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El cuerpo de Will fue arrastrado hasta estar inmóvil. Once intentaba hablarle, pero no escuchaba nada.

Las enredaderas trazaban camino lentamente por el cuerpo del chico, terminando en su cuello y rodeándolo.

Al llegar a la casa, Hopper se tiró sobre la puerta, tirándola al suelo y entrando corriendo. Escuchaban los rugidos de las bestias. Subieron por las escaleras.

El hombre, al darse cuenta de que tendrían que salir una vez comenzase el fuego, se quedó atrás.

- Encarguense de quemar todo, voy a distraer a estas mierdas.

Robin y Lucas asintieron, corriendo a la habitación.

Hopper recargó el arma, y tomó firme de un fierro, esperando a quiénes entrasen.

Steve bajó de la cuerda rápido, quemando sus manos pero apenas sentía dolor en esos momentos.

Había un sólo camino, y lo siguió.

- ¡Eddie! - Gritaba, aterrorizado ante las imágenes que creaba en su mente, traicionándolo. - ¡Dustin! ¡Robin! ¡Max!

Agarraba firme el arma, sus piernas iban más rápido que su capacidad de distinguir las cosas y situaciones.

Como ese demogorgon que lo perseguía.

- ¡Steve! - Giró su vista, encontrándose con la mirada paniqueada de Henderson. - ¡Cuidado!

Un gran golpe en el suelo, Steve cayó, perdiendo sus armas. El monstruo lo iba a morder, pero el chico fue más rápido y movió su cabeza, haciéndolo morder del cemento.

Dustin clavó el hacha en el cuello del demogorgon, cortando su cabeza.

Steve tiró el cuerpo inerte a un lado. Recuperando el aliento. Le dió la mano a Dustin.

- ¿Dónde está Eddie?

Henderson lo miró, tapando su rostro con las manos y aguantando un sollozo.

- Está con Max, oculto. Ven.

El cuerpo de Steve temblaba.

Fue guíado a una pequeña casa destruida, y detrás de un sofá, lo vió.

La sangre creaba una línea por sus labios, su cabeza descansaba en las piernas de Max, y ésta era la encargada de parar la hemorragia.

Steve cayó al suelo, con los ojos llenos de lágrimas.

Tomó el rostro de Eddie, buscando el sentido de el chico.

- Edds, estoy aquí. - Susurró, tratando de ocultar su desesperación. Eddie lo miró, con los ojos brillando, en un intento de sonreir. - Vamos a salir de aquí, ¿escuchaste?

- Steve. - Murmuró apenas. - Te amo.

- No digas eso ahora, ven, necesito de tu ayuda.

Las manos de Steve fueron abajo de las piernas de Eddie y del torso, cargándolo. Max miraba poco convencida. Dustin no podía mirar.

- Gran héroe. - Susurró Eddie, cerrando los ojos.

- Vamos cariño, te dije que siempre iba a estar para salvarte, ¿no? Que pondría mi pecho. - Decía entre sollozos Steve, haciendo camino a las afueras. - Dije que no soltaría tu mano, no pienso soltarla.

- Me hiciste muy feliz, Harrington...

- Eddie por favor, no digas eso.

Lo estrechó más hacia si, manchando su camiseta con sangre.

- Me duele.

- Vamos a ir a un hospital, te vas a recuperar, y vamos a seguir, ¿okey? Vamos a seguir, Eddie. Vamos a salir de aquí.

Decía más para si mismo.

La mano de Eddie cayó, sin fuerzas.

Once veía todo, impaciente y nerviosa.

- Hay mucha sangre. - Susurraba, Mike estaba atento. - No puedo moverme.

Fue entonces que Vecna apareció.

Caminando lentamente hacía la chica.

- Te dije que esto no acabaría nunca, Once. - Dijo la bestia, dejando caer a la chica, pero ésta seguía sin poder moverse. - Tus amigos irán muriendo, no podrán salir de acá.

Y el cuerpo de Will comenzó a flotar, nuevamente.

Humo comenzó a salir de entre medio de los árboles, la expresión de Vecna cambió notoriamente.

- Tendré que hacerlo rápido.

Y todo se volvió negro para la chica.

Mike salió corriendo de la casa, dejando a Jonathan a cargo. Él sabía dónde estaba un portal, y sabía cómo activarlo, ya que había sido abierto por Once.

Corría lo más rápido posible.

Y al llegar, entró.

- Resiste, cariño, resiste. - Susurraba Steve, llorando. Eddie no reaccionaba. - ¡Eddie!

Mike los quedó mirando, haciendo señas. Dustin lo vió.

Y reconoció las señas.

- ¡Debemos correr! - Gritó Henderson, tomando a Max de la mano y emprendiendo un rápido camino hacia el otro chico. Steve estaba más cerca, por ende los segundos fueron menos para él.

Mike les señaló el portal. Y Steve, sin dudarlo dos veces, entró. Dustin y Max lo siguieron.

Pero Mike se había quedado.

- ¿¡Mike!? - Gritó Henderson, intentando entrar al portal nuevamente, pero éste oscureció y se tapó de ramas.

Steve no estaba perdiendo el tiempo, corriendo hacía el auto, con el cuerpo de Eddie en brazos, llorando e implorando que la vida no fuese tan injusta en estos momentos.

Pidiendo por favor que Eddie no sea llevado.

Lucas esparció líquidos inflamables por todo el suelo, rodeando el cuerpo de Vecna. Al terminar, se escondió atrás de Robin.

La chica tiró aquellas botellas, incendiando rápidamente todo el lugar, contemplando el cuerpo de Vecna siendo tragado por las llamas.

Al notar que el incendio se salia de control, bajaron las escaleras corriendo. Hopper estaba con las gotas cayendo del sudor.

Pero los estaba esperando.

Les alzó el pulgar, y salieron de la casa.

Mike corría, en busca de Once y Will.

Era perseguido pero poco le importaba. Su respiración era ahora agitada, el camino parecía siempre ser el mismo, y no encontraba nada nuevo o alguna pista.

Hasta que escuchó la letra de una canción siendo taradeada.

Y vió la espalda de Will.

Pero no era Will grande.

Era su versión de niño.

- ¡Mike, despierta! - Gritaba Max, sacudiendo los brazos del otro. - ¡Despierta!

Vecna se había apoderado de Mike, apenas éste cruzo el portal de regreso a casa, después de salvar a sus amigos.

Los actos buenos, parece ser que también traían consecuencias.

Incompatibles [ STEDDIE ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora