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El mundo empresarial no era fácil, era una competencia constante para quedarse en el mercado y dominarlo así que muchas empresas hacían hasta lo imposible con tal de lograrlo, fraudes y contratos ilegales eran muy comunes en este ámbito pero aún así, muchos de ellos no lograban superar a la Empresa Jewel y a la Empresa Haru, ambas en el ámbito tecnológico.
Es por ello que ambas familias tenían una gran rivalidad, los presidentes de las empresas se odiaban profundamente y eso mismo inculcaban a sus hijos, les decían lo que el otro hacia aún si era verdad o no con tal de seguir con esa rivalidad de acabar con el otro.
En días como aquel que ambos tenían que asistir a un evento todo era tensión, bien se sabía la relación de aquellos empresarios y es por eso que jamás los sentaban juntos y en esta ocasión, así era. En cuánto llegó Donghae pudo observar a Lee Hyukjae, el hijo menor pero quién heredaría la empresa del rival, el chico en un traje elegante platicaba con otros empresarios pero pronto su vista fue desviada hacia él; esos ojos lo veían sin expresión, sin una pizca de afecto solo un par de segundos y ambos se voltearon para seguir en lo suyo.
Durante toda la cena no volvieron a cruzar miradas, cada quien estaba en lo suyo al igual que sus padres, pronto comenzó el aburrido discurso de agradecimiento por asistir y esas cosas, Donghae aprovecho para ir al baño camino por el desierto pasillo y se adentro al lugar. Se estaba lavando las manos cuando alguien entro, por el espejo vio a Lee Hyukjae parado detrás de él, sus ojos se conectaron a través del espejo y una sonrisa ladina se hizo presente en los labios del mayor.
—Deja de verme así. —Le dijo Donghae mientras se secaba las manos.
—Es imposible, ese traje hace ver tu trasero muy apretujable. —Le respondió con una mirada lasciva. —Ha sido difícil no verte en toda la noche.
—Por algo me lo puse. —Respondió Donghae con una sonrisa traviesa.
—No aguantaré al final de la noche. —Hyukjae gruño y cerró la puerta del baño con seguro. —Tenemos el tiempo suficiente para que se den cuenta. —Se acercó peligrosamente atrapando a Donghae entre el lavabo y sus brazos. —Debemos ser rápidos.
—¿Y qué estás esperando? —Susurro Donghae cuando sus rostros estuvieron cerca, no tuvo que decirlo otra vez pues sus labios comenzaron a ser devorados. Un beso pasional le quitaba el aliento pero ninguno de los dos quería separarse, las manos de Hyukjae viajaron por el cuerpo de su amante bajando hasta su trasero y apretarlo cómo lo había querido toda la noche.
Donghae soltó un gemido al contacto y mordió el labio inferior de su pareja. Las habilidosas manos de Donghae bajaron hasta la bragueta de Hyukjae, lo desabrochó con desesperación haciendo reír al mayor quien separo sus labios y le sonrió antes de también desabrochar el pantalón del otro y sin delicadeza alguna le dió media vuelta provocando que Donghae chocará su estómago contra el lavabo.
—Lo siento. —Hyukjae le dijo mirándolo a través del espejo con una sonrisa traviesa. Donghae lo miró feo pero pronto se le olvidó cuando sus pantalones junto a sus boxer fueron bajados lo suficiente y un azote en su trasero le hizo soltar un quejido.
—¿Qué te pasa? —Murmuro Donghae y no es que le haya hecho daño pero la actitud de Hyukjae no era la misma de aquella mañana.
—El mesero que te atiende. —Dijo dando otra nalgada. —Te mira demasiado. —Y sus miradas se conectaron en el reflejo. —Y no sabes cómo me hace enojar. —Y sin aviso entro en Donghae quien tuvo que ahogar el fuerte gemido mordiendo sus labios. La ventaja de que esa mañana tuvieron su sesión de sexo matutino por esa misma razón pudo entrar fácilmente y sin hacerle daño o de lo contrario, Hyukjae se hubiera quedado en abstinencia un buen tiempo.
Hyukjae sabía que el tiempo se acababa así que comenzó a penetrar a Donghae de forma rápida, ambos trataban de ahogar sus gemidos en vano y rogaban porque nadie pasará por ahí; sabían que lo que hacían estaba mal pero eso lo hacia más divertido y excitante. Se supone que ambos deberían estarse odiando a muerte, quizá la única charla que deberían tener era para menospreciar al otro o eso esperaban sus padres pero la realidad es que desde la primera vez que se vieron hubo esa tensión sexual dónde al principio solo era sexo pero con el pasar de los meses no pudieron evitar involucrar sus sentimientos.
El ritmo comenzaba a hacer más rápido, Hyukjae estaba al borde de llegar al orgasmo y el solo ver el rostro de placer de Donghae a través del espejo lo enloquecía más, amaba esos gestos y más porque era él quien lo provocaba así que cuando Donghae soltó un gemido alto supo que se había venido y tras un par de penetraciones más él también lo hizo.
Sus respiraciones estaban aceleradas pero la tonta sonrisa de ambos nadie se las podía quitar.
—No puedo creer que hiciéramos esto en un baño público. —Donghae dijo rompiendo el silencio.
—Lo podemos tachar de la lista. —Dijo Hyukjae saliendo de Donghae. Pronto escucharon los fuertes aplausos de los invitados, supieron que la dichosa ceremonia había terminado así que se apresuraron a limpiarse y ponerse lo más decente posible esperando que nadie notara lo que había pasado ahí adentro.
—Espera. —Hyukjae detuvo a Donghae antes de que abriera la puerta, lo jaló para tenerlo cerca y depósito un beso cariñoso en los labios del otro quien lo recibió gustoso. —Te odio, Lee Donghae. —Le susurró con un ligero tono de diversión.
—Yo también te odio, no sabes cuánto. —Le respondió de la misma manera y ambos se separaron por fin y cuando Donghae abrió la puerta se topo con Lee Sora, la hermana mayor de su amante. Lo miro de arriba hacia abajo con el ceño fruncido, Donghae creyó que le diría algo despectivo pero a su sorpresa soltó una ligera risa.
—Su secreto está a salvó conmigo. —Le sonrió y se hizo a un lado para que pudiera pasar, Donghae asintió y salió casi huyendo hacia su mesa donde sus padres hablaban con otros inversionistas, ni siquiera le prestaron atención cuando se sentó.
A los pocos minutos, Hyukjae y Sora entraron como si nada y se fueron a su mesa... Durante el resto de la noche hicieron como si no se conocieran pero por dentro anhelaban acabar con ese evento para ir a su lugar secreto y solo ser ellos mismos
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Ya es lunes y no me gustan los lunes pero mañana se estrena Mango así que no todo es malo jajaja
También quiero agradecer a las ELF que estuvieron votando en Fan ⭐, muchas nos sacrificamos demasiado para votar y aunque lamentablemente SJ quedó en segundo lugar, el haber hecho temblar a uno de los fandoms más grande del Kpop es un gran orgullo porque solo demuestra el gran poder que tenemos aún después de 17 años.
