Luego de sentir el suelo contra su cuerpo, unos brazos cálidos lo rodearon, emitiendo el calor corporal que tanto le faltaba.
Sentía los ojos cansados, apenas podia abrirlos. Munson lo miraba, con brillo en sus ojos, mientras que lo apretujaba.
Después se unieron más personas.
Su querida Robin, que seguía llorando.
Nancy, que aguantaba sus lágrimas, haciendo puchero.
Henderson, que tenia un walkie talkie en su mano, y lo miraba con una sonrisa. Y claro, unos ojos contenedores de fuertes lágrimas.
Lucas miraba con una felicidad innata.
¿Y Max? Queria ver una vez más a la chica que le salvó la vida, pero no se asomaba.
Steve se inclinó un poco, Eddie lo sostuvo todo el tiempo. Miró despacio a su alrededor, viendo a Max apoyada en la puerta.
Lucia relajada, o eso parecia.
Le dedicó una sonrisa, que fue correspondida.
- Debemos dejarlo descansar, vamos. - Anunció Nancy. - Eddie, supongo que tú te quedas.
Hubo un asentimiento en respuesta.
Se aseguraron de dejar a Steve tendido en la cama, ver si estaba bien,y luego se retiraron hacia la sala. Podrian dejarlo al cuidado de una persona, pero ellos estarian trás la puerta atentos a una emergencia.
Bajo las cobijas, Harrington miró a su chico, sentado a su lado, agarrando su mano con dulzura.
- ¿Necesitas algo? - Preguntó preocupado.
Steve negó con la cabeza.
- Deberias dormir. O no, no lo sé, yo, debes recuperarte. - Eddie hablaba con voz nasal, por su llanto, tenía los ojos hinchados.
Quizá no pensaba con mucha claridad, debido al cansancio fisico y mental, pero habia algo que tenia bastante claro, cansado o no.
Queria abrazar a Munson.
- Eddie... - El nombrado se acercó de inmediato, el tono de voz era bajo. - Acuéstate a mi lado.
No se lo pensó dos veces e hizo un espacio para él, y bajo las cobijas, ambos se miraron con sus cuerpos, y Eddie lo abrazó con cuidado, para no dañarlo.
- ¿Cuánto tiempo más vas a seguir asustándome de esta manera? - Preguntó Munson hundido en el pecho del contrario, pero más que una pregunta, parecia un desahogo. Ya que fue acompañado de un sollozo.
Steve lo acercó más a su cuerpo, la cabeza de Munson estaba apoyada sobre el brazo de Steve, y éste se torcía acariciando el largo cabello de Eddie.
El pelilargo parecia desahogarse en los brazos del mayor, callando sus sollozos. Steve se daba cuenta, pero el otro parecia querer disimular, entonces se limitaba a acariciarlo y demostrarle afecto.
Hacerle saber que estaba ahí, queriéndolo.
Eddie enredó sus piernas con las de Steve, queria asegurarse de que no se le escapara nada, de tenerlo lo más cerca posible.
Al pasar unos minutos en la misma postura, y tranquilizándolos la presencia del otro, Steve cerró los ojos y cayó en un dulce sueño.
Pero Munson no se permitiria dormir, no iba a descuidar a Harrington ni un segundo, iba a ser su maldito guardaespaldas.
La respiración de Steve se relajó, y esto hizo sentir bien al chico que descansaba sobre su corazón. Pero en ningún momento deshizo el abrazo.
Hasta que tocaron la puerta de la habitación. Eddie no queria despertar al otro con sus movimientos o gritos, asique no dijo nada, esperando que la persona detrás entrara. Eso si, el pelilargo apoyó su antebrazo en la cama, mirando a la puerta.
Y asi fue.
Dustin se asomó preocupado, quizá con una notoria expresión, que relajó al ver a Eddie con Steve a su lado. El chico cerró la puerta trás él y se acercó sigilosamente a la cama.
Al lado de Eddie.
- ¿Está durmiendo? - Susurró.
- Sí, ¿eres ciego? - Contestó Munson con el mismo tono. Dustin se sentó en el espacio que sobraba de la cama.
- Max arriesgó su vida por Steve. - Empezó a hablar Henderson. - Y no sabemos si eso le traerá consecuencias.
- Fue muy valiente, debo darle las gracias. - Eddie miraba al más joven, mientras acariciaba con una mano el cabello del chico dormido.
- Casi muero, bueno, todos casi morimos.
- Nuestra princesa estaba en peligro. - Bromeó Eddie, pero sin el tono de siempre.
Henderson los quedó mirando, más a su mejor amigo.
- Hace tiempo no veo lucir a Steve tan...relajado.
- Pero está durmiendo.
- Ese es el punto.
Eddie comprendió, es cierto que notaba los malos hábitos de dormir de Harrington.
- Él siempre está preocupado de todos, tanto que no piensa en si mismo. No piensa que nosotros sentimos lo mismo que él, y eso me molesta. - Dustin hablaba con una mirada perdida, Eddie comprendia aquella mirada.
- Necesitamos vencer a esa mierda rápido, no pienso dejar ir a este idiota.
Henderson asintió y se paró de la cama, caminó hasta la puerta, llevó su mano al picaporte pero antes de girarlo, volteó hacia los chicos.
- Lucen bonitos juntos. - Dijo sin esperar respuesta y salió del cuarto.
El rostro de Eddie se alumbró por una sonrisa tonta. Se hundió más en la cama y rodeó a Steve con sus brazos. En esta ocasión, Harrington descansaba sobre el corazón de Eddie.
Fuera de la habitación, estaba Robin, esperando a Dustin. Al éste salir, la chica casi se lanza.
- ¿Cómo está él? - Preguntó desesperada.
- Está descansando, durmiendo como un ángelito. - Robin dió un suspiro de alivio. Nancy se acercó a ambos, jugando con sus manos.
- ¿Está bien? - Dustin asintió, los ojos de Nancy se relajaron. - Estaba temblando, Dios. Maldito Steve.