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Había pasado una semana desde el derrumbe del Upside Down. Steve visitaba a Eddie todos los días después del trabajo, hasta que éste fue dado de alta, debía tomar muchas precauciones.

Hopper tomó una decisión, creía firmemente en que si no dejaba sola a su hija, ésta mejoraría. Y ha tomado todo el tiempo libre, ocupándolo para distraer a Once.

Will descansaba en casa, siendo atendido por Jonathan. Joyce trabajaba, y todos vivían en la casa del bosque.

Podría ser pequeña, pero la agrandarían con el tiempo.

Robin, no habia desaprovechado los días siguientes después de la pequeña lucha, e invitó a Vickie a salir.

- No sé si puedo hacerlo, Steve. - Comunicaba por teléfono, el chico suspiraba.

- Claro que puedes, Rob, a esa chica le gustas.

- ¿Pero si todo resulta ser una mentira?

- Eso es imposible, pero tendrás que descubrirlo dando el siguiente paso. - Steve miraba a las personas que veían instrumentos en la tienda, tocándolos ligeramente.

- ¡Ella tampoco me ha invitado a salir!

Una chica sonriente se acercaba a Steve.

- Robin, tengo que colgar, una clienta, dame detalles de tu cita. - Dijo antes de colgar, sonriendo a la chica que ya posaba sus brazos en la barra. - Buen día, ¿puedo ayudarla en algo?

- Sí. - Se mordió el labio, mirando al mayor, buscando cada detalle. - Steve.

El nombrado sonreía por compromiso, esperando a que la otra terminará de hablar.

- Ese es mi nombre, si. ¿Puedo ayudarla en algo?

- Estaba buscando algo para tocar... - Dijo coqueta, mirando al otro. - Algo que se adapte bien a mí, que nos hagamos uno a través de la música.

- Bueno, hay una variedad de instrumentos, ¿buscas algún tipo en concreto?

En eso la campanita sonó, dejando entrar a la cabellera despeinada que tanto anhelaba Steve. Sonrió involuntariamente, mirando por encima de la chica.

Ésta se giró.

- ¿En qué cree que puedo ser buena? - Se dirigió nuevamente a Harrington.

- ¿Perdón?

Eddie miraba los discos de vinilo, haciendo tiempo antes de saludar a su novio. Agarró uno, inspeccionándolo.

- Me refiero a que, ¿mis dedos sirven para tocar, por ejemplo, una guitarra? - Mostró sus dedos, acercándolos a la mano del chico, éste se alejó disimuladamente.

- Bueno, sí, tienes dos manos y no te faltan dedos. Y aunque te falten, podrías tocar de alguna forma. - Dijo, incómodo.

- ¿No crees que son lindos?

Eddie prestó atención a la conversación ajena, en especial viendo las extrañas actitudes de la chica y la cara de su pareja.

- ¿Quiere que le muestre los instrumentos?

- Sí, claro.

Steve salió de detrás de la caja registradora, la chica comenzó a caminar delante de él, yendo a una sección en específico. Los instrumentos de cuerda.

El mayor al pasar por detrás de Eddie, apretó ligeramente su cintura, éste le sonrió en forma de saludo.

Pero no dejaba de estar atento.

La chica tomó un ukelele y tocó cuerdas al azar. Alzó la mirada, sonriendo a Steve.

- ¿Me veo bien tocando este?

Incompatibles [ STEDDIE ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora