Incompatibles [ STEDDIE ]

Capítulo especial

Nuevo año, ¿nuevo amor?

Los días de verano solían ser fríos, pese al gran sol que acariciaba el pueblo de Hawkins. Más que nada, porque Will no los disfrutaba desde hacía un tiempo.

Tenía ya diecisiete años.

- Steve quería ir a la playa con nosotros. - Comentó Dustin sentado a su lado, el césped acariciaba sus piernas poco cubiertas. - Le dije que te preguntaría.

- Hace años que no voy a la playa.

- Es por eso que te lo pregunto, ¿quieres ir? Van a ir todos.

- Claro. ¿Cuándo es?

- En una semana más. Eddie dijo que podíamos invitar a quiénes quisiéramos.

- ¿Le dirás a Suzie?

- Espero que pueda estar acá el viernes.

Ambos disfrutaban del helado.

Después de despedirse, Will decidió pasar a visitar a Robin y Steve en la tienda. Al entrar se encontró al par de amigos conversando alegremente.

- ¡Will! - Saludaron al unísono, la chica alzó sus brazos, acercándose al otro y abrazándolo. - ¿Qué haces por aquí?

Steve ordenaba algunas cosas.

- Quería pasar a verlos, ¿no molesto?

- No, claro que no hombre. - Steve le sonrió.

- Robin idiota, te dije que estaría ahí. - Eddie salió de una sala que prohibía el paso para clientes. Tenía en mano unas historietas. - ¡Byers! - Saludó, estrechando su mano desocupada. - ¿Cómo está mi chico favorito?

- Ahora es el favorito. - Atacó Harrington. - Ayer cuando te venció no decías lo mismo.

- ¡Cállate! - Munson le pasó las revistas a Robin, yendo hacía su novio. - No reveles intimidades, Stevie.

- No es íntimo algo que todo el mundo sabe. - Dijo la chica, leyendo los títulos. - Esta mierda no estaba aquí antes.

Eddie le levantó el dedo de en medio a su amiga, acto seguido rodeó el cuello de su chico con ambos brazos, abrazándolo.

Parecía un acto romántico, Will los miraba con media sonrisa, hasta que la fuerza aumentó y Steve se quejó.

El pelilargo reía divertido, y las manos de Harrington comenzaron a apretar la cintura del otro, tratando de safarse del agarre.

Discutían a lo bajo, las manos del mayor recorrían muchos lares, Eddie se limitaba a no soltarlo.

Ambos se miraron en un instante.

- ¿Qué tal si te tomas un pequeño descanso, sexy trabajador? - Murmuró Eddie.

- No puedo, le toca a Robin descansar.

- A quién le importa ella. - Insistió. - Deja que Will se encargue un rato de la tienda.

Steve se lo pensó, mirando por encima del hombro de su pareja, Will conversaba con Robin, ajenos a la situación.

- ¿Will?

El nombrado alzó la vista.

- ¿Te importaría estar a cargo un rato?

-Oh Dios, van a ir a tener sexo. - Se quejó Robin, frunciendo el ceño.

- No demuestres tu falta de vida sexual, Rob. - Atacó Eddie, tomando de la mano a Steve y llevándolo.

- No vamos a tener sexo, Will. - Aclaró el mayor. - Es incómodo acá.

- Tranquilos, puedo encargarme. - Will se convirtió en un cajero traspasando aquella larga mesa.