Capítulo 21. El instituto

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Caminaba abrazando los libros, tratando de apretar la marcha y no mirar atrás. Unos pasos se escuchaban detrás, cada vez más cerca y por un instante sintió el miedo de ser alcanzada. 

−Leonor, necesito hablar contigo −dijo Jordi interceptándola en la plaza.

−¡Qué susto, macho! ¿Me has estado siguiendo?

−Bueno, he tenido que correr para alcanzarte −respondió.

−¿Qué pasa? Ni siquiera me saludas, hijo, ¿Dónde han quedado tus modales?

−Leonor, ¿Quién es ese con el que te besabas? −le preguntó Jordi directamente.

−¿Qué? −respondió la chica con asombro.

−No te atrevas a negarlo, que te he visto con mis propios ojos.

−¡Shhh! Donde te chives, especialmente con mi padre, me mata y mata a Miguel, ya te lo digo yo.

−Así que su nombre es Miguel.

−Sí, es un chico muy majo.

−¿Sí? Pues me gustaría conocerlo. 

−¿Por qué?

−No vas a ir por ahí, saliendo con cualquiera.

−Mira, Jordi, te recuerdo que yo ya tengo un padre, por favor, no te comportes como él.

−Deberías centrarte en los estudios, que tu madre me ha dicho que te ha ido como el orto en física o química, no lo sé, que has estado reprobando los exámenes y justo hoy que he ido a buscarte, te veo en aquella esquina, besándote con este chaval, como si fueras...

−Mucho cuidado, Jordi −amenazó Leonor.

−¡Como si fueras una desobligada! ¡Que tienes que estudiar, joder! No andar paseando con un noviecito.

−Jordi, no tienes ningún derecho, no puedes hablarme así, ¿Acaso tú no estás saliendo con una chica de la universidad? Y yo no te estoy diciendo nada al respecto. 

−Es diferente.

−¿Por qué? ¿Porque soy mujer?

−No, ¡porque nos estás decepcionando a todos!

Leonor se quedó mirando asombrada a Jordi.

−Lo siento, no quería decir eso. En realidad, todos estamos preocupados, Leonor.

−¡Vaya manera tienes de joderme el día, Jordi!

Leonor empezó a caminar rápidamente hacia su casa.

−Leonor, espera, no te vayas así, ¡Leonor!

La siguió hasta tomarla del brazo y detener sus pasos. 

−¡Déjame sola, Jordi! No me apetece hablar más contigo −dijo soltándose del agarre.

La chica siguió su camino, dejando a Jordi en la mitad de la plaza y a algunos transeúntes sorprendidos por la pelea de los jóvenes. Leonor llegó triste a casa y para su fortuna, no había nadie; no quería que alguien viera que estaba llorando.

...

−Oye, Amelia, ¿Sabes qué ha pasado entre Jordi y Leonor? −preguntó Lucía mientras buscaba una película para ver.

−No lo sé, Lu, lo único que dijo mi hermano es que ha venido a buscarla varias veces, que también la ha llamado, pero ella se niega a hablar con él. No sé qué ha pasado, pensaba que Leonor os había contado algo.

−No, no ha dicho nada, no está muy habladora. Solo nos ha dicho que no le pasemos las llamadas de Jordi y tampoco quiere verle. ¿Tú sabes algo, Luisita? −preguntó María.

Prometo amarte y esas cosasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora