- Agua -

52. Yo vengo a ofrecer mi corazón: Parte II

Juan Pablo Villamil. 

Parpadeo lentamente hasta que mis ojos se abren.

Me palpita la cabeza, y me duelen tanto las manos que por un segundo todo el dolor me distrae del hecho de que no sé dónde estoy, o qué hago acostado en una cama.

- ¿Papo? – Me pregunta Simón

- ¿Moncho? – Repito, y parpadeo lentamente - ¿Qué demonios hace aquí?, ¿quién está con Marto?

- Laura se quedó con él. Isaza me avisó de lo de Lara y....

Me levanto de un salto y algo me pincha en la cabeza.

Simón me pone las manos en los hombros y me baja de nuevo a la camilla en la que estoy acostado.

- ¿Moncho? – Le pregunto

- ¿Qué?

- Tuve un sueño muy loco – Le digo, y me quedo mirando al techo.

Estoy en una camilla rodeada por una cortina azul, aunque puedo oír gente hablando y máquinas sonando a mi alrededor, así que creo que estoy en el piso de Urgencias del hospital.

Tengo las manos vendadas y una intravenosa metida en la curva del codo.

Tuve un sueño super loco.

Porque tiene que ser un sueño.

No hay otra forma.

No pasamos por todo lo que pasamos ni sobrevivimos lo que sobrevivimos para que el final sea este.

- Mi cerebro es estúpido – Me río – Soñé que había un corazón para Lara. Y que justo habían golpeado a Pastelito en la cárcel, y que estaba muerta, y su corazón servía.... – Dejo de hablar. Me río de nuevo – Que estupidez. No me haga caso

Pero Simón se queda callado.

Cuando me vuelvo para mirarlo, las lágrimas le bajan silenciosamente por la cara.

Ni siquiera está sollozando.

Las lágrimas caen y ya.

- ¿Moncho?

- Papo... - Empieza a decir, pero parece quedarse sin palabras

Por definición, Simón nunca se queda sin palabras.

Esa es mi primera alerta de que algo de verdad va mal.

Y luego me acuerdo de mis manos.

Las levanto a la altura de mis ojos y veo con curiosidad que están cubiertas en vendas, y una de ellas se ha manchado de la sangre debajo.

- ¿Me quemé con un lanzallamas del show? – Es lo único que se me ocurre.

Simón emite un sonido extraño y lastimero, y se aclara la garganta.

- Papo.... – Vuelve a empezar él – No tuvo un sueño loco. Golpearon a Cherry en prisión y su cerebro se inflamó tanto que no hay solución. Intentaron operarla, pero la hinchazón empeoró. En este momento no tiene función cerebral, y está conectada a un respirador. La muerte cerebral ha sido declarada por dos médicos como lo manda el protocolo. Se han contactado con su apoderado legal, que ha confirmado que es donante de órganos. Su corazón iría para la primera persona en la lista de trasplantes, y esa persona es Lara

Me río.

Simón me devuelve una mirada de preocupación, que lo hace lucir como un payaso triste porque su rostro está aún lleno de lágrimas, y eso me hace reír un poco más.

- Pero Moncho....¿Usted se está escuchando? Eso no tiene sentido. Es Pastelito. Mi Pastelito. Yo la vi hace tres días. Hablamos por teléfono anoche, ella no....no...