dos dedos en forma de 'V' en su barbilla, sacando la lengua y girándola.
- Y no quiero saber.
- Te mueres por mí. - Munson se tiró al suelo y con un dedo recorrió su pecho. - Soy el chico más sexy que jamás haz conocido.
- ¿Acaso respiraste algo del portal? Estás más raro de lo usual y eso, creéme, es decir mucho.
- Estoy aburrido, ¿por qué no me sigues el juego?
- Ah, ¿era una broma?
- No creas que te deseo, Harrington.
- No se me habia pasado en mente.
- ¿Cantamos algo? - Eddie se paró. - Debi haber traido mi bella guitarra de casa.
- ¿Tocas?
- Bastante bien, tengo una banda.
- No lo sabia.
- Bueno, eres todo un chico popular, nos cruzabamos en la escuela y me eliminabas de tu mundo.
- 'Era' un chico popular, te recuerdo que ya no soy un adolescente. Y, claramente te eliminaba porque no te conocía.
- Una vez me empujaste.
- ¿En serio?
- Sí, y me echaste la culpa por "estorbar".
- ¿Cómo es que recuerdas eso?
Eddie se tocó el pecho con ambas manos y fingió tristeza.
- Porque hirió mi orgullo de chico malo. No pude decirte nada y quedé como un marica con mis amigos.
- Y a día de hoy, Munson, a día de hoy.
- Claro que no, ahora si te puedo enfrentar, Harrington. - Eddie se acercó lentamente al otro, con una gran sonrisa. - No te tengo miedo.
- ¿Quieres pelear o algo así?
Steve le sopló en la cara, Munson se apartó y le levantó el dedo de en medio.
- Steve Harrington... - Caminó juguetón Eddie, rodeando el portal. - ¿Qué harias si me lanzó al portal ahora mismo?
Eso captó toda la atención del nombrado, su mirada cambió de un segundo a otro. Pasó de estar con un semblante bromista a uno serio.
- Ni se te ocurra, no haz estado en el upside down, no tienes idea del riesgo a morir que hay ahí. - Eddie se subió a una orilla del portal, estaba a escasos centímetros de poner un pie dentro. - Eddie por el amor de Dios, ¡retrocede ahora mismo!
Se intentó acercar pero Eddie le hizo una seña con la mano.
- No te acerques, Harrington. Esto realmente parece una vagina, ¿cuántas haz visto tú? - Munson seguía riendo, ignorando la seriedad de todo.
- No es gracioso, baja ahora mismo y ven acá. - Steve estaba entrando en pánico, el otro chico si era capaz de saltar y no sabia cómo frenarlo. - Por favor, no es gracioso, esto no es gracioso...
Steve agarró su cabeza con las manos, estaba entrando en pánico.
- Harrington, ¿estás bien? - Preguntó Eddie al ver la postura del otro. - No voy a saltar, oye. Mira hacia acá. O quizá si salte, saltaré si no me miras.
Y Steve no miró, en su lugar se sentó en el suelo.
- Mierda. - Eddie se bajó de la orilla del portal y trotó hacia el mayor, se sentó a su lado y le tocó la espalda. - ¿Estás bien?
- No quiero que nadie más muera. - Susurró Steve.
- Oye, no va a morir nadie, tenemos al gran Steve de nuestro lado. Ánimate. - Le dió suaves palmaditas en la espalda, al ver que el otro no reaccionaba, apoyó su cabeza en su hombro.
- ¿Qué haces?
- Me apoyo en ti.
Ninguno de los dos dijo nada a partir de aquí. Se limitaron a esperar a los demás.