12. Cupido

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Género: amor
Advertencia: --
Palabras: 1063

Lee Sora no sé consideraba como una persona entrometida en la vida de su hermano menor, Lee Hyukjae pero le preocupaba que a los 20 años de esté jamás hubiera tenido una pareja, es más, estaba segura que su querido hermano sintiera atracción por a...

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Lee Sora no sé consideraba como una persona entrometida en la vida de su hermano menor, Lee Hyukjae pero le preocupaba que a los 20 años de esté jamás hubiera tenido una pareja, es más, estaba segura que su querido hermano sintiera atracción por alguien.

Hyukjae se la pasaba en la universidad estudiando, bailando o saliendo con sus amigos así que decidió ser cupido y encontrarle alguna linda y amable chica para que al menos fuera a una cita. Visito varios lugares e incluso investigo a las compañeras de su hermano hasta que por fin dió con alguien, una mesera en una cafetería, desde el inicio la pareció mona y su atención al cliente era muy buena así que decidió llevar a su hermano ahí. 

—Hola. —Saludó una alegre chica al momento de que se sentaron, la mirada de aquella mucha hacia el chico no pasó desapercibida por Sora. —Bienvenidos, les dejo el menú y regreso en unos momentos.

—Dime porqué me trajiste aquí. —Hyukjae preguntó a su hermana, sabía que tramaba algo.

—Para pasar tiempo con mi hermanito.

—Ni tu te la crees, Sora. —Le respondió mirándola.

—¿Gustan que tome su orden? —Llegó aquella chica.

—¿Pagarás tu? —Le preguntó Hyukjae a su hermana quien lo miró mal.

—Soy tu hermana, no tu cajero automático. —Sora lo regaño pero termino accediendo a pagar, en ningún momento Hyukjae reparo en aquella chica exasperando a la mayor.

Al regresar su pedido, la chica se distrajo en Hyukjae que no se percató de la distancia entre la mesa y ella tirando parte del pedido.

—Lo siento mucho. —Se disculpó sin saber que hacer, nunca le había pasado eso. —Enserio, lo lamento. —Trato de limpiar pero una mano la detuvo.

—Tranquils, Tae. —La voz del hijo de la dueña se escuchó. —Ve por la escoba, yo limpio aquí. —Le dijo amablemente, la pobre chica se fue. —Una gran disculpa, enseguida les daremos una nueva mesa y la cuenta corre por el lugar. —Dijo Donghae amablemente.

—Esta bien, gracias. —Agradeció Sora aunque Hyukjae frunció el ceño molesto porque su celular había salido dañado.

—Genial. —Dijo sarcásticamente viendo cómo su celular no encendía, Donghae lo miró apenado.

—Permitame reponer los daños. —Donghae no sabía más que hacer, su madre no estaba y era la primera vez que pasaba algo así. Hyukjae lo volteo a ver pero no dijo nada, se le quedó viendo durante unos segundos poniendo nervioso a Donghae. —Ammm ¿está bien?

—¡Si! —Exclamo asustando a los comensales que de por sí ya los estaban viendo. —Digo, si estaría bien que repongas mi celular. —Se recompuso, Sora lo miro extrañado pero Donghae le sonrió.

—Permitame revisar el costo en internet y enseguida regreso.

—Creo que es mejor que me acompañes a comprarlo. —Propuso Hyukjae con una ligera sonrisa pero no obtuvo respuesta pues la chica había regresado con lo necesario para limpiar.

—Tae, llévalos a otra mesa mientras limpio. —Indicó Donghae, Sora y Hyuk fueron trasladados pero el chico no dejaba de ver al chico de cabellos rubios quien limpiaba aquel desastre. El pedido fue repuesto con éxito mientras los hermanos hablaban de cosas distintas pero Sora pudo notar como Hyukjae desviaba mucho su vista.

—¿Qué tanto ves? —Preguntó curiosa pero Hyukjae se sonrojo de inmediato y negó con la cabeza tomando de su malteada de fresa. Sora volteo tratando de seguir la dirección y se sorprendió al ver cómo la mesera y aquel chico terminaban de limpiar. —Te gusto la mesera. —Afirmo con una sonrisa pero Hyukjae negó con la cabeza con un ligero gesto de desagrado. —Pero solo está ella y... —Se quedó callada armando el rompecabezas.

—Esta rico el waffle. —Dijo tratando de darle un pedazo a su hermana pero está manoteo.

—¿Por eso le pediste que te acompañará por tu celular? —Pregunto sorprendida, ella siempre asumió en encontrar mujeres pero jamás un hombre.

—No digas tonterías. —Dijo evidentemente nervioso y sonrojado. Sora sonrió ampliamente y más cuando aquel chico se acercó.

—¿Todo bien? —Preguntó con una sonrisa amable.

—Todo bien solo que, ¿cuál es tu nombre? —Se atrevió a preguntar Sora por su hermano.

—Lo siento, no me presenté. —Hizo una reverencia. —Soy Lee Donghae, por ahora estoy de encargado en lo que llega la dueña.

—Ya decía yo que te ves muy joven para ser el dueño. —Sora sonrió mirando a su hermano quien se trataba de concentrar en su comida.

—Respecto a su celular. —Donghae se dirigió a Hyukjae quien alzó la mirada para verlo. —Podemos ir una vez que termines, así no estarás tanto tiempo incomunicado. —Sugirió Donghae.

—Si, claro. —Hyukjae dijo asintiendo, Sora quería gritar y decirles que ya se besaran porque pudo ver aquella chispa en el rostro del otro chico pero debía ser paciente. 

Al cabo de una hora después, Hyukjae y Sora se levantaron yendo a la barra visualizando a Donghae hablar con una señora, asumieron que era la dueña así que se acercaron.

—Ustedes deben ser los comensales del incidente, una gran disculpa. —Se volvió a disculpar la señora.

—No hay de que preocuparse, todos tenemos errores y Donghae lo resolvió de buena manera. —Sora le dijo tratando de restarle importancia y alagando a quien podía ser su cuñado.

—Aún así me comentó sobre el celular, mi hijo me dijo que los acompañaría a comprarlo. —Hyukjae la miro sorprendida cuando escucho el parentesco.

—En realidad solo irán ellos, yo tengo cosas que hacer pero mi hermano cuidará bien de Donghae. —Comentó Sora.

—Gracias. —Sonrió la señora y después se dirigió a Donghae quien le dió unas instrucciones y salió detrás del mostrador. Los tres se dirigieron a la salida pero sus caminos iban a distintos lados.

Esa misma tarde a Sora no le sorprendió cuando su hermano llegó emocionado porque Donghae había aceptado una cita con él, tampoco se sorprendió cuando al mes le dijo que ya eran novios, tampoco se sorprendió cuando a los 6 meses le contó a sus padres sobre Donghae ni cuando lo llevo a casa. No le sorprendió cuando descubrió que ya habían tenido su primera vez ni cuando a los 2 años se fueron vivir juntos.

El plan de Sora no había salido como exactamente quería pero fue mucho mejor, al ver a su hermano tan feliz en el altar le hizo sentirse genial porque a fin de cuentas había cumplido su cometido como cupido.

Hoy no tengo mucho que decir, me siento terriblemente mal así que solo les desearé un buen día

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Hoy no tengo mucho que decir, me siento terriblemente mal así que solo les desearé un buen día

-Yosho

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