Lola abrió la puerta de la casa de sus padres y de inmediato, unos pequeños ojos azules voltearon a verla y se llenaron de un brillo de felicidad. Unos pequeños dientes se asomaron en la cara de Laurita y fue todo lo que necesitó la castaña para darse cuenta que su día no había sido tan malo, si al final, llegaba a casa y la recibía su pequeña hija con esa sonrisa.
−Hola, Loli −la saludó Ciriaco mientras ayudaba a Lucianito a ponerse de pie.
−Hola, hermanito, ¿Cómo te va con estos pequeños?
−La verdad es que se han portado muy bien.
−Que bueno. Hola, príncipe −le dijo a Lucianito mientras le daba un beso y se sentaba en el suelo, aún con su hija en brazos −. ¿Quieres seguir jugando con Laurita?
El niño asintió y le sonrió a su tía.
Lola dejó sentada a Laurita sobre el tapete y le acercó algunos juguetes, mientras que Ciriaco le daba a Lucianito una figuras de plástico, que el bebé intentaba explorar con gran curiosidad.
−¿Cómo te fue, hija? −preguntó Manolita saliendo de la cocina y acercándose a Lola.
−Hola mamá −se levantó la joven del suelo y le dio un beso en la mejilla a Manolita −. Fui a dos empresas y han quedado de llamarme, aunque bueno, prefiero no hacerme ilusiones todavía.
−Ten fe, hija, vas a ver que pronto saldrá algo −le respondió la mujer, acariciándole una mejilla a la castaña −. Anda, ven a ayudarme en la cocina y luego a poner la mesa.
−¿Vendrá alguien más a cenar?
−María, Nacho, Luisi y Amelia.
−Vale.
Lola acomodaba los cubiertos en cada uno de los puestos y Manolita le daba el toque final al puré de patatas, cuando de pronto, la puerta del piso se abrió estrepitosamente, dejando pasar a un enfurecido Marcelino, quien halaba a Manuel de una oreja.
−Pero, ¿Qué pasa? −preguntó Lola asustada.
−Anda, ¡Cuéntale!
−¿Qué pasa, Marcelino? −preguntó esta vez Manolita, acercándose a su hijo.
−Dile a tu hijo que te cuente él mismo lo que ha pasado.
Manolita frunció el ceño y miró al chico con total confusión.
−¿Qué pasa, Manuel? ¿Por qué tu padre está así? ¿Qué has hecho?
Lola se acercó a Laurita y la tomó en sus brazos y Ciriaco se levantó del tapete, con Lucianito en brazos.
−¡Cuéntale a tu madre! −ordenó el hombre.
Manuel agachó la cabeza y mirando sus zapatos, casi susurró.
−El padre de Emma nos ha pillado...
−¿Os ha pillado? −preguntó confundida Manolita.
Lola abrió los ojos entendiendo perfectamente.
−No comprendo, hijo. ¿Qué estabais haciendo?
−Mamá −interrumpió Lola −. Que el coronel los ha pillado haciendo cosas... ya sabes −le explicó.
−¿Qué? ¿Eso es verdad, Manuel? −preguntó la mujer con total seriedad.
El chico asintió sin mirar a su madre a los ojos.
−El coronel ha ido a Los Asturianos y ha montado un numerito que ni te cuento, Manuela, porque, además, sospecha que Emma, está embarazada.
−¿Qué? −exclamó Manolita llevándose sus manos a las mejillas y perdiendo por completo el color de su rostro.
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Prometo amarte y esas cosas
FanfictionLusita Gómez conoce accidentalmente a Amelia Ledesma desde la infancia y sus vidas serán inseparables. Esta historia narrará, las vivencias de los Gómez y los Ledesma, quienes lucharán contra viento y marea para ser felices, demostrando que el amor...