- Agua -

19. Nada va a estar bien

Juan Pablo Villamil 

Se me cae el alma a los pies.

¿Qué acaba de decir?

Pero no tengo tiempo de procesarlo o de preguntarme quién demonios es esta mujer por la que estoy empezando a sentir tantas cosas, porque Isaza abre la puerta detrás de la que estamos y en dos pasos está en la sala.

La mujer que no conozco se vuelve y levanta un arma en su dirección.

Isaza retrocede de golpe y pone las manos al aire.

Camila se levanta de dónde está y baja la mano de la mujer. Le quita el arma, le saca el cargador y la deja así desmontada sobre la mesa del comedor.

- Discúlpala, está un poco nerviosa – Excusa Camila a la otra mujer – Isaza, ella es Orianna, mi amiga y abogada. Ori, Juan Pablo Isaza

- Mucho gusto. Para que conste en actas, también soy su ex – Se presenta la mujer, mientras extiende la mano para estrechar la de Isa

Creo que él le devuelve el gesto más por cortesía inconsciente que porque entienda lo que está pasando.

Camila se ríe.

- Estás intentando poner celoso al tipo equivocado – Señala Camila. La abogada y ex frunce el ceño

- ¿No dijiste que se llama Juan Pablo? – Pregunta Orianna, confundida

- Te darás cuenta de que es un nombre común en esta ciudad – Apunta Camila

- ¿Entonces quién es este? – Cuestiona la abogada

- Jess me habló del caso en el que está trabajando – Interviene Isaza, que obviamente no tiene paciencia para escucharlas divagar, ahora que se ha puesto en entredicho de manera tan tajante la seguridad de Jess – Y no me importa tu mundo, o tus problemas, o tu pasado; pero necesito que me des una garantía de que ella va a salir a salvo de esto

- No te puedo garantizar eso – Dice Camila en voz baja

Isaza se deja caer en una de las sillas del comedor y se frota las sienes, como si estuviera sintiendo el mismo dolor de cabeza que siento taladrar en mi cráneo.

- Solo para verificar si estoy entendiendo...¿Eres la mujer entorno a la cual se construyó todo el caso en el que están trabajando Jess y Daniel? – Confirma Isaza

Camila baja la mirada a sus zapatos con una expresión que parece algo melancólica, aunque ahora todo parece ajeno y difícil de leer en ella.

- Eres la hija del contador de los cárteles importantes de Texas y Nuevo México – Insiste Isaza – La mujer que le disparó a las afueras de un bar en Texas al yerno del fiscal general de los Estados Unidos, lo mató y luego huyó a Colombia

- No me jodas – Se queja Orianna - ¿De dónde salió este con tanta información?

- Ori, ¿haces café, por favor? – Le pide Camila

- ¿Qué? No – Niega enfáticamente la abogada – Se ve que no puedes quedarte sola con uno de estos tipos porque se te va la lengua y...

- Ori – La interrumpe ella

La otra susurra una palabra malsonante y agarra la bolsa de comida de la mesa antes de dirigirse a la cocina.

Camila apoya la cadera en la mesa del comedor junto a Isaza y empieza a hablar.

- Casi toda la droga que entra a Estados Unidos lo hace por la frontera con México o a través de aeropuertos clandestinos en Miami. Mi papá empezó como el contador de Diego Vélez, jefe del cártel de Texas, y su trabajo empezó a sonar por ahí. Tiene una habilidad particular para encontrar formas creativas de lavar dinero, y esa es una competencia muy apetecida en el mundo ilegal. Actualmente trabaja para una lista importante de traficantes de drogas y armas que lo valoran muchísimo, no solo por sus habilidades específicas, sino porque es la única persona en el mundo que sabe dónde, cómo y cuánto dinero se mueve; y el dinero es lo que hace latir el corazón del mundo en el que nací