Eddie se sentó asustado en la cama, su corazón latía desenfrenado y el sudor corría por su frente.
Respiraba agitado, teniendo extractos de la pesadilla en frente de sus ojos.
Vecna.
Vecna estaba presente.
Steve se sentó a su lado, adormilado.
- ¿Qué pasó? - Preguntó en un tono de voz bajo. Eddie agarró la camiseta de Steve, apretando.
- Ví a... ví a Vecna, él, él tenía a Will. - Steve al percatarse del nombre y el pánico del otro, puso toda su atención.
Eddie comenzó a agitarse, respirando por la boca rápidamente, Steve lo abrazó, buscando tranquilizarlo.
Pero no lo lograba.
- Eddie, Eddie, escucha. - Lo tomaba de las mejillas, viendo su expresión con la escasa luz de la luna que se filtraba por las persianas. - Cariño, tranquilo.
Eddie se aferró fuerte al otro, con miedo.
- Él me estaba mirando, él sabía quién era yo. Me quería, me quería a mi, y no sólo a mi, Steve. - Susurraba entre lágrimas, el mayor abrió la ventana, buscando aire fresco. - Tenía a Will, y a otros pero yo no les podía ver la cara. Steve, tengo miedo.
Lo abrazó fuerte, buscando algún soporte, Harrington comenzaba a asustarse.
- ¿Tienes el walkie talkie?
Eddie asintió en un murmuro.
- Necesito hablar con Henderson, espero esté despierto a esta hora.
Al intentar levantarse para ir en busca del objeto, el cuerpo de Eddie se sobresaltó y se aferró más fuerte a su cuello. Steve buscó tranquilizarlo, acariciando sus brazos.
- Ven, toma mi mano, no te soltaré.
Y eso hizo, Eddie agarró fuerte la mano del otro, con una respiración que poco a poco volvía a su normalidad. Hasta que el walkie talkie fue encontrado.
- Henderson. - Habló fuerte. Nada del otro lado. - ¿Alguien? ¿Hola?
- Es Lucas.
- Lucas, ey, sé que es tarde, pero...
- Dustin está acá conmigo, pero no creo que quiera hablar.
- ¿Pasó algo?
Eddie miró asustado al mayor.
- Steve, Will murió.
El corazón de Harrington se detuvo, y todo a su alrededor pareció moverse, Eddie abrió los ojos, sorprendido.
- Estuvo muerto por unos largos segundos, ahora entró en una especie de coma. - Completó Lucas, el alma de Steve se recuperó, maldiciendo por las palabras lentas del chico.
- ¿Qué pasó?
Se escuchó ruido del otro lado, y al pasar unos segundos, la voz de Dustin interrumpió.
- Steve, ven rápido al hospital, y trae a Eddie, Max, Robin, todos. Es urgente.
Y así finalizó la conversación.
Steve y Eddie se vistieron rápido y salieron de casa. El pelilargo no dijo nada durante todo el camino.
Jonathan tenia el rostro tapado con ambas manos, sus codos ejercían fuerzas en sus rodillas, sonteniéndose. Era el único sentado.
Joyce hablaba con un doctor, su expresión mostraba preocupación pero también estaba presente el alivio.
Dustin esperaba en la entrada a Steve y los demás, caminando por los lugares cercanos, en busca de más conexiones.
Lucas estaba apoyado en la pared, con su mano sobre la espalda de Mike, quien no reaccionaba.
- Es Vecna, ¿no es así? - Susurró el pelinegro. Lucas lo miró, sin saber qué contestar. - No lo mataron.
- Yo, no lo sé. No sé qué está mal.
- Él quiere a Will. Siempre lo ha querido.
- Pero no lo mató.
- Porque lo ve como una puerta.
Se quedaron en silencio, notando el tenso ambiente de hospital. A los minutos pasar, Dustin entró desesperado al pasillo, acercándose a sus amigos.
- Lucas, ¿no te has contactado con Once?
- Llamamos a Hopper y él dijo que vendría lo antes posible, con Once.
Dustin dejó escapar un suspiro.
- Ella tiene que guíarnos.
- No podemos dejarle todo sobre sus hombros. - Habló fuerte Mike, apretando las manos. - Ella debe recuperarse antes de luchar.
En el momento en que Henderson iba a protestar, Steve llegó, tomando de los hombros a Eddie. Robin, Max y Nancy venían detrás, Nancy corrió hacía Jonathan, sentándose a su lado y abrazándolo.
Dustin se acercó a la pareja.
- Steve, Eddie. - Los nombró, Munson tenía una mirada perdida. Steve apretó levemente su hombro, dando ánimos. - ¿Eddie?
- Henderson, debemos hablar. - Dijo Steve, alejándose de los demás, yendo a un lugar apartado. - ¿Quieres tomar algo? - Le preguntó a Eddie, éste negó.
- ¿Qué pasa? - Preguntó Dustin, preocupado ante la notoria vulnerabilidad de su amigo.
Harrington miró al pelilargo, comprobando si quería hablar o no, Eddie desvió su mirada al suelo.
- Ha estado teniendo pesadillas estos últimos días, hoy se despertó hace poco de una, y vió a Vecna. - Explicó Steve, el chico prestaba atención a cada palabra. - Y no sólo a Vecna, a Will.
- Mierda.
- No sé de qué trata todo esto, pero no puede ser casualidad. Yo no he sentido nada, y Max tampoco.
- ¿Puede ser que Vecna está buscando nuevas víctimas?
Eddie se retorció, apoyando su peso en la pared y dejándolo caer, sentado en el suelo, en las frías baldosas del hospital.
- Pero Once lo mató.
- Eso creíamos.
Steve tiró su cabello hacia atrás, confundido y asustado.
- Todos vimos cómo murió.
- ¿No era una ilusión? Nancy me dijo que Vecna estaba "descansando" en esa casa.
- Pero Robin había - Fue interrumpido.
- Robin había quemado el suelo, sí, pero después salieron, ¿no?
Steve quedó en silencio, recordando todo.
- Mierda.
Nancy abrazaba a su pareja, acariciando los cabellos del otro. Jonathan tenía los ojos cerrados, apoyando su cabeza en el pecho de la chica.
- ¿Estás más tranquilo? - Susurró ella, llevando su mano a la mejilla de su chico.
Jonathan asintió levemente, sorbiendo su nariz y limpiando sus lágrimas que aún escapaban.
- No quiero que Will siga aquí, quiero que pueda vivir feliz, que ya nada pueda hacerle daño. Nunca más. Él es buen chico. - Sollozaba, volviendo a llorar. Nancy lo apretó más contra si, conteniendo sus impulsos de derrumbarse.
- Will ya ha escapado de esto muchas veces, lo logrará.
- Pero no quiero que siga escapando, quiero que lo derrote. - Alzó la mirada hacía su chica. Mostrando sus ojos rojizos. - Quiero matar a ese hijo de puta, no sé cómo lo hare, ni con qué, pero me encagaré de sacarle el corazón.
Amenazó con ira contenida.
Nancy sonrió, apretando los labios.
- Me encargaré de estar a tu lado cuando eso pase.