Género: amor, drama Advertencia: saquen sus pañuelos Palabras: 956
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Después de su lucha contra su enfermedad y que logrará salir victorioso lo primero que hizo Hyukjae fue independizarse, vivir esa vida que durante años le impidió estar solo.
Una afección en el corazón desde que nació, aún bebé fue de hospital en hospital, pastillas y tratamientos experimentales pero nada funcionó, entro a la lista de espera para recibir un corazón pero era difícil, espero tantos años pero su corazón ya no resistía más.
A punto de morir un donante apareció, Hyukjae era el siguiente en la lista y fue así como a sus 24 años comenzó a tener una nueva oportunidad.
El donador había sufrido un accidente del cual no se iba a recuperar, trato de contactar a la familia pero pidieron total anonimato así que les escribió una carta... Una cuya nunca obtuvo respuesta.
—Deberíamos poner ese cuadro ahí. —Señaló Donghae a una pared. —Se vería bien.
—Lo que mi esposo diga. —Hyukjae le dió un beso en la mejilla antes de colgar el cuadro.
Se conocieron cuando Hyukjae tenía 25 años, él trataba de vivir una vida digna.
Donghae trataba de sobrellevar la muerte de su hermano.
Se conocieron en el momento exacto y se ayudaron mutuamente y ahora, tras tres años de noviazgo decidieron casarse llegando a este punto de sus vidas.
—No me gusta el sillón aquí. —Murmuro Donghae y lo movió un par de veces ante la atenta mirada de Hyukjae.
—Amor, déjalo así luego lo hacemos. —Hyukjae lo detuvo y comenzó a hacerle cosquillas. Entre risas y besos estuvieron desempacando en su nuevo hogar.
Donghae puso una foto de su hermano en un lugar visible, dándole una sonrisa. Hyukjae jamás preguntó cómo murió y Donghae tampoco le dijo.
—Mi hermano murió en un accidente. —Por primera vez Donghae hablo. —Un año antes de conocerte, un auto se pasó el alto y lo arrolló.
—Lo siento tanto, cariño. —Hyukjae lo abrazo por la espalda.
—Hwa era la mejor persona que alguien podía conocer. —Le explicó. —Donaba sangre con regularidad, siempre decía que podía salvar vidas y al final lo hizo. Cuando nos dijeron que tenía muerte cerebral cumplimos su última voluntad y los órganos en buen estado fueron donados.
Hyukjae se quedó pensativo, era demasiada coincidencia porque sabía la fecha de la muerte del hermano de su ahora esposo, el mismo día en que el recibió la noticia de su donante.
—¿Supieron a quienes fueron? —Preguntó curioso, Donghae se soltó de su agarre y se dirigió a una caja.
—No, siempre nos mantuvimos en el anonimato pero uno de ellos nos escribió una carta. —Sacó el sobre sellado. —Nunca pude abrirla.
Entonces el corazón de Hyukjae latió con fuerza.
—¿Y no quieres hacerlo? —Preguntó lentamente acercándose a él... Esperaba que no fuera.
—Quedate conmigo. —Pidió Donghae, Hyukjae asintió y se sentó a su lado nervioso.
Donghae abrió el sobre y desdobló la carta, una letra un poco accidentada estaba ahí. A Hyukjae se le detuvo el corazón por un segundo, recordaba perfectamente que escribió la carta cuando recién despertó, se sentía débil y por esa misma razón la letra salió así.
Se quedó en total silencio y quieto, Donghae comenzó a leer la carta en voz alta y en silencio, Hyukjae repetía cada línea.
"Hola.
Sé que tal vez creerán que soy un sin vergüenza por hacer esto pero quiero agradecerles profundamente por haberme dado una segunda oportunidad.
Durante años viví atormentado por mi enfermedad y las últimas semanas creí que no podía más.
Hoy, gracias a ustedes y a la persona que donó su corazón puedo volver a vivir y les prometo que no los defraudaré, viviré una vida digna y saludable en honor a quien me entregó su corazón.
Sé que mis palabras no tendrán peso a lo que están sintiendo porque después de todo, es una perdida para ustedes pero quiero que tengan la calma que el corazón de su familiar estará bien.
Gracias y mil gracias.
Hasta siempre...
—Lee Hyukjae...—Susurro el mayor al final de la carta. Donghae la dejo caer sorprendido y lo volteo a ver.
Era como si la vida les estuviera jugando una mala pasada.
—Tú tienes, tienes...—Donghae se trabó al hablar y lágrimas recorrían sus mejillas.
—No tenía idea que tú, que él era el donante. —Hyukjae también se sentía en shock.
¿Que tan probable era que su corazón perteneciera al hermano de su esposo?
Donghae siempre supo de la enfermedad de Hyukjae, supo que en sus últimos días agonizando recibió un corazón; siempre agradeció a la persona que fue donante por haberle permitido a Hyukjae vivir y que él lo conociera.
Que ironía, anhelaba que su hermano estuviera vivo pero si lo estuviera... Hyukjae no.
Se acercó entre lágrimas a su esposo y lo abrazo fuerte, lloraron juntos durante mucho tiempo.
—Gracias...—Murmuro Hyukjae en el oído de su esposo quién se aferraba a él.
—Sé que mi hermano estará muy feliz de saber que eres tú quien tiene su corazón. —Donghae se separó y puso su mano en el pecho de Hyukjae, ahí donde latía aquel órgano. —Yo estoy feliz de que lo tengas.
—Prometo seguir honrando a tu hermano y amarte con todo mi corazón. —Le dijo juntando sus frentes.
A veces la vida funciona de formas que nadie comprende.
Pronto les dijeron a los padres de Donghae que no evitaron las lágrimas y abrazaron a Hyukjae y del mismo modo sucedió con los padres del mayor quien agradecieron profundamente a Donghae.
La vida funciona de formas misteriosas y cuando dos personas están destinadas, solo es cuestión de tiempo para que se encontrasen.
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