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Cuenta la leyenda que en aquella casona de la colina habita un ser, algunos dicen que es un vampiro, otros que es un hombre lobo y otros tantos un humano con deformidades pero nunca nadie lo ha visto... claramente.
Dicen que quienes entran a la casa, jamás vuelven a salir y solo deja a algunos vivos para que cuenten su leyenda.
Kyuhyun termino de relatar mirando el rostro asustado de Donghae, empezó a reír como loco al ver la palidez de su amigo.
-Hae, es solo un mito. -Le dijo el chico que estaba disfrazado de El Fantasma de la Ópera. -No te la vayas a creer.
-¿Tu has entrado? -Le preguntó Donghae que estaba disfrazado de Iron Man mirando la gran casa de la colina.
-Si, esta totalmente vacía. -Dijo Kyuhyun restandole importancia. -No hay monstruos, ¿quieres entrar? -Le pregunto pero Donghae nego de inmediato, le daba terror y jamás iba a entrar a esa casa.
Pero la curiosidad fue más grande y Donghae se encamino al día siguiente temprano por la accidentada vereda llena de piedras y vegetación, estaba con el corazón al mil del cansancio por haber subido por la colina, abrio la gran reja metalica y se adentró al inmenso jardín descuidado. Se imaginaba aquel lugar en su mejor tiempo y lo bonito que sería pero se congelo al llegar al pie del umbral de la puerta principal.
-Kyuhyun dijo que era mentira. -Se animó a si mismo y empujo la puerta de madera, por dentro todo estaba sumamente oscuro, sacó su celular para alumbrarse pero justo al encender la lampara y dar los primeros pasos, su celular se apago de repente y la puerta detrás de él se azotó haciendo un eco que le sacó un grito al pobre chico, trato de abrir la puerta pero era en vano, no abria.
Un escalofrio a su espalda lo hizo voltearse de inmediato y como por arte de magia el lugar estaba iluminado, una alfombra roja adornada el piso de madera y unas escaleras hermosas se posaban frente a él, camino hasta el centro del recibidor y miró a todos lados buscando a alguien porque era claro que aquel lugar no estaba abandonado. Decidió adentrarse por el pasillo de la izquierda encontrando una biblioteca con muchos libros que se veían viejos pero lo que más le llamo la atención era un piano de cola negro, Donghae amaba la música así que se emocionó y corrió directamente hacia él.
-¿Te gusta? -Una voz lo sacó de su ensoñación sacandole el segundo grito del día y volteo a sus espaldas, una elegante figura entre los estantes se movia. -Sabes que estas en propiedad privada, ¿verdad?
-Lo siento, señor, me dijeron que estaba solo. -Donghae estaba asustado pero era porque la persona podría llamar a la policia y él nunca había sido arrestado, solo tenía 17 años.
-Mi nombre es Hyukjae y bienvenido a mi hogar. -Una vez detrás de él lo hizo voltear, una persona de unos 25 años lo veía con una sonrisa ladina, era alto y palido, vestía elegantemente con un traje negro a la medida y un anillo en su dedo anular. -¿Te comió la lengua el gato? -Le pregunto burlonamente haciendo que Donghae se sonrojará violentamente. -Adorable. -Pasó a su lado y se sentó para tocar unas notas en el piano.
