El mundo se estaba desmoronando, y el grupo de chicos corría por sus vidas, evitando caer en una de las grietas que se creaban en el suelo.
Al Vecna ser derrotado, todas las amenazas habían cesado. Pero no contaban con la seguridad del viento.
Cada vez faltaba menos para llegar a aquella cuerda colgante, Steve y Eddie tenían cada brazo de Jonathan sobre sus hombros.
Lucas no parecía tener mucho problema al tener encima a Will, era agotador, pero sus ganas de salir vivo y salvar a su amigo eran inmensas y opacaban el agotamiento.
También ignoraba su herida.
Once fue la primera en llegar, notando el claro inconveniente. Jonathan y Will, no podrían subirlos.
El fuerte movimiento del suelo casi la hizo caer. Y recordó el portal que abrió en el bosque, ordenada por Seis.
Mientras todos llegaban, las manos de la chica se elevaban nuevamente.
Todos comprendieron.
- ¡Nancy, Robin, Eddie suban! - Gritó Steve, cargando todo el peso de Jonathan. Munson frunció el ceño y volvió a tomar el brazo del chico inconsciente. - Puedo encargarme yo solo de él.
- No. - Fue la respuesta del pelilargo, sin mirar a su acompañante. - Ni lo pienses.
Robin comenzó a subir, esperando que todo saliera bien. Nancy poco convencida, subió.
El ambiente era tétrico, las gotas de sudor caían desde la frente de Lucas. Y Once seguía intentando abrir un portal.
No lo estaba logrando, y su cuerpo se estaba volviendo cada vez más débil, sus piernas flaqueaban y su sangre corría.
Pero se negó a rendirse. Dio un fuerte grito, y lentamente su cuerpo comenzó a levitar. Harrington la miraba asustado.
Once seguía gritando, y frente a ellos, comenzó a verse la luz de un mañana.
Steve le pasó todo el peso de Jonathan a Eddie.
- ¿Puedes con ello? - Munson asintió, cargando al otro por debajo del cuello y piernas.
Cuando el portal dejó lugar para que los chicos cruzasen, Lucas y Eddie corrieron. Steve se puso debajo de la chica, recibiendo su caída.
Agarró fuerte a Once contra si y se lanzó hacia el portal, cayendo.
Todos estaban tirados en el césped, en medio del bosque. Lucas tenia abrazado a Will, tratando de hacerle el menor daño posible, sujetando su cabeza.
Steve tenia a Once en sus brazos, parándose.
Eddie había dejado caer a Jonathan en el suelo, ya que había perdido el equilibrio.
- Mierda. - Susurró Munson.
- Lucas, ¿puedes seguir llevando a Will? - Preguntó Steve. El nombrado trató de asentir, pero había perdido sus fuerzas ya en el suelo. - Lo cargaré yo, debemos ir ahora al hospital.
El mayor dejó el cuerpo de la chica suavemente en el suelo, cargando al otro.
- Munson, ¿estás bien?
- Mejor que nunca, creo que me fracturé la muñeca. - Dijo sarcástico.
- Que bien porque debes seguir cargando a Jonathan. En marcha.
Nancy y Robin estaban ya en la carretera, Mike buscaba respuestas pero las chicas estaban preocupadas.
- ¿¡Están bien!? - Preguntaba alterado el chico.
Robin no sabia qué contestar, esperaba que todos estuvieran bien, estaba repasando el porqué decidió hacerle caso al idiota de Steve.
- Están con Once, confió en que están bien. - Fue la respuesta de Nancy, haciendo crecer la sonrisa de Max.
- ¿Once está aquí? - Preguntó la pelirroja.
- Hizo que la cabeza de Vecna hiciera ¡boom! - Contestó la más alta, mordiéndose las uñas.
- Oh Dios. - Mike tomó su cabeza con sus manos, mirando al cielo. - Espero que estén todos bien, que ella esté bien. ¿Encontraron a Will?
Silencio.
- ¿Y Will? - Insistió asustado.
- Él... - Nancy comenzó a hablar, interrumpiéndose a si misma. - Él va a estar bien.
El estómago de Mike se contrajo, y sus manos se estaban viendo afectadas, no entendía qué había pasado, y todo le ponía los pelos de punta.
Hasta que vio a Steve asomarse, con su mejor amigo en sus brazos.
Y luego a Lucas, llevando a Once.
Corrió hacia ambos, asegurándose de que se encontrasen bien, pero el cuerpo de Will no lucia estable.
Nancy se acercó a Eddie, ayudándolo.
- Vamos al auto.
- Nosotros nos quedamos, vamos a ir a avisar a Dustin. - Dijo Max, tomando el brazo de Lucas, quien había dejado a Once con Mike.
- Eddie, deberías ir con ellos, todavía eres buscado. - Dijo Steve, el nombrado asintió sin antes dejar a Jonathan en los asientos traseros.
Ya listos, pusieron en marcha al vehículo.
- ¿Cómo lograron salir? - Preguntó Nancy.
- Esta chica, es nuestra heroína. - Respondió Harrington con media sonrisa. - Siempre llega para salvarnos.
- ¿Él... sigue respirando?
Steve asintió.
- Puede recuperarse.
Lucas, Max y Eddie caminaban por la carretera, este último miraba hacia atrás a cada minuto.
- Entonces, ¿Once mató a Vecna y ahora el Upside Down no existe? - Preguntó Max, recopilando toda la información.
- Algo así. - Lucas trataba de sonreír.
- No sabemos si esa mierda de mundo ya no existe. - Se metió Eddie en la conversación. - Esto no puede ser tan fácil.
- ¿¡Crees que fue fácil!? - El chico se alteró, pensando en Max y Will.
- Eh, eh, calma. - Munson alzó sus manos, comprobando inocencia. - No quise decir eso, todos hemos casi muerto ahí. Es sólo que, las palabras de Vecna me quedaron dando vueltas en la cabeza.
- ¿Qué dijo? - La pelirroja miró al más alto, intrigada.
- Lo que diría cualquier villano. - Eddie hizo su voz más grave. - "Nunca me iré" o algo así, yo sólo quería ver correr su sangre pronto.
- ¿Sangró?
- No, salió algo viscoso, me da asco solo recordarlo.
Al llegar a la casa, lo primero que encontraron fue a Henderson con un walkie talkie en la mano, maldiciendo.
Y con algunas armas sobre la mesa.
Al ver a los chicos llegar, soltó un grito y corrió hacia ellos, abrazando a Eddie del cuello. El mayor lo atrapó, aferrándose a su pequeño amigo.
- Estaba asustado. - Dijo Dustin, manteniéndose fuerte acorde sus sentimientos. - ¿Dónde están los demás?
- En el hospital. - Respondió Lucas, dejando caer su cuerpo sobre el sillón.
- ¿Por qué? - Se asustó.
- Te puedo asegurar que todos están vivos.
- Todos menos Vecna. - Completó Max.
- Espera, ¿cómo? ¿esto es en serio?
Eddie asintió.
- Necesito descansar, si me disculpan... - Munson se abrió paso hacia al ático, se tiró sobre el colchón y cerró los ojos, tratando de no dar más vueltas, aferrándose a la luz que parecía estar asomándose.