Género: amor Advertencia: leve mención sobre suicidio Palabras: 1213
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Donghae miraba el mar, en total silencio mientras escuchaba las olas romper y algunos carros que pasaban por ahí, a lo lejos podía escuchar las risas de unos niños que se divertían y parejas paseando pero no le importó y pusos su manos en la baranda aferrándose al frío metal y sonrió, siempre había amado el mar.
Era lo que le mantenía en calma, feliz, después de todo su nombre significa el Mar del Este, la familia paso detrás de él y rió un poco cuando escucho a la niña decirle a su hermano que era imposible que en Cars hubieran banquetas mientras el niño defendía su postura.
Se recargo en la baranda y cerró sus ojos disfrutando de todo lo que le rodeaba, amaba tanto estar así cuando una mano en el hombro lo sacó de su trance.
—Disculpa, ¿Sabes dónde está esto? —La voz apenada de un chico lo hizo voltear y se encontró con un rostro bonito enseñándole su celular. Donghae se acercó para leer lo suficiente y asíntió.
—Caminas derecho a dos cuadras y a la izquierda está el local. —Le indico con una amable sonrisa.
—¿Mi izquierda o la tuya? —Preguntó confundido.
—La tuya, en la esquina hay una parada de autobús. —Especifico Donghae.
—Sonara estúpido y creerás que estoy tonto pero, ¿podrías acompañarme? —Pidió el chico, Donghae lo miró extrañado, algo no le cuadraba en todo eso pero suspiro, podía ayudarle.
—Esta bien, vamos. —Se separó de la baranda indicando al chico que lo siguiera.
—Soy nuevo en la ciudad, llegué hace dos días pero me recomendaron ese lugar. —Comenzó a explicarle entrando en confianza.
—Ese lugar es bueno, venden los mejores cafés de aquí. —Donghae le respondió con su característica amabilidad.
—¿Y qué otro lugar me recomiendas? —Le preguntó, Donghae pensó un momento y lo volteo a ver de reojo.
—¿Ya fuiste al restaurante del centro? —Le preguntó pero Hyukjae negó. —Es el único que siempre verás lleno pero vale la pena la espera, la comida es deliciosa.
—Lo tendré anotado, gracias... Uhm...
—Donghae, mi nombre es Donghae. —Se presento el chico.
—Yo soy Hyukjae, vivía en Seúl pero por cuestiones de trabajo me mudé aquí. —Respondió contento. —Soy fotógrafo y necesitaba nuevos aires.
—Espero que lo encuentres aquí, Mokpo es muy bello. —Donghae le sonrió. —Es aquí. —Le señaló el lugar, Hyukjae asíntió y lo miró.
—¿Me permites agradecerte con un café? —Pregunto Hyukkie tímido pero seguro de su pregunta.
