Los ojos miel de Amelia observaban cuidadosamente el claro nerviosismo y la tensión de la chica que estaba sentada frente a ella.
−Nunca te había visto tan nerviosa, ¿Está todo bien?
−Sí, todo está bien, tranquila.
Una joven de cabello negro y liso, que llevaba un mandil, se acercó a la mesa donde se habían acomodado Amelia y Lucía.
−Buenas tardes, bienvenidas. ¿Qué os pongo?
−Hola, buenas tardes −saludó la morena sonriendo −para mí, un cortadito, por favor.
La chica asintió y luego volteó a ver a Lucía que parecía no decidirse.
−Un café para mí −dijo finalmente.
Amelia frunció el ceño, le parecía rara tanta seriedad y nerviosismo en Lucía. La chica anotó el pedido en su pequeña libreta y antes de marcharse, les preguntó si deseaban algo más. Ambas negaron y le sonrieron de vuelta, por lo que la chica sonrió también y se marchó.
−Estás muy seria Lu, ¿Es por la universidad? Luisita me ha contado que tu profesor de derecho penal es una completa pesadilla.
−Me tiene frita.
Amelia dejó escapar una risita al ver la cara que había puesto Lucía, a veces ella podía tener el mismo talento que María para el drama, pero se negaba a admitirlo.
−Debe ser un poco difícil tratar de tener todo bajo control, ¿No? La universidad, la familia, tu relación con tu novia...
Lucía miró a Amelia y en ese mismo instante se le borró su sonrisa del rostro. La empleada del lugar regresó a la mesa con los dos cafés y los dejó allí.
−Gracias −le dijo la morena.
La chica le respondió con una sincera sonrisa y se dio vuelta de regreso a la barra.
−Estás empezando a asustarme −le dijo Amelia con preocupación −. ¿Qué es eso tan grave?
−No es grave, Amelia, pero sí es importante.
La morena intentó relajarse y levantó su taza para dar el primer sorbo a la bebida.
−Entonces, dime.
−Bueno, lo primero que quiero decirte es que Paloma y yo, ya no estamos juntas, así que por el momento, no hay novia.
Amelia abrió los ojos sin poder creérselo, quería hacerle mil preguntas, pero prefirió dejar que Lucía terminara de hablar.
−También quiero decir que, lo siento muchísimo, por haberme alejado de ti, sin darte al menos una explicación. Siento que pensaras que era tu culpa o que habías hecho algo mal, no fue justo para ti.
−Lu, eso no tiene importancia. Te he echado mucho de menos, es verdad, pero entiendo que tenías tus cosas y necesitabas tu espacio para...
−¡Amelia!
La morena se calló y miró a Lucía con asombro ante su interrupción.
−Déjame terminar, por favor, o nunca seré capaz de decírtelo.
−¿Decirme el qué?
−Que la razón por la que me alejé de ti, no fue por la universidad, ni porque debía dedicarle más tiempo a mi novia...exnovia...−se corrigió −. Fue porque yo ya no te podía ver solo como una amiga, Amelia.
La morena miraba a Lucía completamente confundida, sus oídos habían captado a la perfección sus palabras, pero su cabeza no lograba interpretar lo que había dicho, o quizás, no quería hacerlo, porque eso significaba traspasar una barrera invisible, de la que seguramente, no había retorno.
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Prometo amarte y esas cosas
FanfictionLusita Gómez conoce accidentalmente a Amelia Ledesma desde la infancia y sus vidas serán inseparables. Esta historia narrará, las vivencias de los Gómez y los Ledesma, quienes lucharán contra viento y marea para ser felices, demostrando que el amor...