Advertencia de contenido +18 durante todo el capítulo, si no se disfruta de estas escenas, recomiendo saltar el cap<3
El sonido de los besos húmedos callaban todo lo demás, Eddie tenía las manos detrás del cuello de Steve, acariciando y jalando levemente.
Las manos escurridizas del mayor se balancearon sobre el pantalón abierto de Eddie, tomando las puntas y bajándolo.
Munson sentia su alma arder.
Un pantalón estaba fuera, dejando ver las piernas descubiertas del otro. Steve las acarició, jugando con ellas.
Lentamente sus manos se desviaron del camino, rozando la hombría del otro, que miró al techo y soltó un gemido.
Gemido que fue callado por un caliente beso.
Las manos rápidas de Eddie hicieron esfuerzo en bajar el pantalón del contrario, quedando al descubierto, y tomando rápidamente su miembro.
Su ropa interior estaba mojada con el líquido preseminal.
Munson empujó al mayor, sentándose sobre su abdomen.
- No sabes cuánto esperé por esto, hijo de puta.
Las mejillas de Steve estaban en un tono carmesí, con la respiración agitada. Eddie estaba igual.
El pelilargo se salió de encima, quedando a la altura del miembro ajeno. Sus dedos rozaron la superficie del bóxer.
Steve se tapó la cara con sus manos.
Sin perder más tiempo, Eddie bajó la ropa interior del otro, dejando expuesta la hombría palpitante.
- Wow. - Susurró Eddie, remojando sus labios. - No esperaba que fuera así.
- Cállate de una vez.
- Como usted diga. - El chico ya tenia práctica en hacer felaciones. Su forma de dar inicio y para una mejor estimulación, fue tomar el miembro con una mano, subiendo y bajando lenta y sensualmente.
Steve lanzaba gemidos, que eran callados por su propia mano.
Pronto sintió la lengua caliente navegar por toda su zona íntima, excitando más de lo que deberia.
Y todo fue cubierto por la boca de Munson. Steve estaba dentro de la boca del otro, y se sentia jodidamente bien.
Movía su pelvis hacia delante, buscando más contacto del que habia.
Eddie masajeaba toda la zona, llegando al límite de su garganta. Por un aviso de Steve, se alejó.
Y el líquido espeso y blanco se asomó, goteando del miembro de su pareja.
- Mierda. - Susurró Eddie, con media sonrisa.
Al pasar unos segundos, y al Steve recobrar su cordura, se sentó nuevamente, mirando al otro chico.
Se acercó a éste, y metió su mano por debajo del bóxer, agarrando y masajeando su intimidad.
Eddie gimió, mordiendo el cuello descubierto del mayor.
La mano de Steve masturbaba fugazmente, recordando cualquier experiencia consigo mismo, sabiendo qué lugar lo haria sentir bien.
Cuando el momento de la venida llegó, Eddie abrazó al otro, aferrándose firmemente.
Ambos recuperaban el aire.
- ¿Tienes el condón? - Preguntó en un jadeante susurro el pelilargo. Steve se paró a buscar su pantalón, sacando un condón del bolsillo trasero. - Eso es.
No tuvieron que discutir lugar alguno, Eddie se estiró en la cama, sonriendo maliciosamente. Harrington abrió el preservativo, poniéndolo.
Al estar listo, se acercó entre las piernas del otro.
- ¡Espera! - El grito de Eddie lo alertó. - Debes prepararme antes, ¿quieres que me desgarre?
Steve se quedó pensando, no tenía lubricante cerca.
- Idiota. - Eddie de forma brusca agarró la mano del mayor, separando dos dedos del resto y llevándolos a su boca, dejando la saliva rebalsante. Steve no podia esperar más. - Ya.
Un dedo de Steve fue tímidamente a la entrada del chico, quien tenia los ojos cerrados.
Ingresó despacio, en todo momento observando la cara de su chico para asegurarse de estar haciéndolo bien.
Giró el dedo, introduciéndolo centímetros más dentro.
Eddie lanzó un gemido, sin vergüenza alguna.
Al asegurarse el buen recibimiento, fue a por otro.
Penetraba con sus dedos despacio dentro de Eddie, el otro gemía y se retorcía.
Al decidir que era hora, fueron separados. El miembro de Harrington palpitaba por sentir al otro, por poder liberarse finalmente.
- ¿Estás listo? - Preguntó Steve, tomando una mano del otro, presionándola sobre el colchón. Eddie asintió.
Y con el permiso concedido, acercó su cuerpo, uniéndolos lentamente pero con placer, el placer desbordaba de aquel sótano.
Al ser uno, Steve se aseguró de que el dolor no fuera grande.
- ¿Te duele?
- Un poco, pero es mejor que te muevas antes que te golpeé.
A las órdenes del chico, Harrington se comenzó a mover, dando embestidas cuyo ritmo avanzaba ante la excitación mayor.
Jadeos y gemidos por toda la habitación, las uñas de Eddie enterradas en la espalda del mayor, la noche abrazándolos, las gotas de sudor salían a la vista.
Al llegar al clímax, Steve tiró su cabeza hacia atrás, al igual que Eddie.
Y finalmente, su cuerpo cayó rendido a su lado. Con la respiración agitada.
Ninguno hablaba, tratando de recomponerse.
- Dios. - Jadeó Eddie. - Eso fue asombroso.
N/A: Es la primera vez que escribo algo así, lamento si no es lo esperado o hay algún error<3 aún así, espero que lo hayan disfrutado!!